Hoy, la Jueza Sara Bruna Quiñónez Estrada tendrá en sus manos el fallo definitivo en el caso del “Escándalo de los tesoreros”, como se le ha llamado al caso Armando Villarreal Ibarra, titular de la Secretaría de Administración y Finanzas en la administración de Mario López Valdez.
El pasado 29 de enero, durante la audiencia intermedia por el caso Villarreal, la Jueza se negó a aceptar el acuerdo del pago de 2 millones de pesos por el presunto desvío de 260 millones de pesos.
El acuerdo buscaba detener el proceso penal, pero la Jueza lo rechazó por considerarlo “inmoral”, una decisión que terminó creando una enorme polvadera en los medios de comunicación.
La jueza ordenó a la Fiscalía exponer al que autorizó el trato y salieron a relucir los nombres del Secretario General de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores, y el del ahora ex Secretario de Administración y Finanzas, Carlos Ortega Carricarte.
Como sabemos Ortega Carricarte ya fue el primer “damnificado” de este escándalo, aunque nadie quiso reconocer que se fue por eso, nos salieron con los clásicos asuntos personales. Será el sereno, pero fue removido de su cargo el martes.
Hoy, los señalados por el desvío, Villarreal Ibarra y dos de sus ex colaboradores, regresarán al Centro de Justicia para encarar la audiencia intermedia que se suspendió después de que los abogados defensores hicieron la propuesta de perdón y ésta fue rechazada por la Jueza.
A la expectativa en este escandaloso caso que ya golpeó la cúpula del Gobierno del Estado y que podría tener algunos otros afectados.
‘Un pacto de impunidad’
Para Sílber Meza Camacho, presidente de Iniciativa Sinaloa, la falta de independencia de la Fiscalía Anticorrupción de la Fiscalía General del Estado, genera estos escandalosos pactos de impunidad como el del caso de Armando Villarreal, ex funcionario de la administración anterior y los brazos fuertes del Gobierno actual.
Dijo que fue tan asombroso este acuerdo de impunidad, que la misma Jueza mencionó que nunca había visto algo de esta magnitud, donde quisieran resolver la desaparición de 260 millones de pesos, que presuntamente fueron desviados, con el pago de una multa de 2 millones de pesos. Ese es el mejor ejemplo de pacto de impunidad.
Muchos se preguntan qué fue lo que les falló en este pacto, ¿qué no se presentó un informe detallado donde se pusieran rubro por rubro a dónde fue a parar el dinero del desvío?, ¿qué no llegaron los representantes con las credenciales y avales correspondientes para darle trámite al acuerdo? o ¿fue puro cinismo?
Les falló la cantidad de cucharadas de cinismo y que se toparon con una Jueza con poquito sentido común.
A mí ni me metan, dice Estrada
Cuestionado sobre una hipotética aspiración de convertirse en el próximo Gobernador, de parte del Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, Jesús Estrada Ferreiro, Alcalde de Culiacán, se limitó a decir, que pues muchas felicidades por esas aspiraciones, pero eso es algo que a él no le va ni le viene.
Sí, así dijo, felicidades, el morenista se ve poco o nada interesado en hablar sobre el proceso que se avecina para el 2021, tal vez sea una estrategia, pero ni siquiera pide que lo mencionen, no sólo para ocupar un cargo representativo, sino que para trabajar en el servicio público.
Estrada se dijo alejado de los “Anímate Chuy”, de los “Cuén sí cumple”, o del “Yo sí me animo”, que han subido a la palestra a varios personajes de la política, y textualmente dijo, ante la insistencia de los medios, en tono irónico, que lo primero que tenía que hacer era eliminar los baches.
Bueno, en efecto , lo que más le interesa a la ciudadanía es que les solucionen los problemas de su entorno, como los baches, el alumbrado en mal estado, entre otros servicios públicos.
También se espera que solucionen otros problemas más graves, como la violencia incesante y los feminicidios, menos mal que el Alcalde de Culiacán no está mareado con esas aspiraciones, porque hay mucho por hacer, como para que ande pensando en otras cosas.
Y que Estrada Ferreiro piense en elecciones y con aspiraciones...¡Dios guarde!, como dicen nuestros vecinos de la sindicatura de Costa Rica.
Aguas con Trump
Ahora sí no hay quien aguante al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Si ya se sentía hecho a mano, ahora se siente el mejor Presidente que hayan tenido los estadounidenses en su historia, y todo porque consiguió salir vivo del juicio que se le realizó para echarlo del poder.
El impresentable de Trump anda feliz, pregonando a cielo abierto que su País nunca había tenido su economía en mejores condiciones, se da el lujo de despreciar a los demócratas, sus opositores, y se pavonea con la idea de que está listo para ganar la reelección, algo hasta hace unos meses impensable.
Si ya nos sentíamos que ya se iba, pero ahora resulta que él se siente que ya ganó otros cuatro años, y todo porque los senadores de su partido evitaron que saliera de manera vergonzosa del poder.
Y la culpa la tienen, en gran medida, los demócratas, sus opositores, incapaces de articular un movimiento creíble a favor de alguno de sus precandidatos a la Presidencia.
Los demócratas andan tan perdidos que seguramente llegarán a la elección débiles y divididos, poniendo de su parte para que Trump siga al frente.
Dios nos agarre confesados.
Se nos acabó la Serie del Caribe
Lo peor es que nos ilusionamos cuando Tomateros de Culiacán consiguió cuatro victorias al hilo en la Serie del Caribe, los Guindas parecían caminar jubilosos hacia el campeonato, cuando tuvieron un “accidente” y se dejaron montonear por Venezuela, que sacó el colmillo y los derrotó por una sola carrera.
A los Cardenales de Lara les bastó una carrera en la tercera entrada para finiquitar un juego que Tomateros jamás supo ganar, a pesar de mantener una ventaja ofensiva durante todo el partido.
Ni modo, nos dejaron ilusionados.