Editorial
A pesar de que las autoridades han marcado el 17 de mayo y el 1 de junio como las fechas para el regreso a la normalidad, aún no sabemos, a ciencia cierta, si estas fechas serán definitivas.
El 17 de mayo sería la fecha del reinicio de actividades para las regiones donde el índice de contagios es escaso o nulo y el 1 de junio para el resto de las regiones, pero insistimos, estas fechas todavía están lejos de ser seguras.
Lo que sí sabemos es que el retorno a las actividades cotidianas no será de un tirón, regresar a nuestra vida normal exigirá una planificación exhaustiva, tan o más delicada que las medidas impuestas durante las fases de la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Para empezar, el regreso será gradual y cada región de México deberá ser tratada de manera diferente, mientras algunas regiones regresarán de una manera más rápida a la normalidad a otras les costará más tiempo.
Eso sí, todas las regiones de México estarán sometidas a la posibilidad de regresar a la cuarentena en cualquier momento, debido al riesgo de un nuevo brote, sobre todo mientras no se descubra una vacuna para erradicar al virus.
Una de nuestras ventajas es que otros países ya experimentan el retorno a las actividades, así que podremos aprender de su experiencia.
El éxito de las medidas de prevención en México han conseguido que grandes extensiones del territorio se hayan mantenido libres del virus, pero la batalla contra el diminuto enemigo no ha terminado.
El regreso a las actividades normales es una necesidad imperiosa, pero tendremos que hacerlo con mucho cuidado.