"Coronavirus en el reino de 'El Químico'. El Alcalde que arriesga a los mazatlecos"
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Con cada tiranito en su reino tomando acciones desarticuladas, Sinaloa no podrá salir bien librado en la emergencia actual por el coronavirus. Son alcaldes que actúan como Su Testaruda Majestad y creen que sus castillitos están providencialmente a salvo de la toxina de Wuhan, mientras el peligro de contagio crece pero antes se disemina la idea de que ningún ciudadano debe cuidarse porque la pandemia es una invento de los conservadores y fifís.
Así será en tanto alguien le avise al Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, que en México existe la fase I de la contingencia nacional por coronavirus y que cualquier aglomeración humana está prohibida como medida principal para contener la infección masiva. Algún interlocutor de la Cuarta Transformación debe notificarle también que el Carnaval ya acabó y por lo tanto deje de fraguar mascaradas que juegan con la salud pública.
Parte de la estructuración de la estrategia exitosa para combatir la enfermedad consiste en que cese el fuego político entre los diferentes ámbitos de gobierno. Por ejemplo, Benítez Torres actúa como jefe de una comarca controlada por Movimiento Regeneración Nacional, impenetrable por quien no sea parte de tal cacicazgo, en contracorriente de la difuminación de límites de cualquier tipo para abrirle todas las puertas a la colaboración.
Nadie sabe si la decisión de celebrar en Mazatlán la Legendaria Semana de la Moto 2020 se tomó de manera unilateral por el Alcalde o fue en consenso con los empresarios turísticos, el Secretario del ramo, Óscar Pérez Barros, y el Gobernador Quirino Ordaz Coppel. Haya sido como haya sido, la previsión principal ante pandemias es evitar, de ser necesario hasta con la fuerza pública, la presencia masiva de sujetos de contagio.
Sin embargo, mitad dictador y mitad insensato, está estorbando el Presidente Municipal a las tareas de prevención y reacción frente al Covid-19. El problema es que sin identidad propia procede a pisarle los pasos a AMLO, quien en similar actitud de negligencia permitió se realizara en el Foro Sol de la Ciudad de México el evento Vive Latino, que concentró a más de 100 mil personas en plena contingencia por el coronavirus.
La señal que envía “El Químico” tiene que ver con una vocación autoritaria que va más allá de la seguridad sanitaria de los mazatlecos. De ser cierto que más de 45 mil personas asistieron al malecón a presenciar el desfile de motociclistas, entonces la rebeldía ante medidas que la Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud federal han determinado, se instala como mayor amenaza que la pandemia misma.
Todo tiene que ver con la arrogancia del gobernante mazatleco y la permisibilidad que el partido Morena y el Congreso morenista de Sinaloa le garantizan sin medida a Benítez Torres, coronándolo como el rey absoluto de los arranques tiránicos, sin mediar la más mínima preocupación sobre los costos que podría pagar todo Sinaloa por dichos desplantes.
Lo han dejado ir muy lejos en la obsesión por distanciarse de sus responsabilidades constitucionales y acercarse demasiado a tentaciones totalitarias que otro virus, el de la soberbia, le causa de manera recurrente. Otros alcaldes, desde Alejandro Higuera hasta Fernando Pucheta, habían salido tozudos, pero el actual se lleva el campeonato y todos los galardones de la intransigencia.
Es decir, ya le habían tocado a Mazatlán ediles trastornados, al ras de la chifladura, sin embargo ninguno como “El Químico”. Y nada importaran sus excentricidades si a través de ellas no estuviera haciendo malabares con la pandemia que tiene a la comunidad internacional en estado de alerta, inclusive con toques de queda para obligar a la gente a que permanezca en sus casas.
Benítez Torres está alentando a los turistas a que desobedezcan los protocolos que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador puso en marcha. Cree el pintoresco Presidente Municipal, sacado de algún episodio de la película La Ley de Herodes, que bastará con un bando solemne suyo que dé por establecido que la fiebre del Covid-19 se cura con oropel y confeti.
Ahí la lleva. Como si se tratara de la proclama real que frenará el avance del coronavirus, Benítez Torres decreta que la amenaza de la pandemia ya habrá pasado para Semana Santa, sin interferir en los vacacionistas que vendrán a buscar sol y playa. ¡Hágase la voluntad de Su Excelencia! ¡Qué importa lo que el mundo haga o piense! ¡Mis designios valen mucho más que eso!
Reverso
Después de tanto reborujo,
Y de grave delirio cíclico,
Ya nadie sabe si es químico,
O de plano se hizo brujo.
Réquiem por el Ismujeres
En su tránsito de Guatemala a Guatepior, el Instituto Sinaloense de las Mujeres quedó en manos de quien menos trayectoria o voluntad posee para atender la grave situación que vive este sector que sufre de discriminación, feminicidios y el desdén gubernamental. De 20 que se apuntaron a ocupar el cargo al parecer se lanzaron hacia arriba todas las propuestas y la que cayó arriba fue elegida, sin que importara el perfil sino la oportunidad de pegarle en la torre al Congreso del Estado por atreverse a desechar la ratificación de Reyna Araceli Tirado Gálvez. ¿Piérdase de una vez toda esperanza?