Juan Alfonso Mejía López
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A inicios del mes de octubre el Gobernador Quirino Ordaz Coppel me instruyó analizar las condiciones para un posible regreso presencial en las escuelas. Le preocupaba, así me lo compartió, la difícil situación social experimentada por cientos de miles de familias sinaloenses; no es lo mismo 10 días que 270 de pandemia, había que poner atención a la tensión en los hogares y la función social de las escuelas. Cuarenta días después, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó del impacto negativo en las niñas, niños y jóvenes provocado por el cierre de las escuelas.
La UNICEF se sumó al llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien el 11 de noviembre se pronunció a favor de la apertura escolar. “Debemos asegurar la enseñanza para nuestros hijos”, afirmó el director para Europa de la OMS, Hans Kluge, resaltando que la niñez y la juventud no son impulsores principales del contagio y que el cierre de las escuelas no es efectivo. “La salud mental de los jóvenes y las familias puede verse afectada y tener consecuencias sociales”, apuntó.
Ambas afirmaciones, tanto la de UNICEF como la de la OMS, llevaron al Secretario de Educación Pública (SEP) a dibujar la idea sobre un posible regreso al sistema presencial, planteado desde la lógica federalista, es decir, por estados.
Esteban Moctezuma Barragán se pronunció durante el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) a favor de la modalidad presencial a partir de enero en aquellos estados en semáforo verde, mientras para las entidades en amarillo, este será voluntario.
La instrucción del Gobernador, la evidencia de la UNICEF y la OMS y el posicionamiento del gobierno de la República, nos deja en claro tres principios: primero, ningún regreso debe ser improvisado; segundo, debe ser socialmente útil; y, tercero, será polémico sin importar cuando suceda.
En la SEPyC hemos evaluado la función social de la escuela hasta en tres ocasiones: durante el cierre escolar (mayo) 2019-2020, al inicio del ciclo (septiembre) 2020-2021 y ahora en la fase intermedia del mes en curso, del 7 al 11 de diciembre. Las tres evaluaciones las hacemos a través de la estructura educativa, con base en los jefes de sector, supervisores, directores, asesores y auxiliares técnicos pedagógicos, y docentes; gracias a ellos, conectamos con los padres de familia. La muestra ronda los 60 mil participantes, sin que esto tenga validez estadística; con una distribución 80-20, cargándose con una franca mayoría hacia los padres de familia.
En este último ejercicio, 79 por ciento de los 50, 191 jefes de familia que participaron califican de bueno o muy bueno el acompañamiento de los docentes durante los meses de septiembre a diciembre. Sin embargo, el 26 por ciento de los padres consideran “muy difícil” el mantener a sus hijos en la modalidad de educación a distancia; es un dato al cual debemos ponerle particular atención.
Entonces, sin importar cuándo regresemos, debemos respetar los cinco principios enumerados en distintas ocasiones y espacios, se los recuerdo: la gradualidad (regresaremos de manera escalonada), la no obligatoriedad (la escuela ha sido solución y no problema para las familias, no se trata de dar una tensión adicional a las mamás, sino ayudarlas), la territorialización (el contexto de la escuela es determinante), el acompañamiento del sector salud (dictarán las circunstancias de la semaforización) y la sana distancia (cuidar entradas y salidas a la escuela, recreo y asistencia).
Los cinco principios nos conducen a una ruta crítica para su implementación resumida en diez puntos clave:
1. La reactivación de los comités del sector salud. 91 por ciento de los comités ya están instalados en las escuelas, los directores los dirigen.
2. La convocatoria voluntaria a reanudar actividades de asesoría académica en las escuelas.
La Secretaría de Salud nos será de gran ayuda de acuerdo con las zonas por contagios.
3. Jornadas de limpieza. Planificaremos la limpieza de nuestras escuelas con la ayuda de los Consejos Escolares de Participación Social y la Asociaciones de Padres de Familia, entre otros.
4. El Consejo Técnico de los primeros días de enero será de gran utilidad para el análisis de protocolos y toma de decisiones, escuela por escuela. Se trata de generar mejores condiciones para la comunidad educativa a partir del 11 de enero.
5. Dejaremos establecido un máximo de alumnos por maestra en el aula, se sugieren grupos no mayores a los 9 alumnos (dependiendo del semáforo).
6. Reinstalaremos los filtros escolares, primero en casa, luego en la escuela y al final, en el salón de clases. Ya nos dieron resultados en marzo, lo volveremos a hacer.
7. Priorizaremos los espacios abiertos, el uso de cubrebocas y la utilización del gel antibacterial.
8. La implementación de estrategias pedagógicas orientadas a recuperar experiencias y evaluaciones a favor del reforzamiento de aprendizajes; como aquellas que nos llevaron del lugar 27 al número 2 en PLANEA a nivel nacional, “Aprendamos Juntos”.
9. Apoyo socioemocional para docentes y alumnos. La utilización de herramientas de soporte para nuestra comunidad, no olvidemos que ya tenemos formados a poco más de 12 mil docentes en esta materia.
10. Claridad en los protocolos para la suspensión de actividades en caso de detección de Covid-19: si se detectan tres casos en un periodo de 7 días, se suspenden actividades en la comunidad educativa.
El reinicio de actividades escolares es el 11 de enero para los estudiantes, el 7 para los docentes; reiniciaremos a distancia y valoraremos sobre la marcha las condiciones para un regreso presencial. Bajo la conducción del Gobernador Quirino Ordaz, dialogaremos con el SNTE, tomaremos en cuenta la valoración federal de la Secretaría de Salud y juntos nos cuidaremos como comunidad educativa, sin perder de vista nuestra salud y el derecho a aprender de las y los niños y jóvenes.
Desde el mes de enero organizaremos una convocatoria generalizada a favor de la limpieza de nuestras escuelas; sociedad civil, sector privado, organismos intermedios, agricultores, ganaderos, transportistas, secciones sindicales y todo aquel que reconozca la importancia de las escuelas para recuperar el tejido social de las familias sinaloenses.
Cuidar el sueño de la escuela es defender los sueños de nuestros hijos. Si en el 2020 lo hicimos bien, en el 2021 lo haremos mejor. Tenemos todavía seis meses por delante en este ciclo escolar inédito y no existe la posibilidad de claudicar, no tenemos derecho a ello.
Juntos hemos llegado hasta aquí y juntos llegaremos “del otro lado del río”. Después de todo, la educación cuenta una sola historia, la de mantener viva la flama de la esperanza. La invitación sólo puede ser a soñar despiertos. Nos vemos al regreso, será desafiante, pero llenos de posibilidades inspiradoras para todos.
Que así sea.
PD. Me reconozco afortunado, por muchas circunstancias en la vida; pero, haberme
encontrado un ser humano como tu en el camino y permitirme acompañarla en su viaje,
me hace sentir que todo es posible. Cuando alguien tiene una expresión o sentimiento
generoso hacia a mi persona, siempre pienso en TI. En todo lo que uno es, tan sólo por el
hecho de estar a tu lado. Feliz cumpleaños, amor. JTMTF.