La indignación se apoderó ayer de las redacciones de todos los medios, el temor entre los compañeros periodistas se hizo patente: un comunicador ha sido asesinado, así, sin más, llegan y le disparan hasta acabar con su vida cuando salía del medio donde trabajaba.
Javier Valdez Cárdenas, periodista, escritor, cronista, reconocido con premios internacionales, creador de varios libros sobre narcotráfico, desapariciones y violencia.
Y la pregunta ¿hasta cuándo? ¿qué esperan las autoridades para frenar esta ola de violencia que ha dañado todos los sectores de la sociedad?.
Desde hace unos días diversos sectores han exigido un alto a esta masacre que vivimos día con día los sinaloenses, ya no hay sector que no haya sido tocado por las balas: abogados, maestros, estudiantes empresarios, políticos... y lo que les faltaba en su mensaje de sangre, de demostración de fuerza de ver quién manda en el Estado, un periodista abatido por las balas.
Su labor
Javier Valdez Cárdenas siempre fue un escritor combativo, fiel a su manera de informar, de expresarse, de recoger los hechos para darlos a conocer, cumpliendo con otorgar el derecho que tienen todos los ciudadanos a ser informados, esos ciudadanos que merecen la verdad.
Tuvo sus inicios en noticieros de televisión, fue reportero de Noroeste, corresponsal de medios internacionales, activista en pro de los derechos humanos y en defensa del trabajo periodístico, crítico de la impunidad imperante en los asesinatos de sus compañeros.
Si algo tienen en común los asesinatos de comunicadores es que no hay castigo. A las autoridades no parece importarles solucionar, investigar dar con los responsables de crímenes contra quienes sólo buscaron ser los portavoces de la ciudadanía, de informarse e informar a los ciudadanos.
En su labor periodística, Valdez Cárdenas recogió lo suficiente para escribir varios libros sobre los temas de seguridad y narcotráfico como “Malayerba”, “Miss Narco”, “Levantones. Historias reales de desaparecidos y víctimas del narco”, “Huérfanos del Narco”, “Con un granada en la boca” y “Narcoperiodismo”.
Hoy, el periodismo está de luto, el grito de ¡Ni uno más! se alza más que nunca.
Podrán haberlo matado estos delincuentes, pero su legado está ahí y seguirá teniendo voz, eso no lo podrán callar nunca.
El mensaje
del miedo
Para el columnista y analista Alejandro Sicairos en Sinaloa no existen las garantías necesarias para hacer periodismo.
“La muerte de Javier Valdez es un ataque directo y certero al periodismo porque desde toda la vida, desde chavo que yo lo conocí, se dedicó al periodismo, de varias trincheras, de televisión, de medios impresos, a través de libros que escribió, llevó esa voz de la gente aterrorizada de Sinaloa, esa gente indignada por el narcotráfico, lo llevó a varias partes y foros internacionales. Donde pudo hablar lo dijo: ‘los periodistas estamos con el arma en la sien todo el tiempo’”, recordó.
Para Eduardo Valdez Verde, director del Sol de Sinaloa, el asesinato con armas de fuego del que fue víctima Javier Valdez Cárdenas es un mensaje de miedo que envía la delincuencia a la sociedad.
“Es un mensaje de miedo, de decir quiénes son los que mandan aquí. Y ya sabemos que los que mandan no es la autoridad, por desgracia. Quienes tienen control, quienes tienen la ley del plomo, la ley de las armas, pues son los delincuentes: tipos que llegan a plena luz del día justo al mediodía, en el Centro de Culiacán, con total impunidad llegan, asesinan y se escapan”, evidenció.
“Y no hay quienes detengan, no hay un cerco policiaco, no hay una cámara que ubique la fuga. No hay nada, no hay nada. Estamos en completa indefensión”.
Y del Gobierno
el mismo mensaje
Y de parte del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, el mismo mensaje, que se le ha vuelto rancio de tanto repetirlo, según él, el estado no ha sido rebasado por el crimen organizado.
Ordaz Coppel defendió que la situación de violencia no nació en su Gobierno y que en años como en el 2011, se registraron más homicidios.
Detalló que en su Gobierno se está trabajando para brindar seguridad a los sinaloenses, prueba de ellos es la llegada de militares al Estado; sin embargo, en lo que va del año, han asesinado a más de 500 personas.
“Es un proceso de tiempo, no estamos rebasados ni mucho menos, lo que sí digo es que no es una situación que nació ayer, esto viene de mucho tiempo atrás”, excusó.
Y repetimos las preguntas que hicimos tiempo atrás, ¿qué pensó Quirino Ordaz Coppel cuando le dijeron que iba a ser candidato del PRI para gobernar Sinaloa? ¿Qué pensó cuando ganó las elecciones y se convirtió en el Mandatario de un Estado como Sinaloa?
Acaso sigue creyendo que gobernar significa pasearse por el estado, mientras los sinaloenses somos asesinados.