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Algo muy grave ha ocurrido en los municipios de Ahome y Mazatlán que obligan a cuestionar la capacidad del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa para evitar que los órganos internos de control sean capturados por intereses particulares.
En los últimos días hemos sido testigos de acciones que la misma sociedad rechazó cuando se creó el Sistema Nacional Anticorrupción en México, aspirando un cambio profundo de conductas de particulares y desde la administración pública. Este objetivo no se ha entendido hasta hoy, y así lo demuestran ambos municipios sinaloenses.
En Ahome, las y los regidores votaron el 17 de septiembre pasado la ratificación de Pavel Roberto Castro Félix como titular del Órgano Interno de Control. Lo hicieron mediante un procedimiento cerrado y discrecional, sin abrir convocatoria, y sin medir su capacidad públicamente. La decisión avalada por el Cabildo y el Alcalde Billy Chapman refleja cuán frágiles son las instituciones cuando quienes están al frente son incapaces de reconocer el verdadero sentido del Sistema Anticorrupción. Y ahí es cuando instrumentos como la Política Estatal Anticorrupción se convierten en promesas vacías, pues está claro que no se pueden alcanzar metas cuando el Gobierno sigue operando con servidores y servidoras públicas con perfiles no aptos para lograrlo.
Así como en Ahome, en el municipio de Mazatlán ocurrió una situación muy grave. Este ha sido un proceso tan desaseado, que ha evidenciado cómo los puestos públicos siguen siendo tratados como botín político.
En el puerto, un proceso de selección encabezado por la Síndica Procuradora, Elsa Bojórquez Mascareño, fue descalificado por la mayoría de las y los regidores del Cabildo, en una apresurada sesión extraordinaria que solo reflejó el deseo de ratificar al mismo titular del Órgano Interno de Control. De manera ilegal -igual que en Ahome- quisieron hacerlo sin abrir convocatoria pública, y con el aval del Alcalde Luis Guillermo Benítez.
El Alcalde, la síndica y el Cabildo de Mazatlán se reunirán nuevamente hoy martes, a las 10 de la mañana, para tomar una determinación que debió atenderse ayer en una sesión fallida en la que no hubo quórum. 9 de 11 regidores no atendieron el llamado del Alcalde. Nada más atropellado y poco profesional que eso.
En estos dos casos el punto es el mismo. Quienes cuentan con facultades para conducir procesos para el nombramiento de los titulares de los órganos internos de control, están no solo infringiendo el artículo 20 la Ley de Responsabilidades Administrativas al no abrir una convocatoria para el registro de aspirantes y que éstos sean tratados bajo las mismas condiciones. Tampoco han atendido el principio de máxima publicidad que debe prevalecer ahí: metodología de valoración de perfiles de aspirantes, calificaciones otorgadas, dictamen técnico y deliberaciones de evaluadores, todo esto público y transparente.
La metodología aplicada para este tipo de procesos de selección es tan relevante como lo son los resultados que estas áreas dan, para la consecución de los objetivos del Sistema Anticorrupción de Sinaloa.
Por eso es muy grave que esos dos ejercicios hasta hoy registrados en Sinaloa hayan dejado una secuela de malas decisiones y acciones de ilegalidad, porque la Ley de Responsabilidades Administrativas es muy clara al señalar que para la selección de los integrantes de los órganos internos de control se deberán observar, además de los requisitos establecidos para su nombramiento, un sistema que garantice la igualdad de oportunidades en el acceso a la función pública con base en el mérito y los mecanismos más adecuados y eficientes para su adecuada profesionalización, atrayendo a los mejores candidatos para ocupar los puestos a través de procedimientos transparentes, objetivos y equitativos.
Lo que han hecho en los Ayuntamientos de Ahome y Mazatlán debe servir de ejemplo de lo que no se debe hacer. Los municipios que aún no han renovado esas posiciones tienen la oportunidad de hacerlo diferente. Ahome y Mazatlán fallaron. Las expectativas están hoy puestas en los 16 ayuntamientos restantes