El que dio cátedra de lo que se debe de hacer si se quiere perder a un aliado fue el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera.
Acuciado por la situación financiera y la mala relación que tiene con la Secretaría de Educación a nivel federal, Guerra Liera se le fue encima al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, el único aliado que podía hacer algo por ellos, y el que les prestó 200 millones de pesos para que en diciembre pasado pudieran pagar los aguinaldos.
¿Cómo pudo haber pasado algo así? Aquí les contamos la historia
Las nuevas exigencias
Resulta que la 4T trae entre ojos a las universidades públicas de México porque durante décadas se han convertido en unos “agujeros negros” donde desaparecen millones y millones de pesos, es más, son barriles sin fondo.
Las universidades piden y gastan, pero a la hora de rendir cuentas se escudan en la “autonomía” y no aclaran nada.
Por lo tanto, la SEP federal decidió comenzar a poner las cosas en orden y llegó a un acuerdo con la UAS para que le presentara una simple corrida financiera de su presupuesto de egresos, así la SEP decidiría cuánto y cuándo enviar los recursos, en busca de un mínimo de transparencia.
La UAS dijo que sí, pero ya que tuvo el dinero que le prestó el Gobierno del Estado se desentendió del asunto, así que dejó de fluir el recurso y los uaseños dejaron de pagar la deuda con Gobierno del Estado.
Ni tardo ni perezoso, Quirino Ordaz Coppel reclamó a la UAS y a la SEP por el préstamo, en la UAS se hicieron los sordos y en la SEP le explicaron lo que estaba pasando.
De hecho, fueron los mismos de la SEP los que recomendaron a Gobierno del Estado que retuviera los famosos 50 millones de pesos hasta que la UAS cumpliera con lo que había prometido.
El único camino
Hasta ahí, el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera, tenía dos caminos, el más lógico era presentarse con el Gobernador y pedirle que le ayudara a resolver el atasco que impedía pagar la quincena de los trabajadores.
Pero no, los uaseños tienen montado un único recurso, en cuanto no les dan lo que piden juntan a su gente, salen a las calles y despotrican a través de sus pasquines en contra del enemigo en turno.
El problema es que todo mundo andaba de vacaciones, por la emergencia sanitaria, y cuando los uaseños andan de vacaciones no se juntan ni para tomar un café. Ellos solo protestan cuando se trata de perder clases, faltaba más.
Entonces Guerra Liera, a la desesperada, utilizó el camino fácil: atacó a su aliado, Quirino Ordaz Coppel, acusándolo de retener los 50 millones, traspasándole la bronca.
Ordaz Coppel estaba dispuesto a ir hasta donde fuera posible, pero finalmente intervino la SEP y negoció con la UAS, permitiendo la entrega del dinero, pero acordando la entrega de la corrida financiera.
Algunos podrán decir que Guerra Liera ganó el pulso porque consiguió el dinero para pagar la quincena, pero la pregunta es ¿a qué costo?.
La UAS juega un juego muy complicado en un terreno repleto de enemigos: el Congreso del Estado, el Gobierno federal de la 4T, la SEP a nivel federal y un Senador sinaloense que les trae ganas.
Ante todos sus enemigos tenían a un aliado que los protegía con tal de que llevaran la fiesta en paz, pero ahora lo abandonaron por unos centavos.
La pandemia en Sinaloa
El coronavirus dio un salto el sábado en Sinaloa y en un solo día nos dejó cinco nuevas víctimas fatales en el estado, algo que preocupó a los especialistas, por temor a que hubiera iniciado la fase agua de la emergencia.
Sin embargo, ayer las cosas volvieron a la velocidad con la que habían estado comportándose y se detuvo el número de fallecidos.
Las autoridades aprovecharon el momento para recordarle a la ciudadanía que la cosa va en serio, ya que miles de sinaloenses todavía no se la creen y se niegan a seguir las recomendaciones.
El principal señalamiento se realizó en las colonias populares de Culiacán, donde la policía local, acompañada de miembros de la Guardia Nacional, se presentó para invitar a la gente a evitar concentraciones.
En Navolato se tuvo que intervenir hasta en un casino de fiestas, donde cientos de personas se alistaban para ir a un pachangón. Así como lo oye, cuando todo mundo hace un esfuerzo por permanecer en casa, hay quienes quieren hacer fiesta.
En Mazatlán, Protección Civil, Guardia Nacional y Secretaría de Seguridad Pública Municipal también realizaron recorridos por las zonas de playa y el malecón, el Río Presidio, balnearios y hasta la Presa de Siqueros, donde retiraron a 88 personas.
Entran los empresarios
Una de las buenas noticias que ha dejado la emergencia sanitaria en Sinaloa es la participación de los empresarios locales, quienes le han entrado a ayudar al Gobierno del Estado.
Ya sabíamos que Grupo Coppel se había mostrado dispuesto a rentar dos hoteles, uno para pacientes y otro para personal médico, pero ayer nos enteramos que también apoyarán con una fuerte cantidad económica a Gobierno del Estado.
El otro que aceptó entrarle al quite es el empresario mazatleco, Leovi Carranza, el atunero también se apersonó y apoyará económicamente el esfuerzo sanitario.
Un aplauso para los empresarios, después de todo en las emergencias es cuando uno se sabe de qué madera está hecha la gente.
Los hoteles que se alistan para ser rentados son los de una cadena de hoteles tipo ejecutivo con presencia en todo el estado, además se piensa en habilitar recintos como el Centro de Usos Múltiples de Mazatlán y suponemos que lo mismo pasará con otros espacios en el resto de Sinaloa.
AMLO y sus cuates
Si se trata de compararse con los grandes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no se mide y ayer aprovechó su informe trimestral para presumir de cuates.
En medio del discurso, donde volvió a prometer y a prometer que todo saldrá bien, sacó la lista: Franklin Delano Roosevelt, Simón Bolívar y Benito Juárez, de lo mejor de la historia de América.
El problema es que se la pasa hablando de lo que hicieron los héroes del pasado y nomás no dice qué vamos ha hacer ahorita, con la economía desbarrancándose y la emergencia sanitaria a todo lo que da.
Lo que dejó claro ayer el Presidente es que ante la enorme crisis que viene, él gobernará para sus clientes y no para todos los mexicanos, pues priorizó los apoyos sociales pero a costa de quienes los hacen posibles: empresarios, profesionistas independientes y empleados que pagan los impuestos que al tabasqueño le gusta repartir mientras despotrica contra los conservadores y los neoliberales.