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A propósito de la visita del doctor en economía José Nabor Cruz Marcelo, titular del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la preocupación principal que orienta el desarrollo social de un país es sin duda sus niveles de pobreza, este ha sido el reto fundamental para detonar un desarrollo con justicia social.
Según Coneval, en México tenemos dos tipos principales de pobreza: la pobreza entendida como aquella que presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades y la pobreza extrema, cuando una persona presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria.
Por carencia social se consideran los indicadores en rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, a la alimentación, calidad y espacios de la vivienda y acceso a los servicios básicos de la vivienda.
En México el número de personas en situación de pobreza pasó de 49.5 a 52.4 millones de personas entre 2008 y 2018, lo que representa porcentualmente una disminución de 44.4 por ciento a 41.9 por ciento considerando el aumento de la población. Sin embargo, los porcentajes siguen siendo muy altos, una realidad que por ser parte de nuestra historia en México, nos hemos acostumbrado a aceptar y a asumir como parte de lo que somos, un país en el que casi la mitad de la población vive en situación de pobreza. Un asunto que exige ser atendido con mayor compromiso de parte de las autoridades en sus tres órdenes de gobierno, incluyendo el Poder Legislativo en tanto es quien aprueba el presupuesto y vigila el uso y desempeño del gasto destinado para tales propósitos.
Si bien el gobierno de la República se ha comprometido a implementar los objetivos estratégicos de la agenda 2030 que la ONU propone para el desarrollo sostenible que espera poner fin a todas las formas de pobreza y a formar sociedades más igualitarias, solidarias y cohesionadas, propósitos que difícilmente obtendrán los resultados esperados mientras no se coordinen los esfuerzos en una sola dirección.
En nuestro estado, según cifras presentadas por el titular del Coneval, en conferencia impartida el día de ayer en la Torre Académica de la UAS, en Sinaloa se ha mantenido la reducción de cinco de los seis indicadores de carencia social, así como un importante progreso en la reducción de la pobreza extrema y de una población relativamente pequeña de pobreza moderada con un 2.5 frente a un 7.5 a nivel nacional, reconociendo además que pocas entidades han logrado mejorar el porcentaje de población no pobre y no vulnerable.
Estas cifras sin duda representan una importante coyuntura para que en Sinaloa se fortalezcan las políticas gubernamentales en materia de desarrollo social y sobre todo se vinculen esfuerzos entre la federación, el estado y sus municipios. La visita de servidores públicos como el doctor José Nabor Cruz Marcelo, significan oportunidades valiosas para intercambiar experiencias y conocimientos en la medición de la pobreza y sus indicadores. En este contexto, el Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, Ricardo Madrid Pérez propició encuentros en estos días entre el titular de Coneval y el gabinete social del Gobernador Quirino Ordaz, así como con especialistas en desarrollo social.
La pobreza y el desarrollo social, debieran tener lugar prioritario, de constante atención y análisis en los medios de comunicación, considerando que como lo afirma el propio Presidente López Obrador, en la agenda nacional de su gobierno, están primero los pobres. Para disminuir de una vez por todas la pobreza en México, debemos apostar por centrar nuestra atención no sólo en el crecimiento económico, ni en los temas en boga o tendencias mediáticas, sino en temas que debieran ser de interés común, como el de alcanzar un desarrollo social sin pobreza.
Hasta aquí mi opinión, los espero en este espacio el próximo martes.