"Fase 4 del Covid: curar con mentiras. Aplanadores y domadores de ficción"
alexsicairos@hotmail.com
A cinco días de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la pandemia del Covid-19 fue domada en México, ayer el vocero federal para la actual emergencia nacional de salud pública negó que la pandemia esté sometida en el País o en el mundo, remarcando la brecha de credibilidad entre lo que el Gobierno dice y lo que la población hace. Y aquí vamos todos, a tientas, en el mismo camino infinito donde recién se extravió la fe en las instituciones del Estado.
Los mexicanos tocamos todos los días el virus de la mentira oficial que es el de mayores consecuencias por las esperanzas que mata. El gen del embuste le es tan consustancial a la acción política que inclusive sin él el servicio público no tendría razón de ser. Prueba de ello es que el médico eminencia investido como zar anticoronavirus, Hugo López-Gatell, sucumbe en la conversión de científico probo a funcionario seducido por las tentaciones de la fama pública.
La Patria tiembla por los efectos de la febril contradicción gubernamental, más que por la calentura que anuncia el arraigo de la infección por el SARS-coV-2. En principio, existen dos versiones que por las tardes aturden a los ciudadanos: una, las cifras de menores decesos y casos nuevos de contagios que lleva cada entidad federativa y, otra, las estadísticas que aporta Salud federal siempre con mayor incidencia a la que registran en el ámbito local.
De ninguno de los dos compendios de descoordinación e ineptitudes deriva el balance que certifique que el nuevo coronavirus ha sido domado. Es tan vigente la amenaza que las proyecciones de la Secretaría de Salud del Gobierno de Sinaloa anticipan un rebrote a finales de junio, como evidencia de que va para largo la estadía del virus entre nosotros. En la Ciudad de México se prevé que sea hasta septiembre, cuando el semáforo epidemiológico baje al color naranja y después al verde.
Urge que las secretarías de Salud hablen el mismo idioma en los contextos federal y estatal. De otra manera la transposición de un panorama sobre otro, uno que atempera lo local y propicia que la población tome confianza y, enseguida, el intimidante dato nacional que mantiene al alza el peligro y estropea el juego de semaforitos que se ofrece a las regiones del País como única respuesta del Gobierno central a los estados.
Además hace necesario que López-Gatell tenga que salir con frecuencia a explicar lo que López Obrador quiere decir. “Cuando hemos hablado, aquí parafraseo al Presidente cuando dice que estamos domando, nos referimos técnicamente al hecho de que la Jornada Nacional de Sana Distancia, que pertenece al mundo de la mitigación comunitaria, logró, y esto lo podemos constatar, que se redujera la cantidad de casos por día, y que en lugar de que se presentara una importantísima demanda de servicios hospitalarios, éstos se fueron difiriendo en el tiempo”, intentó aclarar luego de decir que no se está domando a la pandemia ni en México ni en el mundo.
Pero más allá de la analogía circense del domesticador y la fiera, lo que importa es crear conciencia ciudadana de que asoman cosas peores en materia de pandemia y crisis económica, si continúa la rebeldía social contra las medidas de prevención. En ciudades como Culiacán, que un día reporta la baja en fallecimientos y propagación y a las horas retoma incidencias que se creían superadas, la gente dejó de creer y, sin hacer lo que las instituciones determinan, la capital y los municipios de Mazatlán y Ahome seguirán durante días, tal vez meses, en alerta máxima.
La verdad es que los ciudadanos le están perdiendo el miedo al Covid-19 porque las autoridades que lanzan llamados a ser precavidos son las primeras en violar tales disposiciones. Por ejemplo, el Monitor Covid Sinaloa, implementado por Transparencia Mexicana, Iniciativa Sinaloa, Observatorio Ciudadano de Mazatlán, Consejo Consultivo de la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública, Coparmex Sinaloa, Consejo Ciudadano de Vigilancia y Transparencia de Ahome y Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, exhibe que solamente 5 municipios tienen una página en Internet para informar y darle seguimiento a la pandemia y los 13 restantes no la han implementado.
¿Acaso no es una burla el hecho de que Culiacán, Mazatlán y Navolato, que son las zonas más golpeadas por el virus de Wuhan, además de Badiraguato, Concordia, Cosalá, Choix, Elota, Escuinapa, El Fuerte, El Rosario, San Ignacio y Sinaloa obvien esta herramienta tecnológica de orientación a los sinaloenses? Quienes sí cuentan con ella son Ahome, Angostura, Guasave, Mocorito y Salvador Alvarado.
La narrativa federal que decreta más espejismos que soluciones es repetida por los responsables de la salud pública de los gobiernos estatales y municipales que la identifican como la operación perfecta para ellos salir bien librados. Al decir que le hemos ganado la guerra al Covid-19, mientras las víctimas siguen cayendo a la vista de todos, lo que en realidad reflejan es que les dejó de importar la vida y los medios de sobrevivencia de los ciudadanos, adelantando el pretexto de la negligencia pública como expiación de sus culpas.
Reverso
Lo de lavarse las manos,
Aplica a gobernantes,
Que viven en los pantanos,
Sin cubrebocas ni guantes.
Celebración
Inmejorable momento para reflexionar qué hacemos los humanos con el planeta en el cual nos tocó vivir. A propósito de que el 5 de junio se ¿celebra? el Día Internacional del Medio Ambiente, en Sinaloa la Fundación para la Conservación de la Biodiversidad, la Sociedad Botánica y Zoológica y la Secretaría de Desarrollo Sustentable abren una jornada de 25 días denominada “La hora de la naturaleza”. Pidámosle perdón al hábitat antes de que se decida a cobrarnos todos los agravios.