El combate al crimen organizado es una ficción.
Así lo hacen patente la “guerrita” mediática, la propaganda que el Gobierno suele hacer por medio de trascendidos.
Informan oficialmente poco, pero deslizan versiones interesadas en algunos medios.
¿Y de los resultados? Poco.
Por más soldados y marinos que patrullan Sinaloa, los homicidios no paran.
¡Vaya! El Ejército se está convirtiendo en los “levanta casquillos” más caros de la historia.
La pregunta es ¿quién gana con este gatorpardismo en seguridad?
Los delincuentes cometen sus crímenes, el narconegocio no para, las autoridades hacen como que trabajan, detienen a uno por aquí y otro por allá.
Cuando Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, aboga porque el Ejército siga en las calles, por supuesta demanda popular, uno no puede evitar voltear hacia estados como Tamaulipas, donde él y el Estado mexicano han sido indolentes.
Si el crimen organizado les arrebató una entidad, con todo el presupuesto, armamento y preparación que tienen, ¡cómo podemos creer que de verdad quieren combatir el crimen organizado!
Desafortunadamente, los ciudadanos que vivimos del esfuerzo y trabajo honrado y legal, tenemos que esperar que el mundo del crimen vuelva a su punto de equilibrio, para tener algo de paz.
Porque las autoridades locales y federales solamente saben quemar combustible.
Hacia la ASE
Mañana habrá nuevo Auditor Superior del Estado, quien reemplazará a Antonio Vega Gaxiola, el que fue “corrido” por Quirino Ordaz Coppel... bueno, eso es el chisme obligado porque renunció cuando llegó el nuevo Gobernador.
El caso es que dejó descabezada a la ASE porque corrió y ahora los diputados tienen que nombrar a uno nuevo o nueva responsable del órgano del fiscalización del Poder Legislativo.
Y para variar, de esas cosas que ya hartan de la política chicharronera, dos de los tres finalistas vienen palomeados por sus padrinos.
Sin nada de disimulo, claro está.
Por ejemplo, ya todos en el círculo político ven a Víctor Manuel López González como el de la línea, el elegido, el apadrinado por el sistema que gobierna actualmente, por las élites políticas y empresariales cercanas al Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Entre quienes están detrás de él se encuentra Leovi Carranza, dueño del Grupo Pinsa, quien llevó de la mano a Quirino y quien suele recibir en su hotel al Presidente Enrique Peña Nieto.
La otra es la señora Emma Guadalupe Félix Rivera, actualmente subauditora Superior del Estado de Sinaloa y encargada del despacho de la ASE. Ella fue la mano derecha de Juan Pablo Yamuni Robles en la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas en el Gobierno de Malova y, por lo tanto, parte del grupo responsable de no realizar las auditorías suficientes y necesarias al malovismo, como lo ha señalado el actual gobierno.
Y hay un tercero del que, para bien o para mal, poco se sabe: Héctor Samuel Torres Ulloa.
Ya veremos con qué salen los diputados.
Turbulencia en el PAN
El PAN no termina por curar su hemorragia de lealtades.
Ayer, la Regidora Adela Rivera, ingresó al Cabildo de Mazatlán y “reventó” la estrategia de la oposición, que se había ausentado de la sesión extraordinaria para impedir que los priistas consiguieran las dos terceras partes de los votos que necesitaban para convocar a elecciones en la zona rural.
Con su sola presencia, la panista ya había violentado el acuerdo de los ediles rebeldes, que además del PAN sumaban a ediles de Morena, el Partido Sinaloense y el Partido del Trabajo; pero no se conformó con eso, a la hora de la votación levantó el dedo y se sumó a la cargada priista.
El fondo de la polémica por las elecciones de síndicos y comisarios es muy sencilla, a los priistas les interesa realizar las elecciones lo más pronto posible, para contar con lideres afines y asegurar su apoyo para las elecciones del 2018.
En cambio, la oposición le apuesta a retrasar lo más que se pueda la elección, porque calculan que entre más se acerque esa elección al proceso que renovará al Presidente del País, los priistas llegarán más debilitados.
Por lo pronto, el líder de los panistas en el Cabildo mazatleco, Enrique Calderón Lizalde, reveló que habían acordado la estrategia con la regidora, pero a pesar de ello terminó apoyando a la fracción priista.
Calderon Lizalde la hizo responsable de la aprobación del nuevo Reglamento del Gobierno Municipal que ya había sido rechazado en la más reciente Sesión Ordinaria de Cabildo, y que sin deberla ni temerla, fue sometido a votación nuevamente por los priistas y aprobada por todos los regidores ahí presentes.
Por lo pronto, los panistas se alistan para denunciar a su compañera ante el Presidente Estatal del PAN, Sebastián Zamudio Guzmán, inaugurando una nueva crisis interna.