|
"Opinión"

"Descubren posible origen de alergia a penicilina"

""

    alberto.kousuke@uas.edu.mx

    La penicilina ha sido uno de los mayores descubrimientos en la historia de la humanidad, el primer antibiótico. Curiosamente, este hallazgo fue mera serendipia. En 1928, Alexander Fleming dejó por accidente unas cajas de cultivo sin lavar durante un fin de semana y un hongo creció en dichas cajas de cultivo. Fleming se percató de que las bacterias no crecían alrededor del hongo, por que dicho hongo producía penicilina.

    La penicilina es un antibiótico efectivo contra un gran repertorio de bacterias y es usualmente la primera opción en el tratamiento contra bacterias tipo Gram positivas. A pesar de esto, la administración de penicilina es una de las causas más comunes de alergia medicamentosa. Alrededor del 10 porciento de la población general afirma ser alérgico a la penicilina.

    La alergia a la penicilina se clasifica como una reacción de “hipersensibilidad”, un estado en el cual el sistema inmune responde exageradamente a un estímulo, en este caso, la penicilina. Y aunque esta reacción alérgica es raramente fatal, frecuentemente ocasiona sarpullido, congestión de las vías respiratorias, arritmias, etc.

    Estudios recientes revelan que las personas con alergia a la penicilina presentan una variante genética en el sistema inmune que ayuda a distinguir células propias de los patógenos como las bacterias y virus.

    Este gen, llamado “HLA-B*55:01”, se encuentra en el cromosoma 6 (American Journal of Human Genetics) y se encarga de activar a unas células del sistema inmune llamadas linfocitos T CD8+, los cuales destruyen células infectadas por virus o células tumorales.

    Con estos hallazgos, se infiere que las personas con alergia a la penicilina tienen un gen distinto ( HLA-B*55:01) que ocasiona que el sistema inmune de estas personas reaccione de manera exagerada y anormal a la penicilina.

    La alergia a la penicilina usualmente inicia en la niñez y frecuentemente disminuye con el paso del tiempo. Esto quiere decir que la mayoría de estos pacientes pueden utilizar de manera segura la penicilina en la adultez.

    Asimismo, la mayoría de las alergias a penicilina son auto-diagnosticadas y no son confirmadas con un examen. Esto es importante recalcar, ya que se estima que el 90 por ciento de los pacientes que afirman ser alérgicos a la penicilina realmente no son alérgicos y pueden tomar de manera segura dicho medicamento.

    Esto ha ocasionado que millones de personas que se creen alérgicas recurran a antibióticos más caros y menos efectivos, lo cual ha contribuido a la generación de bacterias resistentes a antibióticos. A esto hay que añadirle el hecho de que a muchos médicos les fascina prescribir penicilina para cualquier tipo de infección, independientemente de si es viral o bacteriana.

    Para diagnosticar efectivamente la alergia a penicilina se utiliza un test epidérmico. Un inmunólogo o alergólogo puede realizar este examen en el cual se inocula una dosis de penicilina en la piel.

    Si crees padecer alergia a la penicilina, no te preocupes. Aunque esta alergia parece ser de origen genético (ninguna enfermedad genética tiene cura), lo más probable es que dicha alergia desaparezca con el paso del tiempo.

    Por último, con el advenimiento del “invierno” y la baja de las temperaturas, los catarros e infecciones de vías respiratorias superiores se vuelven comunes. Esto no tiene nada que ver con el clima, simplemente los humanos tendemos a permanecer en lugares confinados durante el invierno, lo que nos vuelve más propensos a contagiarnos.

    Este tipo de infecciones son en su gran mayoría virales y el uso de antibiótico es completamente innecesario puesto que los antibióticos no tienen efecto sobre los virus. Si a tu médico de cabecera le fascina recetarte antibióticos para cualquier tipo de infección, te sugiero buscar una segunda opinión.