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"OPINIÓN"

"'Esa cosa no existe, es psicológico'"

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06/06/2020

    Arturo Santamaría Gómez

    santamar24@hotmail.com

     

    Esta fue la frase que me dijo un agente de Tránsito el pasado jueves.

    Resulta que cometí una infracción vial al estacionarme a la entrada de un estacionamiento -el cual estaba cerrado- que está enfrente del banco al que fui a sacar dinero. También había dos carros sobre el carril entorpeciendo el paso de los automóviles pero sus conductores partieron en cuanto los reconvino el agente y a ellos no los multó. Yo sabía que había violado un reglamento y al salir simplemente le dije: -La regué, ¿puedo pagar en línea? -No, tiene que ir directamente a las oficinas de Tránsito, pero hoy no puede ir porque están cerradas dizque por el virus que no existe. -¿Por qué dice que no existe, no se ha enterado de los cientos de miles de muertos que hay en todo el mundo? -Ya no vea tanta televisión, oiga; puras mentiras cuentan. Ese virus nada más es psicológico. -¿Cómo que psicológico? -Sí, depende usted si lo quiere creer, pero no existe. -¿Entonces por qué trae cubrebocas? -Pues, porque me obligan, pero nomás salgo de trabajar y me lo quito. -¡No puedo creer que diga eso! -Es que solo la gente sin educación se lo cree, ¿usted a qué se dedica? -Yo soy maestro en la universidad. -¡Uy, pues, peor tantito, ¿cómo es que cree en eso siendo maestro, y además se estaciona en un lugar prohibido? -Tiene razón en que no debería estacionarme en donde no debo y por eso le pregunté que si podía pagar en línea, pero ahora usted me dice que cómo es posible que siendo profesor “me crea lo del virus”. ¡No puedo creer que usted piense así!; pero de todos modos cuídese. -¿De qué?, usted es el que ya no debería dejarse engañar por mentiras, ni se estacione en un lugar prohibido.

    ¿Cuántos millones de mexicanos hay como este agente de Tránsito que dice convencido que el virus no existe? Los suficientes para que una reducida movilidad en las calles, la sana distancia, las exigentes medidas de limpieza no puedan cumplirse a cabalidad, y las metas de las secretarías de Salud no llegan conforme lo esperado.

    El día anterior, el periodista Ciro Gómez Leyva en su noticiero televisivo nocturno, al comentar el estado de la crisis sanitaria en México y haciendo un comparativo con otros países, concluye rotundo, sin cortapisas y casi literalmente como lo cito aquí: La ciudadanía ha cumplido, nosotros hemos hecho nuestra parte, ¿pero las autoridades, el Gobierno federal?

    Implícitamente estaba diciendo que los únicos responsables de la gravedad de la situación eran López Gatell y López Obrador.
    Lo sorprendente es que a lo largo de varias semanas, en el mismo noticiero, sin dejar de señalar día a día las múltiples carencias del sector público de salud, los múltiples errores y evidentes contradicciones del Subsecretario de Salud y del Presidente de la República en el manejo de la pandemia, al mismo tiempo nos mostraba numerosos reportajes sobre la negación de mucha gente a aceptar la existencia del virus y abundantes escenas de multitudes de personas en varias ciudades de toda la República desobedeciendo el llamado a quedarse en casa y solo salir para actividades imprescindibles.

    Es muy evidente que este periodista, como muchos otros en numerosos medios de comunicación, ha extraviado el equilibrio informativo sobreideologizando sus puntos de vista. Pero donde más falla, porque solo ve un aspecto de la realidad, es en el análisis que niega las evidencias que sus mismos reporteros muestran día con día. Todos los individuos, consciente o inconscientemente, poseemos una ideología, pero cuando la sobreponemos sistemáticamente a la información distorsionamos la realidad, tal y como lo hace Ciro Gómez Leyva y otros críticos; y como también lo hace López Obrador, en sentido opuesto.
    Si hoy en día nos encontramos en una situación sanitaria sumamente delicada no es tan sólo porque el Gobierno federal ha carecido de una conducción más acertada, lo que es indudablemente cierto, sino también porque hay otros factores centrales que explican esta gravedad: 1) la imposibilidad de millones mexicanos de quedarse en casa porque tienen que salir a la calle para sobrevivir; 2) porque hay otros cientos de miles de mexicanos, como el agente de Tránsito, el mil usos, el albañil y la changuera, a quienes he citado en estas páginas, además de muchos clasemedieros y capas sociales de más altos ingresos, que tienen un pensamiento mágico, fantástico, incrédulo, muy lejano de lo que sostiene el conocimiento racional, y que no actúan con la responsabilidad necesaria para situaciones extraordinarias como las que hoy padecemos. Es decir, México es una nación con tantas carencias estructurales, ya sea de empleo, dinero, capital social o conciencia civil; México es un país con tantas desigualdades sociales, que cualquier planificación gubernamental de largo alcance, donde se demande la participación de todos los actores y clases sociales, es casi imposible.
    La responsabilidad para salir de esta crisis sanitaria no recae tan solo en los diferentes niveles de gobierno, sino también en nosotros, como ciudadanos. Y, así como somos y estamos los mexicanos va a costar un inmenso trabajo.

     

    Posdata

    Ojalá el arribo de un club profesional de la Liga MX sirva para impulsar más este deporte porque los niños y jóvenes sinaloenses están especialmente dotados para el futbol. La cantidad de futbolistas profesionales nacidos en nuestro estado así lo demuestran. Desafortunadamente para Ricardo Salinas Pliego el futbol es solo un negocio, y el Gobernador Quirino Ordaz lo ve principalmente como un vehículo para promover el turismo, lo cual no está mal; pero lo más importante es fomentar a fondo el deporte, crear una “cantera”, como dicen los especialistas y arraigar los colores. Si no lo logran el club va a ser vendido nuevamente en poco tiempo y va a ser un mal negocio para los contribuyentes al erario público.