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Una vez murió Don Cleofas, llegó al cielo y fue recibido por San Pedro. ¿De qué murió usted señor? Le preguntó, aún asustado Cleofas respondió: Nombre San Pedro, fíjese que me agarró un aguacero, todo se inundó, y yo me ahogué.
Híjole!!!! Le respondió San Pedro, mientras en una esquina de su oficina un anciano decía... ESO VALE NADA.
Cleofas no hizo caso de la interrupción, continuó diciendo…se vino una ola, el agua tapó mi casa, los carros eran arrastrados por la corriente. En la esquina el anciano que escuchaba la historia volvía a repetir: ESO VALE NADA.
Después de varias intervenciones, Cleofas enojado le pregunta a San Pedro... ¿pues quién es este viejo metiche que no me deja contar mi historia?... San Pedro le respondió...ES NOÉ!!!!!
En México somos Noé, porque por años hemos manifestado la inconformidad electoral.
Honorables mexicanos han encabezado dignas luchas de protesta ante la falta de democracia en el País y sus luchas que se dieron en la calle, en las marchas y en las tomas de los recintos oficiales fueron acompañadas de mexicanos que creían en su líder. En el caso de Maquío Clouthier con un llamado a la resistencia pacífica y sin violencia estando él al frente, con peticiones y denuncias muy claras y específicas.
Las luchas de esos años consolidaron un nuevo esquema de participación cívica electoral, nuevas reglas de competencia que fueron arropadas por varios actores políticos, modificaciones de las autoridades electorales y las reglas para su funcionamiento, acceso a medios de comunicación y presupuesto para todos...íbamos muy bien.
Después vinieron las carpas, el exceso de presupuesto que terminó por minar los partidos políticos, los actos de vandalismo, los matrimonios políticos, las tomas del Congreso, los jaloneos en la toma de protesta, el voto por voto que después de realizarse no modificó el resultado... Sabemos que podemos ser Noé cada rato.
A los mexicanos no nos asusta saber que un recinto oficial es tomado, cuando no pasa un mes sin un acto de estos en la Ciudad de México, lo que llama la atención es el país donde sucedió, la reiterada manifestación de inconformidad del perdedor a la Presidencia, a quien no le prosperó recurso alguno que presentó en todos los estados.
Tirar la piedra de echar a la gente a la calle y esconder la mano al no ir por delante de quienes te apoyan, es un acto cobarde porque esto cambia el origen de la protesta, no hay una petición cívica de por medio, y más grave aún, el líder no está. La diferencia en las instituciones de Seguridad de Estados Unidos de América, es el alto número de detenidos a quienes de inmediato identificaron y fincaron responsabilidad.
Notable la determinación del Congreso (bipartidista) de reiniciar la sesión para certificar la elección, y el alto compromiso de muchos funcionarios que como fichas de dominó han venido renunciando. Ejemplar actuación de los funcionarios electorales (que son ciudadanos) para no prestarse a la alteración de resultados a pesar de la presión. Bien se dice que en política “quien no se deslinda a tiempo, no vale”... qué pena pues con mi compadre.