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"OPINIÓN"

"Autoritarismo"

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    lteran@yahoo.com.mx


    Los intereses fácticos, conforme avanza el tiempo y se acerca la elección intermedia donde se elegirán 15 gubernaturas y los diputados federales al Congreso de la Unión, más se encrespa la inconformidad de la derecha en contra de las reformas y cambios del gobierno de la Cuarta Transformación en la forma de gobernar, con una marcada tendencia en favor de los pobres. 

    Se observa una fuerte embestida de la derecha por obstaculizar el rumbo del actual gobierno, lo cual se antoja imposible, por el apoyo popular de que goza el gobierno de la Cuarta Transformación, los ciudadanos en este País tienen una larga data de lucha por acabar con la corrupción y la impunidad, por lo que apoyan con entusiasmo la lucha sin tregua que libra el régimen contra la corrupción en todas sus manifestaciones. 

    Es importante recalcar, la ciudadanía está muy despierta, es difícil que la embauquen con campañas basadas en infundios, rápido identifican la verdad de la mentira, y eso tiene desconcertados a los que se dedican a esparcir calumnias, a diestra y siniestra, contra el gobierno que impulsa programas en beneficio de los marginados, eso lo ve la oligarquía como si fuera de un hondo sentido revolucionario, allí es cuando empiezan los denuestos contra el régimen democrático, eso es lo que venimos presenciando en estos tiempos, una permanente campaña mediática contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador, además una oposición a ultranza contra las megaobras que después del abandono en que se tenía al sureste por siempre, hoy se ha empezado a promover obras como el Tren Maya; para detonar el desarrollo sustentable en esa región, donde lo único que se había promovido era el zaqueo de sus riquezas naturales, con el beneplácito de los gobiernos corruptos del pasado. 

    La monumental Petroquímica de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, otra importante obra que va apuntalar Pemex, estas obras junto a la construcción del Aeropuerto General Felipe Ángeles, en la Ciudad de México, significan un paso importante en la modernización del País, elevándolo a niveles superiores de bienestar para los habitantes de esta Nación; por fin se realizan obras de gran envergadura en su suelo. Eso es lo que los ciudadanos demandan, obras para el mejoramiento del País, sin demagogia poniendo por delante el futuro de la patria. 

    Los 36 años de los gobiernos de la simulación y saqueo de fue víctima la Nación fueron muchos para seguir soportando los ciudadanos, por eso se revelaron en la elección del 2018, para que las cosas cambiaran en el Gobierno, en favor de los intereses populares, poniendo en primera línea a los más desprotegidos, y en ese camino que marcó la ciudadanía; se marcha con firmeza hacia la consecución de esos fines sin aminorar el paso; es notorio que cada vez la gente el pueblo su optimismo crece y se expande por todo el territorio nacional; con fuerza indetenible hasta lograr sus metas y sacar de la pobreza a millones de mexicanos. 

    Es una determinación multianime que se escucha de Tijuana a Campeche, con una unidad inapelable, que se va expresar en junio del 2021, la ciudadanía no acepta gato por liebre, lo hemos reiterado y se va corroborar de manera diáfana en la elección intermedia que señalamos; va ser una nueva edición del 2018, con el propósito de consolidar los cambios que se han venido implementando en el territorio nacional; en eso estriba la certeza de los ciudadanos, no pueden fallar en sus expectativas que se han planteado, pese a la rotunda oposición de la minoría que vivió la dulce vita en los pasados gobiernos que ejercieron el poder por años ignorando las vicisitudes de la mayoría de la población. 

    El País soportó un gobierno omiso y corrupto, por más de ocho décadas gobernaron al margen de la ciudadanía, aplicando una política autoritaria, las cosas han cambiado, el Gobierno central escucha la voz del pueblo. Los ciudadanos están consientes, su sufragio va decidir la elección que viene; por lo tanto tienen total claridad de quién los representa. Conocen demasiado al sistema político del pasado, los partidos tradicionales, y no están dispuestos a permitir que vuelva la corrupción y el autoritarismo.