"Cómo educar a tu Alcalde"

david@bufetealvarez.com

Empecé a litigar en 1983 y en todos los años que llevo en mi práctica profesional, nunca me había tocado ver a un Alcalde meterse, a lo tonto, en tantos problemas sociales y legales.
Frente a los actos arbitrarios del Alcalde, la mejor forma de educarlo, es llevarlo a tribunales y combatir sus abusos por los medios legales que correspondan.
No pierda tiempo buscando diálogo de altura, serenidad, sensibilidad política o madurez. No le pida peras al olmo.
En un poco más de un año, el Alcalde ha tenido que ser educado en tribunales y hay le va una lista de algunos casos:
1.- El amparo promovido para evitar más accidentes y muertes en los cruces de ferrocarril de esta ciudad.
Este asunto está a nada de que un Tribunal Colegiado envíe el expediente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con un proyecto de separación del cargo del Alcalde, para que la SCJN decida si lo aprueba y, en su caso, lo consigne ante el juez de distrito por el delito de incumplimiento de la sentencia de amparo.
Este procedimiento está contenido en los artículos 193 y 198 de la Ley de Amparo (LDA) y si, leyó bien, puede culminar con el Alcalde separado de su cargo y en la cárcel. El delito está contemplado en el artículo 267 de la LDA y la pena es de cinco a diez años de prisión, multa de hasta 1,000 UMAS y destitución e inhabilitación de cinco a diez años.
2.- Los amparos promovidos contra las clausuras ilegales de los desarrollos Portezza y Camino al Mar. En ambos casos ya se levantaron las clausuras.
3.- Las demandas por responsabilidad patrimonial presentadas contra el ayuntamiento por los daños y perjuicios (millonarios), causados por las clausuras ilegales mencionadas.
4.- La queja por obstrucción empresarial promovida contra la clausura de los dos desarrollos ya mencionados, que acaba de ser declarada fundada, reconociendo que hubo obstrucción y actos irregulares del ayuntamiento.
5.- Las quejas presentadas contra el Alcalde ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, algunas de las cuales ya han sido declaradas fundadas y otras van para allá.
6.- Las denuncias penales presentadas contra el Alcalde por algunos exfuncionarios municipales que tarde o temprano le darán grandes dolores de cabeza.
7.- Las demandas por daño moral que ya se han presentado en su contra y las que vienen en camino.
8.- Los amparos promovidos por el OCM contra el oficio amenazador que envío pidiendo información y documentos sin tener facultades legales. En estos amparos se concedió la suspensión para que, por lo pronto, se quede quietecito.
9.- La demanda civil promovida por el OCM en respuesta a sus amenazas y que le notificaran en un par de semanas.
10.- Los amparos promovidos por los vendedores ambulantes ubicados a los costados del mercado municipal “Pino Suárez”, que fueron desalojados ilegal y abusivamente.
11.- Las demandas por responsabilidad patrimonial del municipio por los daños y perjuicios causados a los vendedores ambulantes ilegalmente desalojados, que ellos pueden presentar cuando quieran.
12.- Los amparos que seguramente presentarán los locatarios del mercado “Pino Suárez” para evitar una remodelación caprichosa y sin tomarlos en cuenta.
Y por los antecedentes del Alcalde, la lista ira para largo ya que, parece que solo entiende cuando lo ponen en su lugar en tribunales (y a veces ni así entiende).
Así que estimado lector, ya lo sabe. Para educar al Alcalde, hay que llevarlo a tribunales tantas veces como sea necesario hasta que le quede claro que, ni es tan poderoso como se cree o lo hacen creer, ni estará para siempre. No puede ir por ahí haciendo y deshaciendo a su antojo sin consecuencias legales.
Al Alcalde le quedan menos de dos años, si es que no lo destituyen antes y cuando se vaya a su casita de nuevo, tendrá que invertir mucho tiempo, energías y dinero, para salir librado de todos los problemas legales en que se ha metido y seguramente se meterá.
A ver si cuando ya no esté despachando en Palacio municipal, sus flamantes asesores (empezando por el presidentito) serán capaces de sacarle al buey de la barranca. Lo dudo mucho.