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"OPINIÓN"

"BOA y Mazatlán F.C."

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13/06/2020

    Arturo Santamaría Gómez

    santamar24@hotmail.com

     

    No carece de ingenio ni de humor llamar BOA (Bloque Opositor Amplio) al que es, seguramente, un artilugio político. Boa hace pensar de inmediato en una serpiente venenosa. Quienes lo hayan creado buscaron que se relacionara al bicho con las personas e instituciones enlistadas en el documento que deslizaron bajo las puertas de Palacio Nacional.

    Los acusados por AMLO inmediatamente se deslindaron del documento y regresan el dardo envenenado: no, dicen, el libelo salió de las mismas oficinas del Presidente.
    En ambos casos sería absurdo y grotesco. No es creíble que el documento, sin duda apócrifo, sea obra de AMLO ni que exista un tal BOA constituido, entre varias organizaciones e instituciones, y destacados periodistas e intelectuales críticos de López Obrador; aunque, lo más probable, es que sea obra de algunos simpatizantes del político de Macuspana.

    Sin embargo, ambas cosas también son, de alguna manera, una realidad. Es decir, el inquilino de Palacio Nacional, a pesar de lo torpe y elemental que es el documento, lo convirtió en un hecho real para distraer a sus oponentes en medio de las críticas por el manejo deficiente de la crisis sanitaria, y a la vez para agudizar la polarización política como una estrategia de poder. Lo primero lo logró porque sus opositores cayeron redonditos en la trampa porque metió a propios y extraños a hablar del tema. El tabasqueño es un mal administrador pero un habilísimo político.

    La segunda etapa de sus estrategia es más interesante: busca simplificar la realidad política e ideológica, y de paso la historia de México, en dos bandos: el de los liberales; es decir, él y Morena (los que en esta lectura serían los juaristas contemporáneos), y los conservadores; es decir, todos sus opositores. Esta polarización en los cálculos obradoristas es políticamente redituable. Y en efecto, en contextos de crisis extremas, como la que hoy nos azota, normalmente las sociedades se rigidizan ideológicamente y se polarizan políticamente.

    Con la crisis económica y social que se agudizará los próximos meses es seguro que AMLO pierda millones de seguidores, pero la polarización políticamente le conviene porque busca que los indecisos se inclinen con él y no por “los conservadores”.

    En términos de estrategia político-electoral, AMLO sigue siendo mucho más capaz que sus opositores y críticos. Tan es así que, sin duda alguna, el BOA, en los hechos, aunque no orgánicamente y sin ese nombre, será una realidad para las elecciones de 2021. Y entre los intelectuales, quienes abiertamente han llamado a “articular” un discurso políticamente efectivo contra AMLO y la 4T, están Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, enlistados en el falso BOA. Por lo pronto, por más brillantes que sean, no lo han logrado. Quizá porque no son políticos. O quizá porque su discurso ignora a las mayorías que apoyan al tabasqueño.

     

    Posdata

    Quirino Ordaz Coppel sostiene que el estadio de futbol de Mazatlán no se enajena ni se cede a los dueños del club, si es así, imaginamos que el Municipio y/o el Gobierno de Sinaloa tendrán que recibir dinero por su uso. Y de igual manera el Gobernador afirma que, gracias a las nuevas regulaciones establecidas por la Federación Mexicana de Futbol, los gobiernos de los estados no están obligados a aportar recursos financieros al club. Esperemos que sea así, porque una de las razones por las que los Monarcas salieron de Morelia fue porque el Gobernador Silvano Aureoles no quiso o no pudo dar el dinero que la empresa de Ricardo Salinas demandaba.

    No están nada claros los beneficios para las ciudades de Sinaloa, más allá del buen espectáculo deportivo, el que los gobernadores del estado inviertan en estadios deportivos para equipos profesionales de beisbol en manos de particulares. Y cuando se empezó a construir el estadio de futbol en Mazatlán parecía una insensatez tenerlo cuando ni siquiera contábamos con un equipo en la liga de ascenso. ¿Un coso para 25 mil espectadores en una ciudad sin un club en la Liga MX? En realidad era una extravagancia; sin embargo, todo indica que el Gobernador Ordaz Coppel ya le estaba apostando a traerse un equipo de Primera División como un vehículo propagandístico para promover turísticamente a Mazatlán, y quizá también para ir creando una imagen más favorable de un estado estigmatizado por el narcotráfico.

    Si tomamos las temporadas que Maradona dirigió a Dorados, en efecto, podemos comprobar que si Sinaloa, y más particularmente Culiacán, antes nada más se asociaban mundialmente con el narco, pero con la presencia del genio futbolístico, nuestro estado sonó en todo el globo de otra manera.

    Si el Mazatlán F.C. se convierte en un equipo protagonista de la Liga MX, y sobre todo, si llegase regularmente a las fases finales de los campeonatos, el club podrá ayudar mucho a un mayor crecimiento de la economía porteña y sus alrededores. Les doy unos números:
    Según datos del Colegio de Economistas de Michoacán, el futbol de Primera División ingresaba anualmente a Morelia un promedio de 4 mil 500 millones de pesos, y creaba 800 empleos formales y 2 mil 500 informales. Un club profesional de futbol incentiva la ocupación hotelera y la actividad restaurantera, así como la venta de cerveza y comida en el estadio, y también promueve la publicidad estática y fija. Es decir, en términos económicos un club de Primera División puede ser un gran negocio para la empresa y la ciudad, pero todo depende de sus éxitos deportivos y de si crea o atrae grandes figuras.

    Ahora bien, en términos exclusivamente futbolísticos, Mazatlán tiene todo a favor para desarrollar aún más la gran producción de jugadores de primer nivel que surgen en Sinaloa. Nuestro estado, después de Jalisco y la Ciudad de México, es la entidad que más jugadores profesionales de futbol genera en el País, aun y cuando este deporte se empezó a practicar 70 años después que Hidalgo, Veracruz, Jalisco y la CDMX lo hicieran. El arraigo del Mazatlán F.C. dependerá mucho de que el futbol se vuelva una pasión masiva. La clave para esto son jugadores de alta calidad y si son locales la identificación con el club será más intensa y duradera.