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@rodolfodiazf
El trabajo desde casa y las clases virtuales aceleraron su vigencia y permanencia debido al coronavirus, que acarreó consigo la ineludible recomendación del confinamiento doméstico.
Desde la Primera Revolución Industrial, que operó en los siglos 18 y 19 una profunda transformación económica, social y tecnológica, no se había visto nada igual. Es cierto, que en el Siglo 20 se observaron otros grandes cambios tecnológicos, pero este siglo inició con un enérgico y vertiginoso desarrollo que pronostica una gigantesca ola del llamado desempleo tecnológico.
Este es el tema que abordó Andrés Oppenheimer en su libro ¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización, publicado en 2019, en el que señaló que el 47 por ciento de los empleos actuales corren el riesgo de ser reemplazados por robots y computadoras con inteligencia artificial durante los próximos 15 o 20 años.
Oppenheimer se preguntó: ¿cuánta gente perderá su empleo por la creciente automatización del trabajo en el futuro inmediato? Este fenómeno -indicó- no es nuevo, pero nunca se había dado tan aceleradamente por lo que debemos prepararnos, sobre todo los países manufactureros como México.
Precisó que en los próximos años muchos robots sustituirán en sus empleos a las personas, porque cada vez su proceso de producción es más barato y los fabrican más inteligentes.
En el libro, analiza el futuro de varias profesiones en las que se catapultará gran número de desempleados: periodistas, empleados de restaurantes y supermercados, banqueros, abogados, contadores, aseguradores, médicos, docentes, trabajadores manufactureros, transportistas, actores, músicos y deportistas.
No obstante, Oppenheimer no se convierte en un agorero fatalista, sino que ve el futuro con optimismo: “tras un periodo de transición que dejará en un principio un balance laboral negativo, las cosas se reacomodarán para mejorar”.
¿Me preparo ante el desempleo tecnológico?