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"Opinión"

"La apuesta de Imelda Castro"

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    alopez@noroeste.com

    Este viernes pasado, la senadora de Morena, Imelda Castro, rindió su segundo informe de actividades legislativas. Fue un evento diferente de lo acostumbrado por la clase política sinaloense. Al menos en muchas de las formas que, en política, esconden otros fondos más relevantes.

    Con los protocolos de sana distancia, cubrebocas y al aire libre en el Jardín botánico de Culiacán, Imelda y su equipo hicieron un informe que arrancó como reloj suizo y evidenció la impuntualidad de la clase política que se fue agregando conforme el evento avanzaba.

    Los invitados fueron la clase política local y federal de Morena, líderes de la sociedad civil y organizaciones empresariales, medios de comunicación y empresarios. La convocatoria se cuidó en cantidad y fue obvio que se buscaba pluralidad más que oficialismo.

    Ya en el contenido, Imelda destacó en un mensaje breve su trabajo legislativo en favor de la política social de la autodenominada Cuarta Transformación, las reformas en materia de etiquetado frontal de alimentos, la revocación de mandato y la consulta ciudadana, así como la eliminación de la condonación de impuestos a grandes empresas. Al final, dijo (y parafraseo): “Se acabó la política del toma todo y toca ahora jugar al juego de todos ponen”.

    En un acto inusual, el informe de la Senadora fue respondido por el joven empresario Germán del Rincón, nieto de Jorge del Rincón Bernal, connotado panista y (aclaración) uno de los fundadores de Noroeste hace 47 años. Cito en extenso la que me pareció su frase más destacada: “Porque vivimos en un país donde si no tienes dinero no estudias, pero si te enfermas y no tienes contactos te mueres, como la pandemia nos ha demostrado tristemente, tenemos mucho que cambiar. Vamos apostando por un agenda de reencuentro, de coincidencia y de concordia que permita a Sinaloa ser base para una transformación positiva y duradera. Construyamos los mecanismos e incentivos para recuperar la inversión y generar certidumbre a los empresarios para reactivar la economía y generar valor y talento para Sinaloa”.

    Conozco a Imelda desde que su voz crítica resonaba en el Congreso del estado y se que nunca ha sido adepta a las grandes faramallas, pero en esta ocasión el mensaje todo del evento era uno: Imelda Castro apuesta por la candidatura de Morena a la gubernatura de Sinaloa.

    Con una larga trayectoria en la izquierda crítica de Sinaloa y aliada local de las causas que ahora la Cuarta Transformación rehuye desde lo federal; como la agenda LGBT, la regulación de las drogas y la pacificación por la vía civil, la senadora Imelda Castro hace un guiño al sector productivo y empresarial del estado, tan agraviado por la incertidumbre y el maltrato del presidente López Obrador que un día sí, y otro también, enfila en dichos y actos contra la iniciativa privada de México.

    No lo tiene fácil en ese sentido. Construir una candidatura ganadora por Morena pasa por superar el primer obstáculo: ser ella la abanderada del partido-movimiento en lugar de quien ya se se hace con ese título, su compañero de fórmula, el senador Rubén Rocha Moya, un político de larga experiencia y con fuertes relaciones tejidas en toda la clase de poder sinaloense; sobre todo la priista, para la que ha trabajado por muchos años.

    En torno a Rocha Moya se agrupan ya diversos grupos de poder morenistas y no tan morenistas, pero no queda claro si el de Batequitas tiene ya el visto bueno del presidente López Obrador, con quien presume una cercanía no demostrada. Diversas voces al interior de Morena me han manifestado versiones contradictorias: desde que el presidente no se mete para nada, hasta que él palomeará esa lista nombre por nombre.

    Otro factor queda en el aire que podría jugar a favor de la senadora Castro: si Sinaloa será uno de los estados elegidos por su partido para competir con una candidata mujer, lo que le dejaría el camino libre para construir un proyecto incluyente y plural al interior del mismo Morena. Un proyecto de izquierda moderada dentro de un movimiento de “izquierda” bastante sui generis.

    De ser elegida como candidata, superando las aspiraciones de Rocha Moya y de Luis Guillermo Benítez, Imelda Castro tendría a favor el posicionamiento ganador de Morena en las encuestas y el desgaste que todavía se percibe en las marcas PRI y PAN para la elección 2021. En contra tendrá el amplio control político y la alta aprobación del gobernador Quirino Ordaz, que compite incluso con la del presidente López Obrador en el estado según encuesta Mitofsky; así como la actuación de grupos de poder político-empresariales que, preocupados por el actuar del presidente López Obrador y decepcionados del errático desempeño de los alcaldes de Culiacán, Los Mochis y Mazatlán, no quieren ver a Morena gobernando Sinaloa y se sentían más cómodos en la anterior usanza política.

    Ya al final del informe, en la pantalla de video se proyectaron algunas felicitaciones a la senadora Imelda Castro. Sin duda, el más emotivo fue el mensaje de su madre; pero en lo político destacó el de la diputada Tatiana Clouthier, invitando a Imelda a crecer en otros horizontes y llamando al tiempo de las mujeres en Sinaloa. El destape está ahí, que lo lea quien sepa leer.