"El Senado: apetitos voraces Vargas, Cuén, Cruz, Heredia"
En los bloques políticos que encabezan los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional tiende a complicarse la postulación en Sinaloa de candidatos al Senado de la República, enredo que está por instalar la charlatanería electoral al pretender ganar votos perdiendo credibilidad. Es decir, sacrificar el anhelo social de mejores gobiernos, para ofrendarlo al tótem de la rentabilidad comicial.
Los "war rooms" del PRI y del PAN están a punto de ebullición. La encrucijada de cuidar la honorabilidad de los pretensos, o echarla al caño a cambio del beneficio de los votos, coloca a ambos partidos en el dilema de cumplir la promesa de lanzar a candidatos decentes o jugársela con perfiles de antemano denigrados.
El comité estatal del PRI vive en su interior una revolución silenciosa por la resistencia de su militancia contra las eventuales candidaturas al Senado de Gerardo Vargas Landeros, quien fuera Secretario General en el Gobierno de Mario López Valdez, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, creador y dirigente del Partido Sinaloense, cuya principal colmena de adeptos está en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Vargas y Cuén aparecen bien posicionados en las mediciones de intención de voto, no porque la gente los considere idóneos para gobernar sino porque los dos tienen una fuerte estructura de adeptos. Por el trébol de cuatro hojas, triunfos en las urnas como última posibilidad de alejar de los tribunales al malovismo. Por el sursum versus, la continuidad del proyecto para llevar a Cuén a la gubernatura.
Dentro del PAN estas mismas dos cartas serían el juego sucio oculto bajo la manga. Segmentos como los que encabezan Alejandro Higuera y Adolfo Rojo persisten en presentar a Vargas y a Cuén como el par de ases que en automático harían que el partido albiazul consiguiera reponerse en Sinaloa de la debacle actual.
Es una especie de operación contraveneno. Si el Partido Sinaloense logró derrocar al PAN como segunda fuerza política en la elección de 2016, los cuenpanistas ofrecen al ex Rector de la UAS como el antídoto de tal desastre.
¿Impudicia? Qué importa si lo vital es ganar la elección aunque se pierda el recato.
Sin embargo, Roberto Cruz Castro anda en campaña permanente en rebeldía a la posible postulación del Cuén por el PAN. Paradójicamente el comité ejecutivo nacional de su partido no lo ha incluido en ninguna lista de aspirantes al Senado, lo que sí ha hecho con Martín Heredia Lizárraga a quien el Movimiento Ciudadano lo propone dentro de los acuerdos del Frente Amplio Opositor.
Cruz Castro trae un movimiento interesante de acopio de sociedad al capitalizar con fines electorales el descontento popular por políticas públicas que le pegan a la gente en el bolsillo. Si el PAN decide descartar la opción Cuén, entonces "El Güero" se volverá pieza indispensable al ser, hoy, lo más cercano al regreso del panismo a la lucha social.
Todavía queda mucha leña por arder en las calderas priista y panista. Cuén y Vargas en el PRI siguen siendo mera probabilidad y en el PAN representan la abominación adoptada en estado de desesperación. Cruz y Heredia dependen de quién sea el candidato de Acción Nacional a la Presidencia y de que acabe el secuestro en el que las tribus locales tienen a este partido.
Re-verso
A ninguno le caerán bien,
Decisiones tan amargas,
O arde el PRI con Vargas,
O queman al PAN con Cuén.
Hora de decidir
Sobre el escritorio del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, está una carpeta que asegura que en Sinaloa el PRI puede ganar sin el PAS la mayoría de las posiciones en disputa. Y sugiere dejar en manos del Gobernador Quirino Ordaz la definición de candidaturas.
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