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El documento llegó filtrado de manera anónima, lo mandó “el pueblo” según la narrativa expuesta en la mañanera, se trata de un “plan” para derrotar a Morena en las elecciones intermedias de 2021. Es la oposición de AMLO y lo denominaron Bloque Amplio Opositor, la “BOA”, un nueva invención del Presidente.
Habría que tener en cuenta el discurso del Mandatario en Minantitlán, Veracruz, en donde dijo fuerte y claro: “Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, no es tiempo de simulaciones, o somos liberales o somos conservadores. Se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país”. Un par de días después aparece la BOA.
No valdría mucho la pena hablar del panfleto presentado por Jesús Ramírez, contiene la supuesta “conspiración” de 12 puntos de la que tanto se habló en días pasados. Lo interesante es ver como el Presidente tiene identificado a quienes considera sus enemigos y la forma en que procederá contra de ellos.
Empresarios, periodistas, activistas, académicos, influencers, magistrados de la corte, ex presidentes, gobernadores, consejeros electorales. Fueron declarados abiertamente enemigos de la cuarta transformación. Los involucrados son exactamente aquellos a los que días antes les mandó decir: “conmigo o en contra de mi”.
En febrero de 2019, Andrés Manuel volaba alto en las aprobación de los mexicanos, 81 por ciento aceptación contra 14 por ciento de oposición desaprobatoria. En marzo de este año apenas alcanzaba un 60 por ciento una estrepitosa caída de 20 puntos en 13 meses. A un año de las elecciones intermedias era necesario para su equipo replantear la estrategia y preparar las bases de simpatizantes para la próxima contienda electoral. Y la mejor manera de provocar afinidad con la causa del tabasqueño, es profundizando los antagonismos y generando la mayor polarización con los opositores.
A diferencia de lo que algunos suponen, Morena no tiene un voto duro. El voto duro para efectos de la Ciencia Política se define como un voto fiel y constante, no susceptible a cambios en por lo menos tres elecciones seguidas. Los duros, son votos muy parecido al de las aficiones fieles del futbol o beisbol, “en las buenas y en las malas”, “en los triunfos y fracasos”, “en los aciertos y en los errores”. Morena lo está tratando de construir, pero no quedará listo para las elecciones venideras.
Esto no quiere decir que el partido del Presidente no tenga fuerza, por supuesto que la tiene, es un movimiento poderoso que aglutina múltiples intereses nacionales y regionales. Con el poder de la nómina y los programas sociales Morena mantendrá triunfos electorales importantes pero no será aquella fuerza invencible que se suponía a inicios de sexenio. Perderá varios distritos pero todo apunta para que mantenga mayoría en San Lázaro.
Y esos “momios” de posibilidad son los que están en juego, los prospectivistas electorales buscan afanosamente tener las ecuaciones cerradas para el 2021, pero a exactamente un año, las variables siguen moviéndose de forma atípica.
A juicio de este politólogo, estos serán los cuatro puntos más importantes para intentar trazar escenarios electorales predictivos rumbo 2021. A) Lo que resulte de la pandemia repercutirá en el ánimo del elector, así en términos nacionales como en gobiernos estatales, principalmente en indicadores como defunciones y contagios. B) El impacto económico local y regional, el comportamiento de índices de empleo y desocupación en las principales ciudades del país. C) La seguridad de las familias y los entornos de paz y D) La capacidad de la oposición al Presidente para articular alianzas locales específicas, es decir; el entendimiento de los grupos y partidos políticos nacionales de que los únicos distritos que se pueden ganar son aquellos donde las fuerzas o liderazgos locales tiene apuntalada una estructura o un trabajo electoral previo.
Y sí, efectivamente, tal como lo dice el documento de la BOA, que la competencia distrital sólo sea entre el candidato de Morena y la alternativa de la oposición más viable. En eso tiene toda la razón mi tocayo Ramírez. Luego le seguimos…