Sinaloa de salida, pero sigue el desafío
La semana pasada cerró con el refrendo de la polarización de las dos fuerzas políticas más importantes en Sinaloa. Las posturas poco han cambiado y podrían resumirse así: El Movimiento Regeneración Nacional ancló en la única idea de la reasignación de recursos públicos estatales para hacerle frente al nuevo coronavirus, y el Partido Revolucionario Institucional plantea seguirle adelante con lo que se tiene sin aflojar la lucha contra el Covid-19, en ese empeño recíproco por tensar demasiado la cuerda a ver quién la suelta y cae primero.
Pronto la soga del estira y afloja se romperá, sin duda, por el lado que los sinaloenses detecten las desidias pues nunca como hoy quedarán en evidencia las negligencias de los que nada hacen y de los esfuerzos tenaces de aquellos que están sacando adelante al estado, sea el Gobierno o los sectores sociales. El hilo delgado de la desesperación colectiva que ve cómo se obstaculiza en vez de facilitar situaciones, no resistirá mucho.
Hoy la población le tiene miedo a la propagación del virus, sin embargo, mantiene ilesa la capacidad de evaluar quién le falló y quién le cumplió. Si algo avivan las fases del desastre es la mirada pública y la sensibilización del reconocimiento y recriminación según respondan las autoridades y representantes populares. Los actos del Gobernador Quirino Ordaz Coppel y de los diputados de la 63 Legislatura estatal son desmenuzados y los resultados valdrán por encima de las bravatas políticas.
El sábado la bancada de Morena en el Congreso del Estado insistió en que el Gobernador haga uso de la atribución para mover de un lugar a otro las partidas presupuestales, en situación de emergencia. Es lo mismo que quiso hacer Andrés Manuel López Obrador y la Cámara lo paró. Inclusive le dice a Quirino Ordaz en qué gastar el dinero y se centra en aquello que ya se hace: equipar hospitales y cuidar al personal médico, programas de solidaridad alimentaria y plan para la reactivación de la economía.
En los tres aspectos se tienen avances. Al terminar la crisis sanitaria actual a Sinaloa le quedará un sistema hospitalario de primer mundo, mientras que ya se concursó el primer paquete de despensas para las familias más pobres, y a través de la Mesa de Diálogo del Acuerdo por Sinaloa se han dado vislumbres del plan para la fase de mitigación. Prueba de esto último es que en las dos semanas reciente se han pagado adeudos a los constructores por el orden de los 450 millones de pesos.
Mientras, los legisladores priistas insistieron en el discurso de la unidad ya que estos no son tiempos para el encono y la confrontación. Lanzaron 14 propuesta sobre 5 ejes que son salud, obra pública, apoyo a grupos vulnerables, reactivación de la economía, austeridad y transparencia, mismas que también ya son implementadas. Es decir, más allá de las reyertas que acuden a la táctica de derribar al oponente, Sinaloa va bien.
Es un hecho que Sinaloa se enfila hacia salida en la pandemia, pero sin poder abandonar todavía la zona de prevención que con cualquier descuido puede hacerlo regresar a la alerta roja. El viernes, por ejemplo, ningún fallecimiento por Covid-19 ocurrió en la entidad, no obstante que la Secretaría de Salud federal reportó 9 decesos que habían quedado rezagados en los centros médicos bajo su control que son el ISSSTE e IMSS.
En unos días la preocupación dejarán de ser los contagios y defunciones por el Sars Cov-2 y sobre la población de la tierra de los once ríos se posará otra angustia, que es la de tipo económico. Desde el albañil que ha dejado de ganar los pesos para llevar el sustento a la casa, la micro, pequeña y mediana empresa que sufre el golpe atroz de la incertidumbre, hasta los negocios grandes cuya solidez los obligará a ponerse de pie sin la ayuda gubernamental. Más claro: al salir del laberinto habrá suficiente luz para ver el talante de cada cual.
Ello significa que está cerca la hora de activar la calculadora de los hechos y apagar la contabilización de los discursos, poses y desplantes. ¿Utilizar ahora todo el presupuesto del que se dispone, que en su mayoría es gasto corriente y sin tenerse la certidumbre de que le lleguen íntegras a Sinaloa las partidas federales en los próximos meses, es la solución o significa aliviar una crisis para enseguida entrar a otra? ¿Usar el recurso público estatal disponible cuando la recaudación está cayendo y desconociéndose si la población podrá contribuir aun en la paupérrima situación económica, es salida o retorno al túnel de la incertidumbre?
Nadie lo sabe. Ni siquiera Estados Unidos lo supo y la vecina potencia mundial no halla la fórmula para la etapa poscoronavirus que apenas asoma y trae consigo retos y sacrificios tan dolorosos como los síntomas de la enfermedad que halló a todos desprevenidos. Y Sinaloa tendrá que hacerlo con, sin o a pesar de desavenencias políticas, perezas disfrazadas de acomedimiento y procedimientos centralistas que simulan salidas que en realidad son celadas.
Reverso
Pronto soplarán otros vientos,
Cuando salgamos de esta pandemia,
Y ellos no curarán la anemia,
De sus tristes planteamientos.
El final de ‘Chuytoño’
Sobre Jesús Antonio Aguilar Íñiguez se puede decir mucho y dedicarle tantos calificativos, la mayoría negativos, y hacer el recuento de los daños en cuartillas enteras. Pero hoy está muerto como otra víctima del coronavirus y comienza el juicio de la historia, aquel que nunca le hizo la justicia sinaloense. Nadie o pocos imaginamos un final así para el controversial “Chuytoño”, el que será recordado durante muchos años por sus víctimas, los deudos de éstas, y toda una comunidad que le tuvo miedo.
alexsicairos@hotmail.com