Quienes están haciendo gala de doctorado en Negociaciones Políticas en el actual proceso electoral son los partidos morralla, mejor conocidos como “La chiquillada”.
Serán, de facto, ooootra vez, los ganones de un sistema de partidos en crisis.
Al final, las principales fuerzas, PRI, PAN y Morena, tendrán que ceder posiciones importantes a partidos, algunos en extinción, como el PT, PES, Verde, Movimiento Ciudadano y hasta el PRD, en el caso de Sinaloa. Y algunos hasta se ponen los moños.
Resulta que desde hace un par de semanas los del Partido Verde traen en vilo al Revolucionario Institucional, con una posible ruptura, si el tricolor no les concede sus pretensiones.
Y aunque los dirigentes del partido del tucán hablan de “diferencias” por programas ecologistas, el trasfondo del estire y afloja tiene que ver más bien con una exigencia de más candidaturas en posiciones clave.
Ya anunciaron su salida de la coalición de Sinaloa y Oaxaca si no les cumplen sus pretensiones.
Nos dicen que el PRI-sistema está más que arrepentido de haberles dado, por años, tanques de oxígeno a partidos satélite como el Verde.
Y es que, a la hora del reparto, los chiquillos van a la segura, con la asignación de espacios, desplazando a militantes de carne y hueso.
Este es el trasfondo real de la tan anunciada ruptura del Verde con el tricolor en Sinaloa, por lo pronto, en las 18 alcaldías.
A estas alturas, al PRI no le queda más que “aflojar” y sentarse de nuevo, para evitar que las siglas del tucán aparezcan solas en los municipios.
Y no es porque éstas tengan liderazgos de arrastre, sino saben el efecto disuasivo que genera ir por separado a las urnas, en una contienda que se antoja compleja, difícil y competitiva.
En escenarios como éste, dirán los del Verde, “amor con amor” se paga. Y dar amor cuesta… y muy caro.
Listos para repartirse el botín
En el PAN está todo listo para que este viernes se decidan las candidaturas al Congreso de la Unión.
Se espera que los “rebeldes” o “desplazados” vuelvan a alzar la voz, como ya lo hicieron estas últimas semanas.
La inconformidad azul es por la forma tan alevosa en la que se repartieron las candidaturas a puestos de elección popular y las pluris.
La familia y los amigos predominaron en las designaciones que, por lo que se ve, no tienen vuelta de hoja. Las candidaturas locales, nos informan, se verán la próxima semana.
Ruedan cabezas
Y el escándalo “tronó”. Luego de la denuncia por acoso, difundida en medios locales por parte de dos mujeres contra el Director Operativo del Centro de Comunicación, Cómputo, Control y Comando, el Gobernador del Estado destituyó a Concepción Gutiérrez Damián.
Minutos después, la Secretaría de Seguridad Pública anunció a Claudia Paola Armienta Soto como la funcionaria que desde ayer ocupa el cargo.
Y anunciaron además que la Fiscalía investigará el caso de presunto acoso.
“Es preciso mencionar que la Fiscalía General de Justicia será la instancia encargada de realizar las investigaciones correspondientes, de las acusaciones realizadas en contra de dicho funcionario; por lo que la Secretaría de Seguridad Pública será respetuosa de las determinaciones a las que arribe referida instancia”, dice el comunicado emitido por la Secretaría de Seguridad.
El caso llegó ayer hasta el Congreso del Estado, ya que integrantes de la Diputación Permanente exigieron investigar de manera responsable las denuncias de acoso y hostigamiento sexual interpuestas por las trabajadoras del C4.
Merary Villegas Sánchez, coordinadora de Morena, condenó la situación.
En ocasiones, señaló, este tipo de sucesos no son denunciados de manera formal por la desconfianza que existe en quienes están al frente de las instituciones o de los órganos internos encargados de investigar los hechos.
Y por lo pronto ya rodó la primera cabeza; ahora la investigación debe ser precisa y deslindar cualquier responsabilidad.
La crisis hospitalaria
No es un secreto la agonía que viven los servicios de salud en el estado, pero alguien tiene que tomar el toro por los cuernos.
Parece que nadie le quiere entrar, luego del desaseo y corrupción que se asentaron en el sexenio de Mario López Valdez.
El estado crítico del Hospital General de Mazatlán ya alcanzó niveles de alarma.
Los cientos de derechohabientes que van por medicamento, son recibidos en la farmacia con un “venga la próxima semana”.
Aunque ya se construye el nuevo hospital, aún faltan por lo menos dos años para que esté operativo, ¿pero mientras tanto? Ésta es la pregunta que se hacen los usuarios del nosocomio.
La historia es la misma en todo el País, los servicios de salud se han convertido en uno de los más grandes agujeros de corrupción, donde el saqueo comienza en las oficinas superiores y continúa en todos los niveles.
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