Nadie lo pela, nadie sabe de su importancia, pero el comité jurisdiccional que está implementado en Sinaloa, tiene una gran importancia a la hora de tomar decisiones sobre la pandemia de Covid-19 en la entidad.
¿Por qué decimos esto? Sencillo, es quien dictamina los casos positivos de Covid-19 cuando no hay una prueba de por medio, y lo alarmante es que sólo al 30 por ciento de las personas que supuestamente mueren por esta enfermedad, se les identificó el virus.
Imagínense un cuarto, cinco médicos, o ya sea vía virtual, que van diciendo quién tiene Covid-19 y quién no, con base en su historial clínico, personas con las que se rodeó etcétera, sin pruebas de por medio.
Ellos dicen que no son tantos los casos que dictaminan, pero si en el 70 por ciento de las muertes no se identificó el virus, ¿qué nos hace pensar que en todas las demás sí?
Este comité es quien da la pauta de la pandemia, es quien determina mayormente cuántos casos hay en el Estado.
Por lo que no estaría mal mirarlo con lupa, ver cómo trabajan y cómo está constituido.
Ya se nos explicó un poco, pero, la verdad, la pandemia en Sinaloa se analiza a través de los médicos que integran este comité.
Hacen la chamba a recomendado
Tan no se notan todavía las habilidades del nuevo encargado de Comunicación Social de la Secretaría de Educación Pública y Cultura estatal, que el equipo de trabajo del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública sigue haciendo parte de su chamba.
Insisten, a través de sus canales oficiales, en difundir las acciones de Juan Alfonso Mejía, titular de la SEPyC, y poniendo incluso como actor secundario a Renato Ocampo Alcántar, el macizo del Sesesp.
No entendemos que ocurra esto sin la venia de Ocampo Alcántar, quien es precisamente el que recomendó a Alfredo Brambila, un funcionario que no tenía experiencia previa, para ocupar este cargo tan delicado en las dependencias.
El asunto es que las cosas evidentemente no han funcionado como esperaban y la maquinaria de comunicación de la SEPyC parece no arrancar o funcionar al mínimo, con errores evidentes de coordinación y abarcando menos de lo que abarcaba antes, con el anterior encargado.
Ocampo Alcántar ha hecho mucho por su recomendado, al grado de poner a su propio equipo para guiarlo, algo que no estaría mal si su propio equipo no fuera tan deficiente.
Lo extraño es que los encargados de la fuente de Educación tienen que andar buscando en grupos de seguridad pública la información que les interesa y a los reporteros que cubren Seguridad Pública, la información de educación no les sirve de nada.
Lo curioso es que esto no había ocurrido antes.
Esperemos que esto cambie pronto y se pongan a trabajar como es debido.
Le caerá del cielo
La Diputada Merary Villegas ya anda muy apuntada anunciando que quiere ir por la Alcaldía de Culiacán y se le olvida que el año pasado fue la Legisladora a nivel federal con más faltas en las sesiones de la Cámara de Diputados.
Pese a su desempeño en el Congreso del Estado en donde brilló como una de las diputadas más destacadas y donde abanderó las causas más fuertes, logrando que se audite al Issstesin, ahora se durmió en sus laureles y solamente se ha dedicado a hacerle gordo el caldo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, en lugar de legislar por la entidad.
Los pescadores, el campo, turismo y seguridad son los rubros más castigados por el Gobierno Federal y ni pío ha dicho la Diputada.
También se quedó callada ante la advertencia del Gobernador Quirino Ordaz Coppel sobre la reducción en las participaciones, una decisión que dejaría en la lona la economía de Sinaloa.
Antes de pensar en chapulinear a otro cargo de elección popular, debería sacarle provecho al que ya tiene y no andar pensando en el futuro, por lo menos hasta que haya hecho su trabajo.
A la Villegas le pasa lo mismo que al resto de funcionarios de Morena, su lealtad no está con el pueblo sino con el propietario del partido.
Operación ‘cicatriz’
Una de las relaciones más sólidas que habíamos visto en los últimos años había sido la de los armadores y el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, sin embargo, la última manifestación de los empresarios de la captura de camarón terminó en el estacionamiento de uno de los hoteles del Mandatario, lastimando la relación.
La primera reacción de Ordaz Coppel fue dejarles en claro que no permitiría una acción de ese tipo, a través de su enviado Joel Bouciéguez, quien les dejó claro a los manifestantes que andaban en el terreno equivocado.
Finalmente, los pescadores entendieron el mensaje y se retiraron del lugar y a través de varias acciones dejaron claro que se habían equivocado.
La visita de ayer del Gobernador al Parque Bonfil en Mazatlán fue el cierre de la “operación cicatriz”, una acción que se puede entender como el fin del conato de conflicto y el regreso a la relación acostumbrada entre los productores y el mazatleco.
La verdad es que a nadie le conviene que uno de los sectores económicos más importantes de Sinaloa, la captura de camarón, se enfrente al Gobernador, el único interlocutor que tienen cuando se trata de buscar hablar con el Gobierno federal, ya que el Comisionado de Pesca, Raúl Elenes, ha demostrado que no sirve ni para abrir puertas.
La otra rifa
El comentario del Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la posible rifa de los terrenos del Centro Integralmente Planeado, en Teacapán, parece ser la última ocurrencia de un Mandatario dedicado a sorprendernos con sus propuestas.
Es cierto que el centro se ha convertido en una piedra en el zapato del Gobierno federal, pero de eso a aventar los terrenos a los dueños de un cachito suena a receta para el desastre.
Imaginen, si empresarios con recursos y conocedores del mundo de las bienes raíces y el turismo no se han animado a desarrollar la zona, no entendemos cómo personas normales podrían detonar esa región.