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"ÉTHOS"

"El sentimiento de vacío"

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    @rodolfodiazf

    rfonseca@noroeste.com


    Los funestos trastornos provocados por el vacío existencial fueron ampliamente estudiados por el creador de la Logoterapia, Víctor Frankl, quien supo encontrar un sentido de vida para superar esta dolorosa situación y lograr sobrevivir en los campos de concentración.

    Sin embargo, este vacío -lejos de disminuir- parece cobrar mayor impulso y relevancia en la sociedad posmoderna, como afirmó el sociólogo y filósofo francés Gilles Lipovetsky, en su obra “La era del vacío: ensayos sobre el individualismo contemporáneo”.

    Lipovetsky señaló que en esta etapa se vive una indiferencia pura, apatía y un narcicismo craso. Asimismo, una violencia salvaje, generalización humorística y seducción (no convicción) imparable.

    Le concedamos razón o no a Lipovetsky, no podemos negar que los recientes acontecimientos de violencia y suicidio protagonizados por adolescentes en Torreón y Mazatlán nos deben estremecer y cuestionar sobre la cercanía, comunicación, afecto, valores, cuidado y retroalimentación que, como familia y sociedad, estamos brindándoles para sobrellevar las crisis propias de la edad y las suscitadas por ese insondable sentimiento de vacío.

    Los adolescentes, sin una personalidad definida, se aíslan con sentimientos encontrados. En esa desamparada condición experimentan tristeza, enojo, frustración y carencia de esperanza. “Así -prosigue Lipovetsky- la violencia hard, desesperada, sin proyecto, sin consistencia, es la imagen de un tiempo sin futuro que valoriza el ‘todo y pronto ya’”.

    Michele Benhaïm, psicoanalista francesa, sostiene que los adolescentes experimentan un gran vacío interior porque están aislados de sus sentimientos: “A los adolescentes, esto les provoca una gran desilusión; les hace más difícil saber bien qué significa eso de ‘ser alguien en este mundo’. Cuando son niños, piensan que crecer es algo bueno, pero luego chocan con esta falta de ideales y es algo muy fuerte... Los adultos podemos soportar cosas que los adolescentes todavía no”.

    ¿Colmo ese vacío?