Si usted se pregunta qué fue de
Fernando Pucheta, el ex Alcalde mazatleco que soñó con seguir en el poder y que a pesar de millones de pesos tirados en su campaña, en busca de la reelección, fue barrido por el “tsunami” Morena, aquí le se lo vamos a contar.
La ausencia de Pucheta no es tal, en realidad el Alcalde con licencia no se ha ido a ninguna parte, es más sigue en el mismo lugar donde ha estado siempre: en las colonias populares.
La diferencia es que hoy se han apagado los reflectores a su alrededor, no hay cámaras ni micrófonos que lo acompañen en sus recorridos por las colonias a las que siempre ha ido, regalando enseres domésticos, toallas, cobijas, resolviendo pequeños problemas, bromeando con los vecinos.
El único testigo de sus recorridos por las colonias son las grabaciones que realiza con un teléfono y cuyos videos sube a su cuenta de Facebook.
Después de la derrota, Pucheta regresó al mismo lugar donde comenzó a hacer política, las colonias populares y su viejo programa antigrafiti. Solo, sin ningún político a su lado.
Cuando fue Alcalde le sobraron los aliados, ahora han vuelto a desaparecer.
Le quedan sus padrinos de siempre, los Coppel, y de alguna manera el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, quien lo mantiene con vida recorriendo las colonias, para no tener que darle un puesto donde seguramente le daría puros dolores de cabeza.
Fluye el malecón
Todo se prestó para que el cierre de una de las vialidades del malecón fuera un éxito..., por ahora.
Los mazatlecos estaban informados, la afluencia de turistas había bajado por el fin de la temporada vacacional de verano y todo se realizó con la presencia de agentes de vialidad y con la intención de afectar lo menos posible a los automovilistas.
Si la obra, que reemplazará el pavimento por concreto hidráulico, hubiera comenzado una semana antes, la zona del Malecón, entre la Avenida Insurgentes y la Avenida Rafael Buelna, se hubiera convertido en un caos.
En el pasado, el Gobierno del Estado fue duramente criticado por los mazatlecos por iniciar obras sin “socializarlas” con la ciudadanía, por muy buenas que sean, las obras no pueden iniciarse sin avisar a la ciudadanía, porque terminas afectando a los mismos que quieres beneficiar.
Hay que reconocer que las obras realizadas el año pasado y el inicio de este estuvieron “apresuradas” por la realización del Tianguis Turístico, un evento con agenda propia, con sus fechas y lugares de realización, y sin posibilidad de cambio.
En esta ocasión, la planeación de la obra se pudo realizar sin presiones, lo que permitirá realizarla por partes, sin cerrar todos los carriles del malecón, como en las obras anteriores.
El primer día del cierre sorprendió a todos, se esperaba caos y gente molesta, sin embargo, la situación resultó favorable, tanto para el personal de Tránsito, como para los automovilistas.
Ahora, todavía falta mucha obra, vienen eventos masivos en la zona, así que es temprano para cantar victoria, pero por lo pronto hay que reconocer que el operativo vial funciona.
La terquedad de los funcionarios
Como mucho se ha dicho, siempre las personas que trabajan con recursos públicos, en lugar de mostrar siempre niveles de ética en su trabajo y moral en su manera de ser, parecen niños chiquitos que piensan que todo es juego o a todo le atribuyen algún tinte político.
Nuevamente desde la Coordinación General de Acceso a la Información Pública de la Universidad Autónoma de Sinaloa se sacan una joyita de la manga y, como siempre se las gastan de esa manera, hacen trampa para atrasar o buscar que los ciudadanos se cansen de hacer solicitudes de información.
En los días pasados, un periodista y ciudadano solicitó información sobre los gastos en boletos de avión y facturas por el pago de estos de los funcionarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa de los últimos seis años, incluidos el entonces Rector
Víctor Corrales Burgueño y el actual
Juan Eulogio Guerra Liera.
Pues resulta que en la coordinación exigen que se especifique a qué se refiere el ciudadano al pedir información sobre “funcionarios”.
En estricto apego jurídico, podrán escudarse porque los funcionarios son los que ostentan cargos otorgados por el Gobierno o el Congreso del Estado.
Con esto, los muy vivos han logrado retrasar otros 10 días la respuesta a la solicitud de información, como si nunca en la historia de la Universidad ellos mismos no hubieran utilizado el término para sí mismos.
Señores de la UAS, en estos tiempos modernos, la transparencia es proactiva o no lo es. Lo que aquí debió suceder es haber entregado la información dando por entendido que por funcionarios se refiere a los altos y medianos mandos de la Rectoría que administran la universidad.
Actualícense, por favor.