¿Qué se puede imaginar uno con la frase “contéstate tú mismo”?, de primera impresión nada, pero si a esa frase antecede la siguiente pregunta: ¿quién va a manejar los drones?
Y es que resulta que dentro de poco van a echar a andar a volar los drones que compró el Gobierno del Estado por la nada despreciable cantidad de 75 millones de pesos.
Pero eso no es lo interesante, sino que los operadores van a ser militares, de la Fuerza Aérea.
Esa información la dio a conocer Genaro Robles Casillas, Secretario de Seguridad Pública del Estado, lo que hizo que se le preguntara ¿por qué no se capacitaba a policías estatales?, ¿No se les paga para que trabajen para el Estado?
Bueno, la respuesta fue que nos contestáramos nosotros mismos, y la verdad es que como dejó tan abierta la cosa, podríamos contestarnos de la siguiente manera:
Que los policías son corruptos; que los policías trabajan con grupos criminales; o que los policías no son inteligentes y por lo tanto no saben usar aviones no tripulados.
A lo mejor nos pusimos ofensivos, pero de verdad no nos dejan a pensar otra cosa.
El pueblo de los desaparecidos
Supongamos que esto es leído por el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, el Secretario de Seguridad Pública del Estado Genaro Robles Casillas y por el Fiscal Juan José Ríos Estavillo.
Imaginen que, de pronto, uno de sus hijos desaparece.
Llegan personas a la escuela o el trabajo de uno de sus hijos y apuntándole con un arma le dice que se suba a una camioneta.
Cuando regresan a sus casas les dicen sus esposas que su hijo o hija no ha regresado, lo que hace que de inmediato se tengan que moverse porque nadie, absolutamente nadie sabe de sus hijos.
En eso le hablan a uno de sus compañeros, del que tienen el teléfono en su agenda y este les contesta de inmediato y les cuenta poco de lo que pasó.
Si no saben qué pasa después, se los diremos.
Ustedes van a llamar al 911 para hacer una denuncia por teléfono, si tienen suerte les van a contestar en la primera llamada, pero tengan en cuenta que a lo mejor les contestan que si no han pasado 24 horas, entonces se van a tener que esperar.
Luego van a ir al Ministerio y se van a tardar alrededor de dos horas y uno de los agentes del Ministerio Público les va a empezar a preguntar si sus hijos tenían antecedentes, que si andaba en buenos pasos o que si no saben con quién podrá estar.
Después prepárense, los siguientes días no podrán dormir, podrán pensar mil cosas: ¿dónde estará?, ¿por qué se lo llevaron?, ¿a dónde se lo llevaron?, ¿estará bien?, ¿tendrá calor o frío?, ¿habrá comido?, ¿tendrá sed?, ¿estará enfermo?, ¿qué debo hacer?
Nadie les va a contestar esas preguntas. De verdad nadie.
Por último tendrán la oportunidad de unirse a los grupos y colectivos de personas que buscan a sus familiares desaparecidos, como Voces Unidas por la Vida, Las Rastreadoras de El Fuerte, Las Sabuesos de Sinaloa o Las Rastreadoras por la Paz.
Sólo tengan algo claro, que ellas buscan a personas vivas, pero la mayoría de las veces buscan a personas muertas, en fosas clandestinas.
Eso es lo que sienten y viven 3 mil 103 familias en Sinaloa, desde el 2002 a la fecha.
Esto se los decimos porque hoy se recuerda el Día Internacional de las personas desaparecidas y ustedes son los responsables de que no suceda, y que si llega a pasar deben ofrecer justicia.
La inseguridad de cada día
Los vecinos de Valle Alto sufren los estragos de la violencia.
Hay asesinatos a plena luz del día, hay una farmacia que la asaltan por lo menos unas dos veces por semana y debe ser una de las zonas donde más robo de vehículos hay en Culiacán.
Eso sin contar los testimonios de terror de familias enteras que han sido víctimas de privación ilegal de la libertad, mientras hombres armados irrumpen sus casas y se roban todo lo de valor que pueden, hasta amenazan de que si ponen denuncia ya saben dónde encontrarlos... ¿y la Policía Municipal, Militar, Estatal, Ministerial, Espacial o Galáctica? Pues bien, gracias.
Hoy, el grupo tiene otra conferencia de prensa, para decir que están hartos de que el Secretario de Seguridad Pública de Culiacán, Óscar Guinto Marmolejo, cumpla la palabra que les dio en junio.
¿Quién piensa en los polis?
A los policías que detuvieron a dos jóvenes el sábado y le aplicaron una llave al estilo del “Perro Aguayo” a un ciudadano que grababa la detención, la opinión pública los quiere quemar en la hoguera.
Pero, ¿Alguien ha pensado en los policías?
Los policías viven en una tierra donde no son queridos ni respetados y no gozan de ningún tipo de confianza.
Deben de sentirse frustrados, enojados y no hay duda que algunos hasta se sientan deprimidos por lo que se piensa de ellos, sin embargo, con actos como los del sábado, no lograrán revertir la opinión hacia ellos en lo absoluto.