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"ÉTHOS"

"El 250 aniversario de Beethoven"

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    rfonseca@noroeste.com

    @rodolfodiazf

     

    La excelsitud y belleza comunicativa de la música no tienen parangón. De acuerdo con una expresión de Ludwig Van Beethoven, quien nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770 y falleció en 1827, “la música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”.

    Este 16 de diciembre comenzaron oficialmente los festejos por el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven, cuya obra musical no necesita ninguna introducción ni carta de presentación. Es uno de los músicos más reconocidos y respetados, sobre todo por las limitaciones y adversidades con las que tuvo que lidiar. Supo sobreponerse a la soledad y dificultades físicas para componer una vasta obra en la que se mezclan la elegancia, solemnidad, elocuencia, majestuosidad y lenguaje celestial.

    Pronto se le consideró como el nuevo Mozart, pues a los siete años ya componía e interpretaba con tal virtuosismo el piano que dejaba al público impresionado y abstraído. Supuestamente Mozart lo escuchó tocar y dijo: “Este joven hará hablar al mundo”.

    A los 13 años tenía un puesto remunerado y a los 17 ya era el soporte de su familia; a los 30 comenzó a padecer problemas auditivos, los cuales no le impidieron componer algunas de sus obras más reconocidas, como la Novena Sinfonía que en su cuarto movimiento contiene el Himno a la alegría, estrenada el 7 de mayo de 1824.

    De hecho, su repertorio de gran expresividad y sentimiento está integrado por 9 sinfonías, 32 sonatas, 2 misas, 5 conciertos para piano, 17 cuartetos para cuerdas, una ópera y un concierto para violín que subyugan y embelesan, porque según Beethoven, “la música debe hacer brotar sangre del corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer”.

    ¿Aprecio la música de Beethoven? ¿Supero los obstáculos creando obras sublimes y grandiosas?