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"MALECÓN DE MAZATLÁN"

"El semáforo"

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MALECÓN
29/05/2020 09:05

    Hoy presentará el Gobierno federal el esperado “semáforo epidemiológico”, un sistema que servirá para designar con colores la situación de cada estado frente a la pandemia provocada por el Covid-19.

    Los cuatro colores: verde, amarillo, naranja y rojo se convertirán en el destino a corto plazo de los habitantes de cada estado, un color cercano al verde les garantizará regresar a la “nueva normalidad” de manera más rápida y fácil.
    Un color cercano al rojo condenará a sus habitantes a sufrir los efectos de estrictas medidas sanitarias en transportación, apertura de negocios y todo tipo de actividades económicas y sociales.
    El semáforo nace bajo fuertes críticas porque de alguna manera condenará a todo un estado a sufrir las consecuencias de una ciudad que tenga altos índices de contagios de coronavirus.
    Pongamos un ejemplo, estados como Sinaloa podrían pintarse de rojo porque solo una de sus ciudades presente un alto número de contagios, mientras el resto se mantenga en números bajos.
    Algunos gobernadores han solicitado que la aplicación de los colores del semáforo tengan incidencia regional y no estatal, para evitar afectar a ciudades que sí han hecho la tarea en materia de contención.
    Sin embargo, no se sabe que la federación haya entendido el reclamo, pero eso solo lo sabremos hoy cuando se den a conocer los detalles del nuevo instrumento.

     

    O todos coludos o todos rabones
    Qué curiosos los regidores de Mazatlán, están muy interesados en que las sesiones de Cabildo se hagan de manera virtual por temor a contagiarse de Covid-19, pero votaron en contra de que sean los trabajadores los que se queden en su casa.
    Se presentaron dos propuestas para que las sesiones se hagan virtuales mientras dura la pandemia de coronavirus.
    La primera la presentó la Regidora Guadalupe Aguilar Soto y la segunda el bloque del PRI: Felipe Velarde, Isabel Gamboa de Chicuate, Teresa Millán Núñez y Ricardo Michel Luna.
    La propuesta fue bien admitida y las próximas dos sesiones ordinarias serán a distancia, igual si surge alguna extraordinaria.
    Pero luego, un bloque de regidores conformado por Elizabeth Ríos Peña, Rodolfo Cardona Pérez, Adalberto Valle Pérez, Alberto Lizárraga y Paulina Guadalupe Osuna Castañeda, solicitó que se interrumpan las actividades no esenciales del Gobierno Municipal para salvaguardar a los trabajadores, entiéndanse funcionarios, empleados de confianza y sindicalizados. ¡Y los regidores votaron en contra!
    Entonces, ¿valen más los regidores que el resto de los miembros del Gobierno Municipal?
    ¿Tienen más riesgo los regidores que el resto de los miembros del Gobierno Municipal? Como si no supieran todos los mazatlecos que desde que empezó la pandemia, la mayor parte de los regidores, apenas se han presentado a las sesiones de Cabildo y han abandonado las oficinas.

     

    Reprobado
    José de Jesús Flores Segura, Secretario del Ayuntamiento, no aprenderá nunca el manual de las sesiones de Cabildo, con 38 sesiones ordinarias en su haber y un mundo de sesiones extraordinarias, todavía no sabe cómo debe pedirse una votación.
    Ayer, sometió a votación dos veces una propuesta. Y en el enredo de la votación, hubo algún regidor que primero votó a favor y luego vio la oportunidad de votar en contra.
    La propuesta vino de Rodolfo Cardona Pérez, Regidor por el PT, quien consideró que no puede presentarse un dictamen con dos firmas, cuando una comisión tiene cinco integrantes. Por lo tanto, pidió sacar el punto del orden del día.
    Luego de 40 minutos de alegatos, Flores Segura sometió a votación la propuesta, pero jamás leyó cuál fue la propuesta, como es el protocolo.
    La Síndica Procuradora, Elsa Bojórquez Mascareño, y el Regidor, Adalberto Valle Pérez, tuvieron que enmendarle la plana.

     

    Salud en cuarentena
    Uno de los negocios más afectados por la emergencia médica son los gimnasios, el negocio del deporte y la cultura física.
    Se calcula que en México hay más de 12 mil gimnasios y Sinaloa es uno de los estados donde el número de establecimientos dedicados a este negocio crece cada semana, por lo menos antes de la pandemia.
    El día que los españoles regresaron a su “nueva realidad” uno de los fenómenos sociales fue ver a miles de personas haciendo ejercicio, muchas de ellas por primera vez, pero atraídas por salir al sol y por dejar atrás el encierro.
    En Culiacán hay más de 100 gimnasios de todo tipo, en Mazatlán la cifra supera los 50, a donde asisten miles de personas que hoy se encuentran en casa, echando panza.
    La tragedia es todavía mayor para los entrenadores, que viven en un negocio donde su cuerpo es su propio escaparate y que cada día pierde músculo.
    Lo peor de todo es que los gimnasios no son muy bien vistos a la hora de señalar sitios que se prestan para los contagios, repletos de gente sudando, en espacios cerrados y compartiendo el mismo equipo.
    Pero si volteamos la tortilla nos daremos cuenta que quizá los gimnasios puedan salvar miles de vidas, manteniendo en buena forma a la población y dándole un físico que soporte mejor el embate del virus.

     

    Siguen esperando
    Los productores sinaloenses siguen a la espera de que se les pague a 4 mil 150 pesos la tonelada de maíz, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en una de sus conferencias matutinas con bombo y platillo que así sería, pero en la realidad, el decreto tan celebrado fue desechado.
    La Secretaría de Agricultura, la Caades y la Liga de Comunidades Agrarias no se quedaron calladas y pegaron el grito en el cielo tras la publicación de la modificación del precio por parte de Segalmex.
    Son alrededor de 23 mil los productores sinaloenses los que esperan que se respete el precio.
    La razón por la que Segamerx ha incumplido tiene su chiste, resulta que ellos se comprometieron a cubrir la diferencia entre el precio internacional del maíz y los 4 mil 150 pesos, pero a la hora de la verdad se desplomó el precio internacional y la dependencia quiere pagar la diferencia que falta.