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Los censos poblacionales han existido desde hace miles de años y han sido un referente estadístico con múltiples fines. Los romanos, por ejemplo, tenían como práctica el conteo de la población en los nuevos territorios dominados para tabular la tributación que habrían de tener los gobernantes anexos al imperio. Publio Suplicio Quirino, Gobernador romano de Judea, fue el encargado de realizar el censo para el imperio en el año 6 DC, en una aproximación histórica de lo que en catolicismo se marca como el censo de Herodes. En el México prehispánico también hay evidencia del conteo poblacional pero no con fines tributarios, sino para el conocimiento y distribución de los recursos, en el año de 1116 de nuestra era, los chichimecas en el mandato de Xólotl decidieron contar a su población y convocaron al censo de los “Nepohualcos” nombrados así por los montones de piedras que se juntaban al llamar a la población a depositar una piedra por individuo, según diversos autores, en aquello que pudo ser nuestro primer censo se contabilizaron 3 millones 200 mil piedras que daban cuenta del número de habitantes.
En días pasados el Instituto Nacional de Estadística y Geografía presentó el “Panorama Sociodemográfico de México” correspondiente al censo 2020. Comparto para ustedes los datos más relevantes del último conteo poblacional, que dicho sea de paso “apenitas” logró salir por las complicaciones de la pandemia. Según lo expuesto por el INEGI, en México somos 126 millones 14 mil 024 de mexicanos y mexicanas, 48.8 por cierto hombres y 52.2 por ciento mujeres, somos un país de población joven con una edad mediana de 29 años. Existen en nuestro país 35 millones 219 mil 141 hogares en donde viven en promedio 3.5 personas, en lo que se configura el prototipo familiar del mexicano. El 35.4 por ciento de las personas están casadas, el 34.2 por ciento solteras, el 18.3 por ciento en unión libre, el 5.2 por ciento separadas y el 2.0 por ciento divorciadas y el 4.8 por ciento viudas. En promedio los mexicanos tienen 1.5 hijos nacidos vivos.
La población económicamente activa es del 62 por ciento, un número muy importante que con los años vendrá a la baja por la dinámica poblacional estimada, de la base económica activa está en 40.9 por ciento mujeres y el 59.1 por ciento hombres, aquí valdría la pena resaltar que poco a poco las mujeres cobran un papel preponderante en este sector de población ocupada, en los años 80 por ejemplo la cifra estaba por la mitad de lo que hoy se anuncia. La educación en México avanza, de la población con 15 años o más, el 49.3 por ciento concluyó la educación básica como último grado de estudio, 24 por ciento el bachillerato o preparatoria y el 26 por ciento educación superior. En servicios de salud el 73.5 por ciento de la población tiene acceso o está afiliada a algún esquema generalmente público, de ellos solo el 2.8 por ciento paga servicios de salud privados.
De los hogares en México se reportan 77.6 por ciento con agua entubada, 99 por ciento con energía eléctrica, 95.5 por ciento con drenaje. El 37.6 por ciento tienen una computadora, el 37.5 por ciento tiene telefonía fija, el 87.5 por ciento telefonía celular, el 52.1 por ciento internet y el 43.3 por ciento televisión de paga. Estos datos son muy importantes y demuestran que la brecha digital se ha ido haciendo más estrecha. En el tema de población indígena se reporta un 6.4 por ciento de mexicanos que hablan una lengua nativa siendo las más frecuentes el náhuatl 22.5 por ciento y el maya 10.6 por ciento, en México el 2.04 por ciento de los mexicanos se consideran población afrodescendiente. Mientras que en temas de discapacidad se reporta el 4.9 por ciento sobresaliendo en este grupo las personas mayores de 60 años o más.
En lo que respecta a Sinaloa, los números también se ponen interesantes, somos 3 millones 26 mil 943 sinaloenses que representamos el 2.4 por ciento de la población nacional, 50.6 por ciento mujeres y 49.4 por ciento hombres, con una edad de 30 años apenas por encima de la media nacional. Valdría la pena comprar nuestro tamaño poblacional con las entidades más grandes como la ciudad de México en donde residen el 7.3 por ciento de la población, o el Estado de México con el 13.5 por ciento o Jalisco una entidad en la que habitan el 6.6 por ciento de los censados. En nuestra entidad los municipios más poblados son Culiacán con un poco más de 1 millón de habitantes, Mazatlán con 501 mil y Ahome con 459 mil. En nuestra entidad se contabilizaron 854 mil 816 hogares con un promedio de 3.5 personas por vivienda.
La escolaridad de los sinaloenses mayores de 15 años es del 44.1 por ciento con educación básica, el 25 por ciento con bachillerato y el 27 por ciento con educación superior, lo que marca una ligera ventaja con el promedio del País. La población económicamente activa es del 60.6 por ciento con una participación de 59.3 por ciento hombres y 40.7 por ciento mujeres. Los hogares en Sinaloa reportan 86.8 por ciento de agua entubada, 99.4 con energía eléctrica, 96.9 drenaje. Un 95 por ciento de los hogares tienen refrigerador, 77.1 por ciento lavadora, el 57.3 auto, 18.7 moto y 22.1 bicicleta. En cuanto a servicios de internet el 51.7 por ciento de los hogares tiene acceso, un 38.3 tiene computadora, 24.7 telefonía fija y un 92.3 por ciento tiene al menos un dispositivo celular. En salud el 80.9 por ciento de los sinaloenses tiene acceso a servicios siendo el IMSS la institución con más afiliados el 62 por ciento de las personas.
Los datos que arroja el censo 2020 son muy interesantes sobre todo si se contrastan entre estados y con nuestra propia realidad de hace 10 o 20 años. Sinaloa avanza en brindar servicios y la reducción de brechas de desigualdad sobre todo en materia educativa y de salud, pero es evidente que los polos de pobreza y marginación más grandes todavía marcan números inadmisibles en el 19 por ciento de personas sin acceso a la salud, en el rezago educativo del 3.8 por ciento de sinaloenses, 2.3 por ciento de casas con piso de tierra y 13.2 por ciento de hogares sin agua corriente. No podemos negar los avances de estos últimos 10 años, pero negarnos a ver la realidad de la desigualdad en la que viven miles y miles de mexicanos y sinaloenses nos haría extraviarnos del camino. Desde aquí, desde los datos crudos deben comenzar las propuestas de esos que andan jugando pa’ políticos. Luego le seguimos...