El arquitecto Nemesio Maisterra Cruz publicó en Guadalajara en mayo de 2003 un pequeño libro titulado El hombre que perdió el metro, en el que analiza brevemente la agitada y descentrada vida del ser humano actual.
“Sé que al leer el título de este ensayo gente habrá que imbuidos en el mundo moderno, piensen en alguien que llegó tarde a la estación del tren subterráneo cuando éste ya había partido”, escribió.
“El título atañe al hombre moderno o mejor dicho y para evitar más desvíos, al hombre del siglo XX, particularmente a su segunda mitad. En este periodo el desarrollo humano ha sufrido cambios fuertes que han roto su equilibrio y lo han lanzado sin control fuera de sí, a una carrera sin meta, a un futuro que parece independiente de él y a una corriente donde las aguas lo arrastran sin oportunidad de detenerse ni reflexionar su dirección”, precisó.
Y añadió: “En una palabra el hombre ha perdido la medida, ha perdido el metro que lo relaciona y proporciona a su entorno y a sí mismo. Esto hace que el hombre cada día se crea más y sea menos”.
Después de analizar los mitos y espejismos que se abren en este tercer milenio, el autor abordó los temas de La civilización del ocio, La tecnología del futuro, El cuerpo ideal. Salud, deporte y asepsia, La vida urbana, Educación y cultura, Tendencias, Esperanzas.
Finalmente, concluyó: “Curiosamente la esperanza del futuro no es un mundo sofisticado con tecnologías fantásticas, ciudades en burbujas de plástico y naves espaciales, sino una vuelta a lo natural, a la tierra, a la sencillez, a la tranquilidad y a una vida plena, menos solemne, más alegre donde los valores espirituales y eternos del hombre puedan florecer”.
¿Perdí mi metro y dirección?
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@rodolfodiazf