Cuando el PAN parecía estar muerto dio señales de vida y disciplina.
Tras años de saqueo y destrucción del Partido Acción Nacional en Sinaloa hasta quedar casi nulo, el liderazgo de Juan Carlos Estrada Vega le está dando un respiro y es que los panistas están aprendiendo a cerrar filas por una causa y no pelearse, contradecirse o ignorarse unos a otros como en el pasado.
Ahora los albiazules desde diversas trincheras se unieron para que sea obligatorio el uso de cubrebocas en Sinaloa.
La causa la empezó a impulsar el Diputado federal, Carlos Castaños Valenzuela, un mes después se le unió el Regidor, Eusebio Telles, y por último el dirigente estatal, Juan Carlos Estrada Vega.
Cada quien desde su asignación cerró filas para presionar al Gobierno del Estado y a los gobiernos municipales para que implementen esta medida.
Además, Estrada Vega está dando voz y visibilidad a dirigentes en municipios donde la prensa no los alcanza, como Navolato y Cosalá.
Con ello, de cara al 2021 el PAN da señales que puede recuperarse, tal vez no para esta elección, pero puede llegar a reconstruir un partido que dejaron en ruinas.
Ya hay una iniciativa
Y como si se pusieran de acuerdo, también el Partido Sinaloense le entró al quite con eso del uso obligatorio del cubrebocas y ayer la bancada presentó una iniciativa en el tema.
Fueron, la Diputada del Partido Sinaloense, Angélica Díaz de Cuén; y el Secretario General, Víctor Antonio Corrales Burgueño, quienes presentaron una Iniciativa de decreto para reformar la Ley de Salud y la Ley de Responsabilidades Administrativas de Sinaloa.
La iniciativa busca que durante el tiempo que dure la pandemia sea obligatorio el uso de cubrebocas, mascarilla o cubierta facial en lugares públicos.
Además, incluye, entre otras cosas, la obligación de las autoridades de Salud y de los Ayuntamientos a proporcionarlas de manera gratuita.
La iniciativa establece sanciones a servidores públicos que durante sus funciones no lo usen. Ahí les hablan a varios que se la dan de vivos y no usan el cubrebocas.
En fin, le decíamos ayer que el aditamento llegó para quedarse, cuando menos mientras dure la pandemia y ya esté lista la vacuna.
¿Obligatoria?
La propuesta de los panistas y el Partido Sinaloense sobre hacer obligatorio el uso de los tapabocas se escucha muy bien, pero llevarla a la práctica es otra historia.
Lo primero que hay que revisar es la forma en que una medida de este tipo se puede hacer obligatoria y que no se convierta en un problema social.
Uno de los defensores de invitar a las personas a que respeten las medidas sanitarias, pero que se ha negado a hacerlo de manera obligada es el Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Resulta que obligar a la ciudadanía a hacer tal o cual cosa resulta fácil hacerlo en el papel, pero conlleva un sinfín de riesgos, y para muestra basta recordar lo que sucedió en Jalisco, donde el Gobierno estatal hizo obligatorio el uso de los tapabocas y los policías terminaron golpeando a un ciudadano que no lo portaba, provocándole la muerte.
Y al contrario, si esta medida no es obligatoria, entonces estaremos del otro lado, donde no hay forma en que realmente puedas hacer que algunas personas respeten la regla.
La estrategia
Le ha funcionado al Ejecutivo desgastar al Legislativo, se demostró con las discusiones que se generaron respecto a la propuesta para ocupar el cargo de Directora General del Ismujeres y ahora con lo de las cuentas públicas, donde el Congreso se ha convertido en un verdadero campo de batalla.
Lo que se habla poco es de los 77 millones de pesos que el Gobierno estatal tiene en observaciones y muy en ello la auditoría le aprobó con todo y estos montos en pliegos de observación.
Entre que se entregaron apoyos financieros por el concepto de ayudas sociales a grupos agrícolas liderados por un diputado del PRI, Faustino Hernández, o que Administración y Finanzas condonó impuestos a la IAP de una de las dueñas de un medio de comunicación de Sinaloa.
Entre los fines y diretes en los que se han metido entre la ASE y Congreso, el Ejecutivo se los lleva al baile.
Fiesta sin final feliz
Inició Mazatlán otra fiesta, la fiesta del futbol profesional. Y lo hizo a su estilo, con música de banda, fuegos artificiales y un estadio considerado entre los mejores cinco del País.
Incluso los jugadores pusieron de su parte y desplegaron un buen futbol, pero al final no les alcanzó para el triunfo.
La apuesta del futbol en Mazatlán, más allá de lo deportivo, el efecto en las masas y el impacto económico que pueda provocar en el puerto, es ante todo otra forma de promoción.
Pase lo que pase con el futbol, Mazatlán ya lleva meses en boca de todo el País, y ahora estará cada fin de semana en los comentarios deportivos.
Mientras tanto el sector turístico mazatleco comienza a recuperarse poco a poco.
El regreso del avión
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a sacar el avión presidencial de la chistera para seguir dominando la conversación pública.
La buena noticia es que parece que ya tiene un par de compradores, ojalá y que alguno terminé comprándolo, para ver el final de esta larga telenovela que amenaza con mantenerse como una larga pesadilla.
La mala noticia que dio tiene que ver con los cachitos de 500 pesos, con los que intenta el Mandatario juntar algo de dinerito para pagar los gastos del mentado avión.
Resulta que los mentados cachitos no más no se venden, después de varios meses de haber salido a la calle, apenas han conseguido colocar el 25 por ciento de ellos, una cifra realmente baja.
Nomás falta que ni eso le salga bien al tabasqueño, que en medio de la pandemia, anda tratando de vender unos cachitos que son para una rifa donde siempre no se va a entregar el avión que andaban rifando, y que ahora aseguran que pronto venderán.
La verdad es que cada vez nos cuesta más trabajo creerles algo a nuestros políticos.