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"Opinión"

"La carencia de proyectos"

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25/01/2020

    Cuauhtémoc Celaya Corella

    celayacorella@hotmail.com

    Antes de iniciar Inge, qué jalada de los cabellos la del Presidente y su rifa del avión. Increíble. Si creíamos que después de Fox, no iba a subir al centro ceremonial otro que lo superara, nos equivocamos. Incluso quienes están en estado hipnótico y le aplauden sus distracciones, tal vez duden ya, si llevaron al poder a un Presidente, o a un remedo de Presidente. No ahondaré mucho al respecto porque ya todo está dicho por colegas y no colegas.
    Si era la risa del mundo, ahora es la carcajada. Con razón se fue Evo, antes de que lo contaminaran.
    Apenas transcurren 25 días y ya el FMI reduce la expectativa de crecimiento de México para 2020 de 1.5 a 1 por ciento. Esto es como decirnos, si siguen como van, otro año más sin crecimiento económico. Y es que en lugar de seriedad hay distracción y el juego de la política en los gobiernos estatales no es para desarrollar a un estado y crecer como tal, sino para ver quién compite por ser el mejor Gobernador en las redes sociales, quién es más visto desde el centro del país, y cómo acomodar las fichas para que salga como sucesor aquél en quien tienen sus complacencias, y buscar el aval de Morena.
    Los partidos otros, no tienen presencia y no tienen tampoco proyectos. En doce meses, un país de 130 millones, está sujeto a los dictados de un hombre, hábil para manipular y con un carisma hipnótico que no deja espacio para el razonamiento. Se caen los pilares que soportaron un andamiaje sociopolítico y económico, y las feroces voces de centro e izquierda, antes lacerantes en sus críticas, hoy son dóciles corderos dispuestos hasta el sacrificio, si con eso complacen la quietud en que se quiere colocar a un pueblo, antes defensor de sí mismo y sus derechos.
    Una anemia moral es lo que priva. No hay proyecto con visión de futuro, salvo los mismos de siempre, que siempre han entendido que para ello, como dijo el Señor Slim al final del cuarto informe, “No es necesario el crecimiento económico”, mientras él siga almacenando en las gavetas de sus empresas, contratos asignados para obras.
    Hay un turismo que hace cada gobernador, para buscar por dónde canalizar sus esfuerzos para provechos particulares y no para provechos generales de una población que siente que algo pasa en las calles, porque no hay ventas. No levanta la economía, y la economía no constituye el gobierno, la constituyen las empresas.
    Miles de empleos perdidos en 2019, una pobreza que se ha conservado y a la cual se ha sumado la nueva pobreza que con becas y entregas de dinero bimestral, no es combustible suficiente para que los engranes de la producción avancen. Mientras tanto seguimos conservando el alto consumo de los productos asiáticos, y los canales de distribución al vender esos productos, sangran los flujos de dinero que deberían ser el alimento a las inversiones sinaloenses y mexicanas.
    México avanza a escenarios propios para convertirse en un protectorado norteamericano, o bien, rebelarse ante ellos y caer en las luchas intestinas entre migrantes, entre desplazados por la violencia, pasillo por donde los enervantes sudamericanos y mexicanos avanzan hacia su destino de consumo.
    Un país que se desangra, mientras por la mañana se distrae con espejitos de colores, en donde se afirma que “van bien” pero no dicen a donde van, y sienten que dentro de sus planes, que no son los de la sociedad, las cosas para ellos marchan. Toda la culpa viene del sexenio de Calderón y el hipnotizado pueblo lo cree.
    Qué triste despertar le espera al pueblo bueno, que le gusta el engaño, ser manipulado, y cree que un día todo le será gratuito porque hay un abuelo pastor que velará por él y le resolverá sus problemas. Es su sueño celeste.
    Bastaron doce meses para que un pueblo fuerte, de linaje fiero, fuera sometido a través de leyes que se modificaron para evitar que proteste, que grite las arbitrariedades posibles que puedan sucederle.
    Hoy, hay una marcha, otra más de la larga cadena de marchas que, sin duda, desde dentro de Palacio les dirán que los manipulan los de siempre, los que ahora se sientan a la mesa del de siempre, que provienen del pasado y que no habrá corrupción, porque solo tiene derecho a ser corrupto quien la barre de arriba abajo, como se barre la escalera. Y, hasta ahora, no es corrupto, y quienes lo fueron tienen el perdón. Menos García Luna, que apenas comienza su proceso judicial, y en México ya ha sido declarado culpable por la 4T.
    No hay salida posible, los atajos están bloqueados con nuevas disposiciones legales, con ausencia de leyes secundarias, con presiones y amenazas, y lamentable las escenas de violencia urbana que se ven en las pantallas televisivas, zafarranchos entre una población desesperada y la autoridad operativa de los operativos. A eso Inge, súmale la nueva ola migratoria. El muro humano del vecino del norte, vuelve a proteger los territorios del Tío Sam.