"Dónde estamos, optimismo versus pesimismo"
La información reciente con relación a la posibilidad de disponer de una vacuna para hacer frente a la pandemia de Covid-19 crea un marco favorable a la recuperación económica global, aun cuando los datos referentes al número de infectados y la extensión territorial de la pandemia sean de aumento y se estén presentando oleadas de rebrotes en países que aparentemente ya habían logrado su contención.
El reciente acuerdo alcanzado entre los 27 países miembros de la Unión Europea en cuanto a su presupuesto para el siguiente periodo de ejercicio (2021-2027) y la aprobación de un fondo de recuperación de 840 mil millones de dólares (750 mil millones de euros), mediante deuda solidaria, también inducen al optimismo. En conjunto, estos países tienen gran peso en la economía mundial. El acuerdo respecto a una deuda común implícitamente refrenda el compromiso de mantener la Unión.
Ese conjunto de países ha tenido mayor éxito en la contención de la pandemia, así como en el proceso de reapertura de actividades económica, que Estados Unidos. Aunque no en forma tan efectiva como China.
Por otra parte, según los últimos datos respecto al comportamiento del empleo, la economía estadounidense muestra signos claros de una recuperación mucho más lenta que lo deseado. Con todo y el estímulo proveniente de políticas monetarias muy laxas y la implementación de dos paquetes fiscales de ayudas y estímulos aprobados por el Congreso.
Con un tercero en proceso de negociación.
A pesar de contar con recursos de todo tipo, Estados Unidos no fue suficientemente eficaz en la contención del virus y dio pasos hacia una reapertura de actividades económicas demasiado rápida y desordenada, lo cual se ha reflejado en una mayor extensión territorial de la pandemia y en un comportamiento aún creciente de contagios y muertes. Este país se está viendo muy mal, en comparación con otras economías de alto nivel de desarrollo.
Las fallas de Estados Unidos están asociadas a los errores de liderazgo del Presidente Trump y al clima de polarización doméstica. Esto último es expresión de la pérdida de amplitud en los consensos al interior de la sociedad estadounidense, y de la existencia de visiones ideológicas muy confrontadas. La polarización política actual en realidad refleja a una sociedad en la que se ha debilitado la visión común, compartida y aceptada con amplitud. Hay viejos problemas no resueltos que se han visto agravados, como el racismo, el aumento de la desigualdad y la pobreza, la falta de movilidad social, la existencia de una democracia defectuosa.
Ese país está entrando en un periodo de inestabilidad social y política, lo cual puede afectar su desempeño económico y su papel en la economía mundial. La preocupación creciente respecto al no reconocimiento de la derrota por el Presidente Trump y el temor de fraude electoral son indicadores de esa trayectoria. La inestabilidad política puede afectar severamente el papel de dólar como moneda de reserva y su uso en el sistema de pagos internacionales.
Está quedando claro que la pandemia está teniendo repercusiones que van más allá de la salud pública, que impiden una recuperación rápida en forma de V. Está auspiciando la aceleración de cambios estructurales importantes que afectan el empleo, como el home office, la robotización y re-encadenamientos industriales de nivel nacional; así como geopolíticos: se debilita Estados Unidos, Europa regresa bajo el liderazgo alemán, mientras otras naciones elevan su peso en la economía mundial.
Además, la fuerte inyección de liquidez en las economías nacionales y el aumento en los niveles de deuda y de los déficits públicos en algún momento tendrán que ser enfrentados, lo cual podría implicar que la recuperación se sostenga a un nivel más bajo por más tiempo de los deseado.
Dada la fuerte integración que existe de México hacia Estados Unidos, el país es muy sensible a lo que suceda en ese país. El T-MEC eleva el grado de sensibilidad.
Ante la creciente incertidumbre, vale ser precavido en términos de decisiones económicas. En esta perspectiva, las decisiones económicas no solamente deben considerar las exigencias de recuperación a corto plazo, sino evitar que se generen desequilibrios peligrosos a mediano y largo plazo. El tiempo es una variable clave en la administración de una economía.