"Educación y sucesión, anticipos para Sinaloa. Rocha y Mejía se tantean, pero sin rasguños"
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El sábado 22 de febrero, a propósito de la conclusión de los foros regionales para elaborar una nueva Ley de Educación en Sinaloa, coincidieron en el Congreso del Estado dos visiones pero también dos proyectos políticos que, de ser anotados en la boleta de elección de Gobernador del 6 de junio de 2021, se confrontarán en la cercana coyuntura comicial donde la enseñanza pública padece el deterioro de mafias de poder que imponen sus intereses, no el de los alumnos y profesores.
Se trata de Rubén Rocha Moya, presidente de la Comisión de Educación del Senado, y Juan Alfonso Mejía López, Secretario de Educación Pública y Cultura que, en dado caso de que avancen sus eventuales candidaturas, tendrán que debatir sobre modelos pedagógicos fincados en la libertad de cátedra y el derecho a aprender que produzcan esa generación que le urge a Sinaloa, de seres inteligentes insumisos a cualquier forma de control.
Los dos se han formado en espacios educativos diametralmente opuestos. Rocha fue Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, la institución que prometió reformar, y Mejía tuvo en sus manos la dirección de la organización Mexicanos Primero tanto a nivel local como nacional, trinchera desde la cual demandó a los gobiernos estrategias lectivas que presenten mayor cobertura y mejor aprendizaje.
Rubén Rocha quiere ser el candidato del Movimiento Regeneración Nacional al Gobierno de Sinaloa, mientras que la postulación de Mejía López depende de una gran alianza entre los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, con otras siglas acompañantes. El primero recorre el estado queriendo seducir a los adeptos de la Cuarta Transformación; el segundo visita las escuelas en el intento de atraer la simpatía de electores a través de ejercicios de empatía con los padres de familia, alumnos y maestros.
Rocha se centró en el fortalecimiento del federalismo educativo que está en la etapa de armonizar la legislación federal con la estatal, sin entrar a terrenos que le compliquen el proselitismo para meterse en la competencia por la Gubernatura. Aunque el público presente volvió a esperar de él un posicionamiento frente al tema UAS, institución que lucha para que nadie le toque su Ley Orgánica y que está bajo la lupa del Gobierno federal por el manejo irregular de recursos públicos, el Senador se deslizó en tópicos como los derechos de los educandos, revalorización de docentes y mejora continua.
Mejía, quien aprendió a moverse en el área escolar como Juan por su casa, les palmeó las espaldas a los Diputados y Diputadas de la 63 Legislatura al reconocerles que con la práctica de parlamento abierto que impulsa el Congreso del Estado se adelantaron al Congreso de la Unión. Y ya entrado en convencer a la gente más que a los asambleístas, aventuró que Sinaloa puede tener la mejor Ley de Educación con inclusión a niños que haga realidad las oportunidades para estos y que defienda a la vez los derechos de los maestros.
La participación de los dos posibles candidatos a Gobernador se ciñó hasta con exagerada meticulosidad a la cortesía política. Si bien hubo un torneo subliminal de propuestas, que Rocha y Mejía libraron como si al más respetuoso se le fuera a dar un buen premio, la confrontación permitió bosquejar que el tema educativo será determinante para la definición del perfil del próximo Mandatario estatal.
El 17 de mayo de 2016, en el preámbulo de la votación para Gobernador que ganó Quirino Ordaz Coppel, Juan Alfonso Mejía López, en su función de director de Mexicanos Primero, capítulo Sinaloa, convocó a los ocho pretensos al cargo para que firmaran el Acuerdo por la Educación en Sinaloa. Cinco lo firmaron, entre estos Quirino Ordaz, uno no asistió y se negaron a asumirlo los candidatos Martín Heredia, del PAN, y Jesús Estrada Ferreiro, de Morena. A estos tres últimos Mejía les dijo que no merecían tener la confianza de los sinaloenses.
Colocado ahora Juan Alfonso Mejía del lado del Gobierno como titular de la SEPyC, y Rocha en la Cámara baja, ambos están en posibilidad de plantear e impulsar iniciativas para mejorar la calidad de la enseñanza. Es posible que en los próximos meses avancen a las precandidaturas por partidos distintos y la ciudadanía los tenga que apremiar para que delineen acciones no solo para crecer cualitativamente la educación sino principalmente para salvar a ésta de personajes o grupos que no cejan en pervertirla.
Si las circunstancias se dan como Rocha y Mejía las quisieran, los dos se medirán por el proyecto educativo que ofrezcan y en eso no podrán fallar porque desde ese ámbito blanden sus aspiraciones políticas. Habrá que esperar porque el sábado optaron por la superficialidad al participar en el evento organizado por el Congreso del Estado. Para no mancharse, por ahora, pilotearon sus naves futuristas por encimita de una galaxia pútrida.
Reverso
En el territorio de La Locha,
Hay tiro de antología:
O ganan las canicas de Rocha,
O el ajedrez de Mejía.
Y la justicia se hizo
No esperaba el Presidente Andrés Manuel López Obrador que su visita a Tamazula, Durango, a donde acudió el sábado a inaugurar el puente Sahuatenipa, fuera enturbiada por prácticamente toda la comunidad que se organizó para pedirle castigo ejemplar para los elementos de la Policía Estatal de Sinaloa que en la madrugada del 27 de enero abrieron fuego contra dos mujeres, Ana Carolina y Andrea Candelaria, hermanas de 18 y 20 años de edad, asesinándolas en la zona de la Presa Sanalona. Y AMLO fue tajante: quiero a los responsables de esa tragedia tras las rejas. Y la justicia comienza a darse. ¿Hasta dónde llegará? Eso es lo que está por verse.