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La fascinante pintura “La parábola de los ciegos”, del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, se aprecia en el Museo di Capodimonte en Nápoles, Italia. En ella, Brueghel muestra seis ciegos caminando uno detrás de otro; el primero, que hacía las veces de guía, ya cayó en un hoyo y el segundo está a punto de caer también.
El óleo sobre tabla está inspirado en el pasaje bíblico de Mateo 15,14, en que Jesús propuso una parábola sobre los guías ciegos, refiriéndose a los escribas y fariseos: “Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo”.
El 22 de enero de 2009, la periodista María Rivera Ribes publicó una entrevista hecha a José Saramago, en donde le preguntó acerca de la metáfora de su libro Ensayo sobre la ceguera. El autor repuso:
“La metáfora es muy sencilla. La razón de la ceguera en esa novela es una ceguera metafórica, las personas no son realmente ciegas en el sentido de que no están dotadas de la vista, la ceguera actúa como metáfora de la pérdida de la razón, no en el sentido de la locura…, pero estamos usando la razón más para destruir que para construir, más para atentar contra la vida que para defenderla… Si toda una sociedad se vuelve ciega en ese sentido, si olvida la solidaridad, el deber, el respeto, se convierte en una especie de nido de serpientes”.
Saramago añadió: “Yo creo que la gente se está volviendo ciega porque no se da cuenta de que nuestra forma de vivir es totalmente errónea y nos lleva al desastre… Yo no creo que soy catastrofista pero no doy nada por el mundo dentro de cincuenta años”.
¿Soy guía ciego?