|
"MALECÓN DE CULIACÁN"

"La manifestación que se viene"

""
MALECÓN
09/06/2020

    Ahora sí, al parecer veremos una manifestación de agricultores sin precedentes en el estado de Sinaloa.

    Los productores de maíz extenderán protestas desde Mazatlán hasta El Carrizo, pasando por las casetas de peaje de Mármol, Costa Rica y los entronques de San Pedro, del Melón en Quilá, la Platanera, de Caimanero hasta Las Brisas, Caseta de Alhuey y la de San Miguel Zapotitlán.
    ¿El motivo? la exigencia del pago de 4 mil 150 pesos por tonelada de maíz prometida por las dependencias del Gobierno federal.
    Faustino Hernández Álvarez, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Diputado local, fue quien detalló una reunión que sostuvo con líderes agrícolas y a pesar de que dijo que las manifestaciones serán pacíficas, advirtió que serán lo suficiente fuertes y claras.
    Dijo que a pesar de la contingencia sanitaria, la mega manifestación es necesaria y aunque se seguirán medidas de sana distancia tienen que salir a protestar para que se les pague de manera justa su cosecha y se respeten los acuerdos establecidos con la Federación.
    Bien lo dice el líder legislador, está situación de no respetar acuerdos es recurrente durante los últimos ciclos agrícolas.
    Hemos visto manifestaciones fuertes sobre todo en la capital sinaloense, pero está que se planea hoy es para casi todo el territorio del estado.
    Así que hoy, los tractores y trilladoras rugirán por las carreteras y calles del estado.

     

    Administración de las cifras
    A los que les ha salido el tiro por la culata es a las autoridades de Salud, tanto a las estatales como a las federales, por andar “administrando” las cifras de la pandemia.
    Resulta que a los responsables de dar a conocer las cifras del número de contagios y fallecimientos provocados por el Covid-19 se les ocurrió la ingeniosa idea de ir “guardando” casos para evitar que el número brincara de un día para otro, esperando ir soltando los casos atrasados en días que no hubiera una gran cantidad.
    Pero resulta que la pandemia no regala día flojos, al contrario, las cifras de contagio y los fallecimientos se han ido incrementando sin que nada ni nadie pueda contenerlos, provocando que al final se les juntaran las cifras que habían ido guardando.
    Al final fue peor, porque de repente tuvieron que dar a conocer el bonche de contagios que mantenían debajo de la alfombra, provocando días donde los números se disparan de manera desproporcionada.
    Pretextos hay muchos, pero al final la verdad siempre sale a flote, así que lo mejor siempre ha sido decir la verdad, hasta el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador lo dice, lastima que solo la practica en el discurso.

     

    Reactivación accidentada
    Los restauranteros de Culiacán habían pactado reponer sus mesas y reabrir el servicio a los clientes, ya tenían el permiso, pero aunque muchos culiacanenses ya habrían mostrado su beneplácito por degustar un rico desayuno y el tradicional cafecito en sus establecimientos preferidos, los dueños de los restaurantes se enfrentaron con una gran problema: el cierre de calles del primer cuadro de la ciudad.
    El cierre frena el desplazamiento hacia los restaurantes del primer cuadro de la ciudad y aunque los establecimientos ya estaban más que listos con sus menús, los comensales nada más no llegaban.
    Algunos de plano aplazaron la reapertura, hasta que no se solucione la reapertura de calles, aunque hubo uno que otro cafetero que se animó a tomar una mesa.
    Las condiciones son muy difíciles, finalmente cuesta mantener abierto un negocio y no hay condiciones para hacerlo.

     

    Y aumenta el tono
    Hablando del cierre de calles del Centro de Culiacán, ayer los comerciantes y locatarios, tanto del Mercado Garmendia como de los locales aledaños protestaron por tercera vez en menos de una semana para exigir que reabran las vías y el que centro de la ciudad de una vez por todas retome sus actividades.
    Con pancartas mostraban mensajes como: “No queremos ver nuestros negocios morir”, “Necesitamos a nuestros clientes, urge abrir las calles”, “¡Urgente, nuestros negocios están por morir”, los manifestantes exigen la ansiada reapertura de calles.
    Algunos negocios no esenciales como tiendas de ropa y calzado ayer se animaron y levantaron sus cortinas, pero fueron muy pocos.
    Quienes protestaron se le lanzaron al Alcalde Jesús Estrada Ferreiro a quien le reclaman que no los atiende.
    Un dilema esto de la reapertura, porque ya lo dijo Hugo López-Gatell, no hay condiciones para que las empresas no esenciales retomen sus actividades ya que es “un muy mal momento”, así dijo, ya que todo el país se encuentra en color rojo, es decir de alta peligrosidad de contagio.
    Unos desesperados ante la falta de sustento y por otro lado las autoridades tendrán que ver todas las ventajas y desventajas de una reapertura general de las actividades comerciales.

     

    Adiós a un médico
    Sí, algunos médicos lo han dado todo por salvar vidas durante esta pandemia por Covid-19, incluso su vida. Merecen aplausos y homenajes.
    Pero cuando murieron por coronavirus, se convirtieron en un ciudadano más, desafortunadamente son un foco de infección como lo fueron en su momento los 700 pacientes que compartieron su causa de muerte en Sinaloa.
    Nadie duda del carisma y la entrega del doctor Alejandro Crespo Argote.
    Pero tampoco podemos dudar que la Femenino de 65 años, muerta el 5 de junio en IMSS Mazatlán, haya hecho cosas grandiosas; o que el Masculino de 53 años muerto el 3 de junio en IMSS Costa Rica tenía programado para este año la graduación de sus hijos o el nacimiento de su primer nieto.
    A ellos no les dieron el derecho de ser reconocidos por sus familiares.
    Murieron y sus familias recibieron cenizas.
    Sin duda, todos los médicos caídos durante la pandemia merecen homenajes y que bueno que se los hagan, todos los que mueren por Covid-19 deberían recibir uno.
    Pero el problema es que el homenaje del doctor Crespo Argote, en Escuinapa, fue de cuerpo presente, en estos casos las sanas distancias no valen.