Se dice que la juventud no sólo es biológica, sino mental. Ese será el caso de Ricardo Aguilasocho Rubio como el primer magistrado anticorrupción en la historia de Sinaloa.
El también notario fue designado para ese cargo recién creado por mayoría del Congreso sin considerar que está por cumplir 65 años y que, por ley, tendría que retirarse de manera forzosa a los 70, es decir, no concluiría los 7 años que dura el encargo.
Los diputados “no se equivocan”, como se sabe, siempre tiene el pretexto para todo.
Por ejemplo, Irma Tirado, presidenta de la Junta de Coordinación Política, defiende que estudiaron las “credenciales” de Aguilasocho de tal forma que se valoró su experiencia.
Y en efecto, como el mismo abogado dice, ha vivido una trayectoria por el servicio público en los tres niveles de gobierno, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿tendrá la visión actualizada, moderna, fresca, en materia anticorrupción?
O, por el contrario, ¿su formación no estará impregnada de los viejos vicios que, precisamente, buscan combatirse con el Sistema Estatal Anticorrupción?
Eso es lo que el nuevo magistrado tendrá que demostrar durante su ejercicio.
Y en el fondo, los que no valoraron la trascendencia de la creación del cargo recién creado, magistrado anticorrupción, fueron los propios legisladores.
A pesar de la expectativa positiva que hay en torno al SEA, los diputados no designaron como ese “gran juez” a alguien con un perfil moderno, vanguardista del derecho en asuntos de corrupción y conflicto de interés.
Optaron por alguien formado en el sistema que busca combatirse. Y eso ya no huele bien.
Así que no es por su edad biológica por lo que Aguilasocho no era el mejor perfil, sino porque su formación intelectual fue dentro de ese sistema.
De esa experiencia es lo que ya no queremos.
Deshojados
por Margarita
Los panistas sinaloenses de a pie están molestos con la cúpula blanquiazul.
Están enojados porque dejaron que Margarita Zavala se fuera de Acción Nacional.
Nos cuentan que aquí, la ex Primera Dama era la carta de los militantes del PAN para la candidatura a la Presidencia de la República, pero pos ya se fue. Seguro jalará algunos votos, pero el caso es que sí ya hay un divorcio entre dirigencia y base panista y hoy esta separación se agudizó más.
“No sé a favor de quién estará el estatal, yo estoy ahí”, dijo Rafael Morgan, quien apoya las aspiraciones independientes de Zavala sin renunciar al PAN.
“Lo cierto es que una cosa son la estructura, los comités estatales y otra la membresía, la base, en donde hemos encontrado mucho apoyo e inquietudes, y seguimos trabajando con ellos”.
La crisis del PAN alcanzó su cúspide cuando los ex dirigentes dejaron de ver por la institución para buscar favores personales con el ex Gobernador Mario López Valdez y del ex Secretario General de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros.
Lo que hoy se ve, por ello, no sorprende.
El cargo inventado
Después de su renuncia, en marzo pasado, como Director Jurídico del Ayuntamiento de Mazatlán, Guillermo Quintana Pucheta, aseguró que se integró a la misma área, pero en Gobierno del Estado.
De manera extraoficial se supo que le “inventaron” un cargo gestionado por su tío, el Alcalde, Fernando Pucheta Sánchez.
En sus declaraciones asegura que es representante legal del Estado en la zona sur, y es cierto, pero en documentos en poder de Noroeste consta que su cargo no aparece en el organigrama del Estado, que sí lo sumaron al equipo, pero en un cargo más que inventado sólo para él.
Que su responsabilidad es atender asuntos específicos de la zona sur, lo curioso es que fue contratado por el Estado mientras en Mazatlán está siendo investigado por nepotismo, una denuncia interpuesta por regidores de oposición.
Peor tantito, su expediente está “blindado” por cinco años, el Comité de Transparencia de Mazatlán acordó reservar hasta 2022 toda la información sobre su expediente, de ese nivel es la protección de su tío.
Al “sobrino incómodo” le inventaron su cargo, le pagan con recursos públicos y le permiten apoderarse de las oficinas del Ayuntamiento, de la que guste, porque se adueña del espacio que quiere para demostrar un poder que pocos le reconocen, más bien es conocido por su prepotencia.
La ‘nueva función’
En la administración pasada, la directora del Instituto Municipal del Deporte en Mazatlán, Mónica Coppel, se encargó de cumplir al pie de la letra su función, pero en este Gobierno municipal cambió “la pichada”, sus funciones parecen otras.
Desde enero pasado ya no se ve impulsando el deporte, ahora se dedica a echarle aire al Alcalde, Fernando Pucheta Sánchez, en sus recorridos por colonias.
Sí, en cada zona ella es la encargada de sentarse cerca con su inseparable abanico negro, lista para que el Alcalde no sienta calor.