"Enredos de las actualizaciones Covid. Los insólitos datos del IMSS y la SSA"
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Llama la atención que en plena era de la digitalización de la información que permite sistematizar y difundir datos de manera rápida y confiable, dos de las principales instituciones de salud pública del País le abonen a la confusión que deriva de los llamados casos rezagados de contagios de coronavirus, que alteran la de por sí complicada asimilación pública de las estadísticas sobre la pandemia. De la sensación de mitigación se transita con giros bruscos a la percepción de que estamos peor.
Sucedió el martes en Sinaloa, el mismo día que se reactivó la actividad económica en agencias automotrices y negocios de los giros de calzado, bisutería, cosméticos y tiendas departamentales y 72 horas antes de que hicieran lo mismo los cines y otros sitios de recreación. De pronto, fueron adicionados 603 casos nuevos y 73 decesos a la cuenta del Covid-19 para echar a perder la ilusión de la estabilización de la curva endémica.
Se trata, la mayoría, de reportes que el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría de Salud federal confirman y actualizan en un solo día enmarcándolos en un lapso de tiempo, del 7 al 23 de junio en este caso, sin saberse con precisión en qué fecha ocurrieron y cómo se reflejan en el comportamiento histórico de la enfermedad. Eso sí, ocasionan el correspondiente impacto psicológico en la población que todavía trata de confiar en los indicadores gubernamentales cada vez más enredosos.
Lo extraño, por el avance tecnológico para el ordenamiento y despliegue de datos, es que el IMSS aparezca como el principal estrangulador de la realidad referente a la crisis sanitaria en la cual el conocimiento de la autenticidad es de vida o muerte pues con base a la medición convincente se adoptan decisiones de gobierno o de los ciudadanos que sean acordes a la gravedad o levedad del impacto del SARS-CoV-2.
Por fortuna este desparpajo en las tendencias deja de causar alarma en los sinaloenses y son materia más propicia para la chunga. El salto increíble que dieron el 23 de junio los indicadores sobre coronavirus no es el primero ni será el último y por más justificación metodológica que presenten las instituciones de salud, la población ya aprendió a interpretar a su manera los dislates y crea el olfato cívico que prescinde de la versión oficial.
Lo que podría estar oculto detrás de los picos de contagios que resultan de la noche a la mañana es la improvisación del sistema de seguridad social frente a contingencias que, como es el caso del Covid-19, podrían plantear requerimientos que por espontáneos ocupan de entes públicos de rápida capacidad de respuesta. Los cuellos de botella en el flujo de elementos cruciales para la toma de decisiones podrían tener esta moraleja.
Por ejemplo, Sinaloa planea la reactivación de casi todo cuando la curva epidemiológica se estabiliza y el color rojo desaparece de la mayoría de los municipios, sin contar con que el balance federal induzca una cresta indeseable e inoportuna que estropea la noción de que estamos quitándole la corona al coronavirus.
Las actualizaciones de la plataforma se han agregado como otro síntoma de la descoordinación y de las acciones en sentido contrario entre lo federal y lo estatal. Nadie sabe con certeza absoluta en qué punto de la pandemia está Sinaloa. ¿Se tienen elementos fiables para sustentar la “nueva normalidad” que se ve forzada por la presión que ejercen los sectores económicos? ¿Con las fichas pandémicas de que se dispone es prudente la reactivación del turismo, planeada para el próximo 1 de julio?
Cuidado con las advertencias que realizan los expertos y la confusión que generan los que llevan el pulso del Covid-19 en México. Preocupa caminar a tientas sobre el campo minado propiciado por políticos que han dejado de lado los intereses de la salud pública para priorizar si salen bien o mal calificados en las encuestas previas a la elección constitucional de 2021.
Si tan solo se le pusiera un poco de atención a lo que aconsejó en Mazatlán el ex Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, al mostrarse sin opinión en cuanto a reabrir o no la industria sin chimeneas mientras no se cumplan las cuatro condiciones esenciales que valen para todos los sectores: que no haya contagios masivos en las próximas dos semanas; que la capacidad hospitalaria sea de al menos el 60 por ciento; que se hagan pruebas, se mida el número de contagios, se rastree y se aísle a quienes tuvieron contacto, y que se promuevan protocolos sanitarios.
Está cañón que ningún sector de la economía, ninguna familia o ciudadano esté en condiciones de tomar decisiones adecuadas porque de pronto les mueven los números en el tablero del coronavirus para que en el primer tiempo del partido aparezca el marcador a favor y durante el receso la pizarra anuncie tramposamente la derrota. Esto es lo que mata el buen ánimo.
Reverso
Difícil ponerse de acuerdo,
Sobre esta jugada mal hecha,
Pues uno corre a la derecha,
Y otro va al rumbo izquierdo.
Aviso oportuno
Ante los rumores de que Sergio Torres Félix, quien todavía es militante del Partido Revolucionario Institucional y Secretario de Pesca del gobierno de Quirino Ordaz Coppel, pudiera ser el candidato del Partido Acción Nacional a la Gubernatura de Sinaloa, Juan Carlos Estrada Vega le envía un mensaje a la militancia del albiazul para no dejarle ningún espacio a la duda: “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que Sergio Torres sea candidato a la Gubernatura por el PAN”.