Se trata de un tema adelantado para México, pero en países mucho más progresistas como Suecia o Dinamarca se ha debatido lo que se conoce como “Aborto de papel”. La idea es la siguiente: Cuando ocurre una concepción no deseada, la decisión del nacimiento (o el aborto) recae sólo en la mujer, excluyendo la elección masculina sobre su paternidad. De acuerdo a este planteamiento, tras un juicio, el padre biológico podría renunciar a cualquier derecho, privilegio y responsabilidad hacia el niño antes de su nacimiento, incluidos los apoyos financieros. De esta manera, antes de que nazca un bebé, el hombre podría liberarse a sí mismo de las exigencias y responsabilidades que significan ser padre.
La idea fue planteada por primera vez en Dinamarca en el año 2000, sosteniendo que es necesario, desde una perspectiva igualitaria, garantizar que las mujeres y los hombres tengan los mismos derechos ante la ley. Una investigación sobre el tema argumentaba que esta fórmula jurídica daría a las mujeres más libertad al permitir que las que quieren convertirse en madres sin tener que compartir los derechos y deberes de la paternidad con los hombres, tengan una manera adicional de hacerlo. También sugiere que podría disminuir la tasa de abortos porque evitaría que los hombres que desean evitar la paternidad, presionen a las mujeres para que aborten, cuando ellas sí desean la maternidad.
Los defensores argumentan que así como las mujeres pueden elegir si desean tener un hijo o no, los hombres también deben poder elegir si asumir la paternidad o no. Permitir que los hombres tengan la oportunidad de renunciar a la responsabilidad económica, social y legal de un feto durante los primeros tres meses de embarazo, daría a los hombres y mujeres lo más cercano posible a la igualdad de oportunidades.
La oposición
El aborto de papel ha encontrado oposición por parte de quienes lo ven como una excusa para que los hombres eludan sus responsabilidades como padres. Los críticos dicen que los hombres deberían usar métodos anticonceptivos o practicar la abstinencia si quieren evitar las responsabilidades financieras y personales de la paternidad. Los críticos también argumentan que el aborto de papel es diferente del aborto femenino, pues las mujeres siempre se ven obligadas a mantener a sus hijos, aun cuando no hayan deseado tenerlos. El principal argumento -y que considero justo- es que el interés superior de la niñez debe estar por encima de cualquier otro derecho.
En los países en los que se ha debatido este tema no ha prosperado, pues las mayorías legislativas se han opuesto, pero según una encuesta levantada en Dinamarca en el año 2014, alrededor del 70 por ciento de los daneses estaban de acuerdo con el aborto masculino, incluso ha sido apoyado por grupos feministas.
Tanto en Suecia como en Dinamarca, el aborto femenino es legal antes de la semana número doce de gestación, desde hace décadas. El debate ahora se dirige en el sentido masculino, con una visión igualitaria de género.
En nuestro país, el aborto femenino sólo es legal en la Ciudad de México y en el estado de Oaxaca. En Sinaloa, está próximo el debate en el Congreso local. Aunque se supone una mayoría progresista, por experiencias pasadas en otros temas polémicos, no sabemos que vaya a pasar. El tema del aborto masculino está a muchos años de siquiera plantearse aquí.
Es cuanto…