Pues ahora resulta que no fueron los diputados, sino el mismísimo Quirino Ordaz Coppel quien decidió echar atrás todos los incrementos por los que la raza había pegado de gritos luego de proponer eliminar el impuesto vehicular de la Tenencia.
Y no es que es porque tenga la última decisión, sino porque ayer explicó que prácticamente es el chipocludo con la mente maestra y magnánima, que se alcanzó a dar cuenta de su error y decidió dar marcha atrás al incremento al refrendo, la llamada calca, que se había anunciado con un parejo incremento, pasando de 453 pesos a mil 392 pesos.
O sea, que no fueron los diputados, sino él mismo.
“Siempre la propuesta de eliminar la Tenencia creo que ha sido ampliamente reconocida por la sociedad y las demás propuestas que van inmersas en la Ley de Ingresos precisamente son propuestas y por eso se analizó también de la mano con el Congreso, el Ejecutivo, yo mismo plantee la posibilidad de flexibilizar, beneficiar a quienes no pagaban Tenencia, el refrendo siempre ha estado ahí”, dijo ayer de manera textual.
La nueva propuesta, luego de recapacitar, quedó en mil 208 pesos para coches medio nuevos, con menos de 10 años de antigüedad, es decir, los que pagaban Tenencia, y para los de 11 años en adelante quedará en un módico 604 pesos.
Obvio que no es lo mismo, pero tampoco es el doble más.
Pues, haiga sido quien haiga sido, qué bueno que recapacitaron.
Los dardos envenenados del 'Güero' Cruz
Quien no deja “títere sin cabeza” en el Congreso local es Roberto Cruz Castro. Ayer, desde la tribuna, el Diputado panista enderezó sus dardos en contra de varios priistas y un pasistas.
En el recinto parlamentario el “Güero”, como se hace llamar, marca el ritmo de las intervenciones en tribuna.
Su blanco favorito: los priistas y el presidente de la Mesa Directiva, Víctor Antonio Corrales Burgueño, quien ayer se ausentó para acompañar al líder del PAS, Héctor Melesio Cuén, a atestiguar la votación preliminar del Senado, con la cual Sinaloa se enfila a no entrar más al horario de verano.
Cruz Castro acusaba que había ahí, en el recinto, “diputados que tristemente vienen, toman lista y como la prepa, se van ‘de pinta’”. No dio nombres, pero varios dirigieron sus miradas al priista Carlos Montenegro Verdugo, quien en un momento de la sesión, ya avanzada, entraba al lugar con un café Starbucks en la mano.
Luego Cruz Castro revivió los rencores que le guarda el priista José Menchaca, a quien exhibiera en un video en redes sociales por impedir la transmisión en Facebook de una sesión, en la cual se discutían las cuentas públicas de Malova.
Menchaca “se enganchó”, luego de que Cruz recordara aquel “vergonzoso episodio”. Tuvo que intervenir el panalista Crecenciano Espericueta, para frenar la discusión, o de lo contrario la sesión se iba a ir en una larga subida y bajada de dimes y diretes.
Otro que se enredó fue el priista Marcial Liparoli, cuando Cruz lo tachó de mentiroso, por publicar en Facebook que “los que menos tienen van a pagar menos refrendo”. A él, de plano, le dijo que no sabía hacer cuentas, porque en realidad los que tienen carros con más de 10 años pagarán en 2018 la suma de 604 pesos por el refrendo, y no los 452 como hasta ahora.
Y hasta los maestros, presentes en la sesión, gritaban a Liparoli “pinocho”, por mentiroso y a Cruz, porras de “mi Güerito”.
Otro que fue el “blanco”, pero más de los maestros del SNTE, fue el ex dirigente Silvino Zavala, a quien ni siquiera dejaban terminar un discurso en tribuna.
De ratero no lo bajaron.... ooootra vez.
Y hasta Víctor Corrales, ausente en el pleno, fue recordado como el “proctólogo” de la Cámara... por aquello de que le gusta hacerles “señas obscenas” a los maestros.
Construyendo la casa
A Enrique Villa Rivera le dolieron las palabras que los directivos nacionales y estatales de Mexicanos Primero dijeron de su primer año frente a la Secretaría de Educación Pública y Cultura en Sinaloa, tanto así que no tuvo más remedio que reconocer que hay mucho que hacer, pero aseguró que este año no ha estado “de oquis”, sino que lo primero que está haciendo es limpiando la casa.
Por limpiar la casa no sabemos si se refiere a quitar las manos del magisterio de las decisiones de la SEPyC, o a sacar a todos los maestros aviadores que se sabe que andan recibiendo dinero (que casi no hay) del estado por no acudir a las aulas.
No especificó, pero aseguró que está construyendo la casa, una casa que espera que para dentro de cuatro años esté dentro de los primeros 10 lugares en los indicadores educativos del País, mismos en los que actualmente estamos por allá en los veintes.
Lo que más adolece la educación en Sinaloa es en la comprensión de lectura y en las matemáticas, pero Villa Rivera es optimista, sabrá Dios si usará una varita mágica o sacará a relucir sus dotes como ex director del Instituto Politécnico Nacional, lo que es seguro es que Sinaloa necesita mejorar a nivel calidad educativa, y esperemos que al menos para el 2020, Villa Rivera haya dejado una casa habitable, o al menos los cimientos de una buena estructura.
