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Los humanos somos aproximadamente 60 por ciento agua. Esto incluye la mayoría del cerebro, corazón, pulmones, músculos, grasa, y piel, así como el 30 por ciento de los huesos.
Además de ser uno de los ingredientes principales de nuestro organismo, el agua nos permite regular la temperatura corporal, transportar nutrientes, desechar residuos, lubricar articulaciones, e incluso sirve como un amortiguador de golpes para órganos vitales y bendiciones gestando en el útero.
Tal vez ya hayan escuchado del agua alcalina, es decir, agua menos ácida que el agua convencional (y más cara). ¿Para qué sirve?
El agua alcalina supuestamente contiene compuestos alcalinizantes como calcio, silicio, potasio, magnesio, y bicarbonato. Estos compuestos son esenciales para el cuerpo y se obtienen fácilmente de los alimentos. Ingerirlos en una bebida solo implica hacer trabajar más a los riñones.
Algunos promotores de esta nueva moda del fitness aseveran que esta agua aumenta la energía, ayuda a bajar de peso, detiene el envejecimiento, potencia al sistema inmune, controla la presión arterial, limpia el colon, regula el nivel de pH del cuerpo, previene enfermedades como asma bronquial, dermatitis, neuralgias, y además elimina el mal olor corporal (https://rotoplas.com.mx/que-es-el-agua-alcalina-y-cuales-son-sus-beneficios/).
Otros promotores aún más descabellados afirman que esta agua cura el cáncer y la diabetes.
Los vendedores de agua alcalina usualmente utilizan el siguiente argumento: “es bien sabido en la comunidad médica que un cuerpo con pH ácido (pH menor de 7) es la raíz de la mayoría de enfermedades. El agua alcalina neutraliza la acidez del cuerpo”.
No existe tal cosa como un cuerpo con pH ácido, y aún si eso existiera, no podría ser regulado bebiendo agua alcalina.
Para poder alcalinizar el cuerpo, uno tendría que alcalinizar la sangre. Nuestro cuerpo mantiene el pH sanguíneo entre 7.35-7.45, lo cual ya es alcalino.
Si quisiéramos alcalinizar más nuestra sangre, no tendríamos que preocuparnos de enfermedades, por que estaríamos muertos por un proceso llamado “alcalosis metabólica”. La mortalidad asociada a este desequilibrio es de 45 por ciento cuando el pH es mayor a 7.55 y 80 por ciento con pH mayor de 7.65.
Pero no te alarmes, el agua alcalina no te va a matar e ingerirla no representa un reto para el cuerpo. Nuestro estómago es bastante ácido (pH 3.5-4.0) y cualquier contenido alcalino que ingrese a él es neutralizado rápidamente. Posteriormente, el contenido ácido del estómago pasa al intestino donde es neutralizado por secreciones alcalinas del páncreas.
Esto quiere decir que no importa lo que ingieras, todo lo que le eches al estómago termina siendo alcalino a final de cuentas.
No existe una fórmula mágica para la hidratación. Los requerimientos varían dependiendo de la edad, sexo, estatura, nivel de actividad física, salud general, e incluso el clima.
Asumiendo que uno ingiera entre 2-3 litros de agua al día, esta debe de contener 4 minerales: cobre (10 por ciento), calcio (6 por ciento), magnesio (5 por ciento), y sodio (3 por ciento).
En resumen, el agua alcalina tiene las mismas propiedades medicinales y curativas que el agua bendecida por un humano, es decir, ninguna.
Beber esta agua solo dañará tu economía y probablemente te producirá piedras en los riñones.