|
"PUERTO VIEJO"

"El tema..."

""

    osunahi@hotmail.com

     

    Pues ya caminamos los primeros cinco días del recién estrenado 2020 y vamos en pos de la tercera década del tan celebrado año 2000, en torno al cual, se corrieron uno y mil costosos estudios, referentes al quehacer nacional, estatal y municipal en el nuevo milenio. Algo así como cartas de vuelo para navegar con éxito en el espacio de los retos que planteaba el nuevo milenio y todos ellos tuvieron su pista de aterrizaje, sí, pero dentro de la que les ofrecieron los archiveros, por lo menos en el caso de Mazatlán, lo cual no es extraño, ya que un proyecto turístico para marcar rumbo al puerto, elaborado por un experto español, tuvo el mismo final, quedando como lápida los miles de dólares que se pagó por ello.

    Y no podía ser de otra manera ya que en nuestro país no se puede planear a largo plazo, y tal vez ni a corto, ya que todo está sujeto a las ocurrencias de los gobernantes y lo que es peor, a las variantes que nos planteen los vecinos gringos, cuyos dolores de estómago, para nosotros significan peligrosas diarreas.

    En torno al nuevo año, el ingenio popular tejió la expectativa de que nos caiga el 20, es decir, que nos avivemos y ¡vaya que lo ocupamos! Ya que a nivel país, son muchas las tareas pendientes a resolver; acciones para las cuales se plantean soluciones políticas, sujetas a planes de gobierno limitados al tiempo de gestión de los gobernantes en turno, los cuales recurren a la práctica de patear la bola a la cancha del que los venga a suceder.

    Al respecto mucho se ha machacado sobre la situación de la ola de violencia; del ruinoso estado del sistema de salud pública; de los nada halagadores arreglos del sector educativo con los sindicatos y el rubro del necesario impulso de la economía. Indudablemente todos ellos requieren de acciones inmediatas, de que le caiga el veinte a los que conforman el gobierno actual, de tal suerte, que se vaya delineando otro panorama que le vaya dando forma a las ambiciosas metas de la 4T.

    Fuera de ello, hay un renglón que es preocupante; me refiero a los futuros pensionados a través de las Afores, quienes en su mayoría, pasarán a formar parte de una nueva generación de cesantes con apreturas económicas significativas; gente de la tercera edad que al término de su ciclo laboral, en las condiciones actuales, recibirá un ingreso mensual disminuido hasta en un 70 por ciento del sueldo que por ahora recibe, hasta donde llegue su fondo de retiro y una vez agotado éste, tendrá una garantía pensionaria de parte del gobierno equivalente a un salario mínimo general.

    De hecho ya hay trabajadores que han cumplido con el requisito de las mil 250 semanas de cotización, que equivalen a 24 y cachito de años trabajados, pero que tendrán que continuar laborando hasta acumular, por lo menos, 60 años de edad y encontrarse con una realidad sumamente difícil e injusta para tantos años de trabajo.

    Al respecto, se han planteado dos alternativas por parte de las autoridades del país: el ahorro voluntario de los trabajadores y el incremento en las cuotas que aportan los patrones y las dos, no dejan de ser un mejoralito; lo peor es, que la primera de ellas, cuenta con muy pocas probabilidades de realización.

    Y digo lo anterior, ya que la capacidad de ahorro del grueso de la clase trabajadora es muy limitada y apenas si les alcanza, en el mejor de los casos, para cubrir las necesidades básicas de la familia. Son jóvenes metidos en la crianza de los hijos y atosigados por la deuda a largo plazo derivado de la adquisición de vivienda.

    A todos ellos no les queda de otra más que procurarse un ingreso extra y prolongar su vida laboral formal más allá de los 65 años de edad.

    Por lo que toca a imponer a los patrones una cuota mayor de aportación para los fondos de retiro, tal vez sea una medida interesante pero que implica un incremento impositivo al costo de la nómina y que más temprano que tarde, se verá rebasada por el todavía bajo rendimiento financiero de los fondos individualizados de los trabajadores.

    El tema pensionario exige que a las partes involucradas les caiga el veinte, pero a las de ya.
    ¡Buen día!