El Gobierno del Estado se anotó un golazo a su favor con la firma del acuerdo con los colonos de la Presa Santa María, y lo hizo a unas horas de que aterrizara el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el sur de Sinaloa.
Desde hace meses, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel agarró como una misión personal resolver el desacuerdo que impedía que se construyera la Presa Santa María, uno de los pocos grandes proyectos sinaloenses que encontró apoyo en el Gobierno de la 4T.
Resulta que el Presidente ya había amenazado con retirar los recursos etiquetados para la presa, debido al amparo que mantenían los colonos y que impedía que siguiera adelante el proyecto.
Con la advertencia del Presidente, Ordaz Coppel se dio cuenta que tenía de dos sopas: una muy mala, pero la otra muy buena.
La mala es que si los colonos mantenían su demanda era muy posible que el bloqueo provocaría que el proyecto de la presa se esfumara, pero la buena es que si lograba un acuerdo con los colonos, el proyecto de la presa se construirá inmediatamente, debido a que AMLO prometió que solo haría obras que pudiera terminar en su administración.
Así que mañana que llegue el Presidente, Ordaz Coppel, los colonos y los sinaloenses del sur estarán todos felices y contentos.
Además, si la presa se construye cambiaría para siempre una de las vocaciones del sur de Sinaloa, la agrícola. Por fin los agricultores del sur tendrían el agua necesaria para convertirse en una verdadera potencia.
Las claves del acuerdo
El acuerdo firmado entre los comuneros afectados por la Presa Santa María y el Gobierno del Estado tiene una larga historia y aquí les contaremos algunas de sus claves.
El más interesado en llegar a un acuerdo con los comuneros era el Gobierno del Estado, desde hace años, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel quería que se firmara, pero había muchos peligros en el camino y uno de ellos era el antecedente de los acuerdos con los comuneros de la Presa Picachos.
En este tipo de acuerdos, antes los comuneros siempre salían perdiendo, pero los comuneros de la Presa Picachos pusieron el ejemplo contrario, se dedicaron a sangrar durante años a los gobiernos estatales.
Se firmaban acuerdos, se pagaban los terrenos y cuando menos lo esperaban ya estaban bloqueando de nuevo los comuneros, pidiendo más dinero, más pueblos, más servicios.
Así que Ordaz Coppel se fue despacio, sin entregar a los comuneros todo lo que pedían, pero sin cerrar nunca la negociación.
En esas estaban, en una especie de empate donde nadie ganaba, cuando apareció el Presidente Andrés Manuel López Obrador y les dio entender que si no se ponían de acuerdo se llevaría los recursos a otra parte.
Ese momento lo aprovechó el Gobierno del Estado y propuso un acuerdo que los comuneros se vieron obligados a aceptar, porque era eso o nada.
Al final, los comuneros obtendrán lo que querían: una comunidad nueva con todos los servicios, el pago de sus tierras y las concesiones que permita la nueva presa, mientras el Gobierno consiguió que el proyecto siguiera adelante y Quirino podrá sumar un proyecto más a su legado.
Pleito de oquis
De seguro que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ni enterado está de de lo que sucede en el Congreso de Sinaloa, donde se dio un agarre en la tribuna sobre el segundo año del Presidente de la 4T, entre los equipos pro AMLO y anti AMLO.
Por un momento parecía que era un empate entre PAN y PRI contra Morena, pero después se volvió algo tan cansado y reiterativo que el desgaste no valía la pena.
Desde el PRI, Cecilia Moreno Romero aseguró que no había nada bueno en esta administración, pero si encontraban algo bueno, que lo dieran a conocer.
Del PAN, Jorge Villalobos Seáñez entró duro y contundente en las cifras de homicidios, asegurando que al paso que va este sexenio será más sangriento que el de Calderón Hinojosa. El legislador también recordó la desaparición de los fideicomisos.
Como respuesta, el diputado morenista, Marco Antonio Zazueta Zazueta, llamó a sus contrincantes “cortos de memoria”, al asegurar que no recordaban lo que pasó en las administraciones tricolores y azules.
Les recordó que las administraciones de los ex presidentes, instituciones completas habían sido abandonadas, consiguiendo que la ciudadanía dejó de creer en ellos.
Así, las cosas, morenistas, priistas y panistas continuaron dándose con todo, hasta que se cansaron de echarse lodo y terminaron refugiándose en sus curules.
¿Y qué lo trae tan enojado?
No sé quién nos cambió por otro al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, pero en estos últimos días ha andado de un humor que hasta se ha despeinado.
Ahora en su gira por Angostura, la prensa le cuestionó sobre el presupuesto que solicitó el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, encabezado por Karla Peraza Zazueta, el cual fue de 407 millones de pesos, más otros 200 millones de pesos más para partidos políticos.
¿Por qué tanto dinero? Pues resulta que va a haber elecciones en el 2021 y los funcionarios del Instituto las quieren hacer a lo grande.
El Gober, nada tardo ni perezoso, despotricó contra el IEES y dijo, prácticamente, que están locos.
"No tiene dinero pa' otras cosas y les va a andar dando tanto dinero, ¿que no ven que es año de austeridad? ¿Quieren pensar en la pandemia?"
Si usted no lo leyó con sarcasmo, le sugerimos que se regrese y lo haga.
Estas actitudes en Quirino nunca las habíamos visto, jamás se había embroncado con nadie y menos se había salido del guión político, ¿tuvo un mal rato?
¿Quién sabe?, a lo mejor se levantó de malas o a lo mejor, ya en la recta final de su gobierno, al final y le sale lo corajudo.
Más allá del berrinche, el Gobernador tiene razón en algo, pedir casi el triple de presupuesto de la pasada elección de 2018, para este año, sí es un exceso enorme del IEES, cuando la elección es muy similar.