Siempre se ha hablado en este estado de la “narcopolítica” y de los posibles nexos de los políticos con los capos del narcotráfico, incluso algunos piensan que existe una necesidad de un pacto entre los poderes fácticos y los gobernantes para evitar masacres y desequilibrios; un tema de opiniones encontradas y de mucho tabú, al menos en eso de soltar nombres.
Vemos los casos recientes de los ex gobernadores perseguidos, los capturados, los señalamientos que se hacen precisamente de nexos con los grupos criminales.
En su libro “Juan S. Millán. Auge y declive del Maximato en Sinaloa. Memorias y crítica”, el doctor Arturo Santamaría Gómez explora y nos ofrece, de alguna manera esto es inédito, revelaciones del ex Gobernador, entre muchas otras cosas, sobre la pretensión de los jefes del narco de meterse en el quehacer del poder público.
De acuerdo al libro, el narcotraficante sinaloense Miguel Félix Gallardo ofreció a Juan S. Millán financiarle una de sus campañas políticas.
También, el ex Mandatario de Sinaloa tuvo en alguna ocasión “un intercambio” con Ismael “El Mayo” Zambada.
En la obra, que saldrá a la venta al público a partir del 4 de mayo, Millán narra con lujo de detalle, en muchos casos, su participación en hechos que han marcado la vida política de la entidad.
‘Había que
tener cuidado’
Tomando un extracto del libro, de acuerdo a Arturo Santamaría, Juan S. Millán narra una de sus experiencias que involucran al narco, cuando él era candidato a Senador.
“En 1982, en mi primera campaña para Senador, los dos personajes que voy a mencionar, todavía viven. Uno está preso: Miguel Félix Gallardo. El otro, un amigo mío, notario público, licenciado muy respetado en Culiacán, que un día llega y me dice: ‘te traigo un ofrecimiento’ y es de Miguel Félix. Dice que te ve con una enorme simpatía y quiere hacerse cargo de todos los gastos de tu campaña’. ‘Dile a Miguel que se lo agradezco muchísimo. Que haga de cuenta que le dije que sí y que recibí el apoyo. Pero su ofrecimiento me llega una semana tarde. Si me lo hubiera hecho hace dos semanas le hubiera dicho sí, adelante. Porque traía la angustia de lo que me iba a costar la campaña.
“Pero fíjate que todos mis amigos, los sindicatos de todo el estado, de a poquito, el presupuesto que hicimos para mi campaña ya lo tenemos. Totalmente. Pero dile a Miguel que ahí me guarde el ofrecimiento. Si faltando un mes o 15 días para terminar mi campaña se me acabó, me quedé corto y si me hace falta, voy a recurrir a ese ofrecimiento. Por lo pronto no quiero abusar’ ¿Por qué le di esta respuesta? Porque un desaire también era peligroso, había que tener cuidado”.
Ya con esto, el libro se antoja, porque mire que de esto se habla mucho pero se revela poco.
Que va con todo
La Fiscalía General del Estado creó dos grupos especiales de investigación y seguimiento a los casos rezagados por corrupción y violaciones de derechos humanos, de acuerdo con Juan José Ríos Estavillo.
El primer grupo que se creó es por las 90 denuncias sobre corrupción que fueron presentadas por la Auditoría Superior del Estado que aún continúan vigentes, debido a que estas son parte de una exigencia social.
Aunque aclara que nada de linchamientos, y que todo mundo tiene derecho a defenderse y que todo se hará ante un Juez.
Y el otro grupo que la Fiscalía General creo es para investigar las denuncias en contra de ministerios públicos, policías y mandos ministeriales, entre ellos Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, ex director de la Policía Ministerial por violaciones de derechos humanos.
Y aquí aparece de nuevo ese personaje, ya que se investigarán señalamientos de tortura, malos tratos, incomunicación, retención, privación ilegal de la libertad, detenciones arbitrarias, malas integraciones de partes ministeriales, entre otras violaciones que apuntan, en su mayoría, a las cadenas de mando, incluyendo a Aguilar Íñiguez.
Y es que Ríos Estavilllo ya cumplió 40 días como Fiscal General del Estado y hasta hoy no ha podido encontrar la manera para disminuir de manera inmediata el alto índice de impunidad que su antecesor, Marco Antonio Higuera Gómez, dejó.
No le vemos aún carnita a esta Fiscalía, porque llegar a un puesto tan importante y nada más ver rodar las llantas no habla bien del que fuera ombudsman, quien de su puño y letra emitía las recomendaciones.
Esperemos...
Imparables
Al cierre de este malecón iban 11 personas encontradas con señales de haber sido ejecutadas.
Cuerpos apilados, con marcas de tortura, encintados, esposados o amarrados con las manos hacia atrás.
Pasan los días con este Gobierno y no vemos un alto a los homicidios, ni siquiera una disminución, que ya rebasan los 400 en lo que va del año.
Insistimos ¿Qué estado-gobierno señor Quirino Ordaz Coppel?