Arturo Santamaría Gómez
santamar24@hotmail.com
El pronóstico, que a veces parece adivinanza, es una de las características tanto de la columna periodística como del análisis político académico. Así que quienes ejercemos esos oficios solemos jugar a las adivinanzas cuando hablamos de escenarios políticos.
Pero muchas veces una flecha envenenada, y muchas veces financiada, se disfraza de pronóstico o de “análisis prospectivo” en numerosas columnas, sobre todo cuando se avecinan elecciones.
No son pocos los columnistas que ven a la política como una permanente sinfonía de conspiraciones y juegos aviesos. Para ellos la política siempre es un juego oculto de tahúres, donde nunca hay transparencia ni juego limpio, y en base a eso escriben sus interpretaciones.
Particularmente en Sinaloa hemos visto a lo largo de la administración quirinista que este género periodístico ha querido ver una especie de pacto maléfico entre Ordaz Coppel y López Obrador. Pero lo curioso es que ese supuesto acuerdo maquiavélico les lleva a decir a algunos que el Gobernador de Sinaloa ha decidido “entregar la plaza” a Morena a cambio de una protección política futura y, por lo tanto, seleccionaría a un candidato débil para que el electorado le corte la cabeza. Otros dicen lo opuesto: el Presidente ha conveniado con el Gobernador postular a un candidato débil para la gubernatura y perderla, a cambio de que Quirino maniobre o permita que Morena gane la mayoría de las diputaciones federales, que es realmente lo que le interesa al político tabasqueño.
Evidentemente para este tipo de comentarios lo que cuentan son los acuerdos ocultos y las conspiraciones, no la capacidad política de los candidatos y sus partidos, y mucho menos cuenta la decisión de los electores.
Pero quizá no sea una casualidad que, en la mayoría de los casos, estos comentaristas tengan evidentes preferencias políticas por un personaje tricolor que desea ser candidato y busque golpear a otro del mismo partido, o a un integrante del gabinete que suena como el alfil del Gobernador. Otro grupo de casos son los que inflan a los políticos mochitecos y más particularmente a Gerardo Vargas. Estos son ejemplos de periodismo militante o, en el peor de los casos, mercenario.
Si bien es cierto que el periodismo, y en este caso la opinión, no puede ser plenamente objetivo, como ha reclamado la filosofía periodística estadounidense, sí es necesario exigirle que sea veraz, convincente y, de ser posible, equilibrado. Es decir, aun asumiendo partido la columna de opinión debe sostenerse con argumentos sólidos, no inventados ni mal intencionados.
Pero, bueno, estas son vanas ilusiones porque el chayotismo y el periodismo militante disfrazados de “objetividad”campean a lo lindo, sobre todo en periodos electorales cuando sus representantes hacen su agosto, y los gobernantes y candidatos maicean alegremente. Y ahora, con la emergencia de las plataformas digitales, este tipo de periodismo ha florecido como hongos en temporada de lluvias. Lo más lamentable es que con la aparición de las redes tal género ha empeorado porque recurren a la información o noticias falsas como nunca antes.
En la actual coyuntura, observamos cómo este tipo de periodistas le han pegado y le seguirán pegando a Rubén Rocha mientras siga siendo el puntero en las encuestas electorales que miden a los aspirantes a candidatos a Gobernador; y también, por otro lado, le dan duro a Mejía López, a quienes los priistas tradicionales no quieren, porque aparentemente tiene fuertes simpatías de Quirino; y el PAN y México Sí parecen condicionar su alianza con el PRI a que Juan Alfonso Mejía sea el candidato.
Quirino Ordaz ha demostrado que sabe hacer política, pero está retrasando mucho el destape priista y se le puede complicar aún más las cosas, máxime si selecciona malos candidatos a las alcaldías. Es obvio que la vieja disciplina priista ya no existe y el otrora partidazo se puede desfondar en Sinaloa, como ya sucedió en gran parte de la República.
Los malquerientes de Morena, y de Rocha, en particular, aprovecharon la película de misterio morenista, porque el partido marrón pospuso la revelación del ganador de las encuestas misteriosas, para afirmar que ya está descartado como candidato porque lo destinan a la Secretaría de Educación Pública. Algunos se atreven a decir, incluso en medios de la Ciudad de México, seguramente recompensa de por medio, que Gerardo Vargas en estas circunstancias sería el elegido. Lo cual es una afirmación sin ningún sustento.
Sin duda que la Secretaría de Educación Pública tiene una enorme importancia en cualquier gabinete presidencial, máxime cuando se trata de impulsar la reforma morenista, pero el Doctor Rocha Moya está determinado en ser el candidato de Morena para Sinaloa y nadie le puede reclamar por eso. Sin embargo, no es nada aventurado sostener que el Presidente debe contemplar esa posibilidad porque el hijo pródigo de Batequitas es uno de los morenistas más calificados para hacerse cargo de esa estratégica secretaría.
El hecho de que se mencione que Rubén Rocha Moya podría relevar a Esteban Moctezuma en la SEP refuerza la idea de que el ex Rector de la UAS es uno de los cuadros políticos más capacitados de Morena y que, por lo mismo, sería un sólido candidato para ganar las elecciones en Sinaloa. Pero, en la eventualidad de que no lo fuera, la única con posibilidades reales de serlo y también con fuertes pronósticos de obtener un triunfo es la Senadora Imelda Castro, lo demás son cuentos chinos o derrota anunciada.
Posdata
El viernes 17 a las 12.30 tiempo de Sinaloa aun no sabíamos quién sería el candidato o candidata de Morena, pero se decía que lo sabremos a más tardar el próximo domingo.