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"EDITORIAL"

"Bomba de tiempo"

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19/11/2020

    Editorial

    El sector pesquero ha permanecido aletargado en las últimas décadas, pero amenaza con explotar en cualquier momento.

    Sumido en la miseria, acosado por la delincuencia organizada y convertido en instrumento electoral, cada que lo necesitan los candidatos, los pescadores han alimentado un enorme resentimiento.

    El martes por la mañana, un pequeño grupo de lanchas fue necesario para cerrar la entrada al Canal de Navegación en Mazatlán para causar el caos.

    Afuera del puerto permanecieron durante horas los barcos de carga, impedidos para entrar y preocupados por las miles de toneladas de carga que transportaban al puerto.

    Las razones de los pescadores eran tan simples como sus necesidades: pedían que los dejen trabajar.

    No pidieron dinero, no exigieron recursos millonarios, ni un plan nacional para sacarlos de la pobreza en que se encuentran sumidos, no, pedían que el aparato de Gobierno, por lo menos, no los estorbe.

    Desde hace meses, las autoridades federales decretaron el dorado como una especie reservada para la pesca deportiva, en el afán de mostrar un mínimo de orden en el desastre pesquero que priva en México.

    El problema es que el dorado es una de las pocas especies que los pescadores mazatlecos pueden capturar en abundancia, debido a su naturaleza migratoria, lo que ha impedido que se lo acaben, al igual que muchas especies.

    Tradicionalmente, los mazatlecos consumen el dorado, convirtiéndolo en la especie preferida de sus cocinas y permitiendo a los pescadores sobrevivir, pero ahora eso está prohibido.

    El asunto es que hay una necesidad de proteger a las especies, pero a los pescadores se les ha abandonado y ahora se les exige dejar de capturar la única especie que les permite llevar algo de dinero a sus hogares.

    Los pescadores son el problema, pero también la solución, es cuestión de que las autoridades decidan resolver un problema que se está convirtiendo en una bomba de tiempo.