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En una época donde la sociedad cada vez tiene más conciencia con el medio ambiente, existen productos que ganan popularidad entre los consumidores como el plástico biodegradable y el bio-plástico.
Empero, como es frecuente en el mundo de la industria y el marketing, existen muchas aristas que los consumidores desconocemos, tal como sucede con el término “biodegradable”.
El bio-plástico es plástico elaborado a partir de la biomasa de plantas, el cual es completamente biodegradable. De hecho, la biodegradación se define como la descomposición de materia orgánica (materia viva, como plantas y animales) por microorganismos como bacterias u hongos.
Por otro lado, los plásticos biodegradables son productos elaborados a partir de petroquímicos al igual que los plásticos convencionales, con la excepción de que se añaden ciertos aditivos en su manufactura para volverlos menos durables y más degradables. El detalle es que los plásticos biodegradables requieren de una gran infraestructura para poder descomponerlos ya que solo se degradan a altas temperaturas y otras condiciones especiales que no se encuentran en la naturaleza.
Asimismo, los plásticos biodegradables no siempre se degradan en compuestos inofensivos y algunos liberan residuos tóxicos que terminan siendo absorbidos por el suelo (cuando se composta) o disueltos en el agua. Ejemplos de estos plásticos biodegradables incluyen el polibutirato (PBAT), policaprolactona (PCL), ácido poliláctico (PLA), y polihidroxalkanoato (PHA).
Siendo realistas, los plásticos biodegradables no son una opción válida. El plástico biodegradable es un material sintético refinado y complejo, el cual requiere de una gran infraestructura y una gran dedicación por parte del consumidor (la gente no separa, no recicla, ni tira la basura en su lugar) para que su impacto sobre el medio ambiente y la salud del consumidor sea mínimo.
Los estragos del plástico son indiscutibles, desde la decadencia de todos los ecosistemas del mundo hasta el aumento de enfermedades y fatalidades por causa directa e indirecta de la industria y consumo del plástico.
En un mundo donde se estima que para el año 2050 todos los océanos contendrán más plástico que peces, resulta imprescindible encontrar alternativas completamente sustentables.
La solución a esta problemática es dejar de depender de los plásticos, pero como eso difícilmente ocurrirá en una sociedad como la nuestra, la alternativa es adoptar bio-plásticos durables elaborados a partir de plantas que puedan ser reciclados o que se biodegraden de manera natural, tal como el plástico derivado del cáñamo.
El cáñamo es el nombre que reciben las variedades de la planta cannabis (mariguana). Esta planta probablemente fue la primera planta domesticada por el ser humano, con evidencias de su manufactura desde hace 8000 años en la antigua Mesopotamia (Turquía).
El cáñamo crece virtualmente en cualquier parte del mundo, en distintos tipos de suelo, y sin necesidad de pesticidas. Además, tiene un ciclo de cosecha muy corto (120 días), purifica el suelo, posee la fibra más fuerte y larga de todas las fibras naturales. El bio-plástico de cáñamo es 100 por ciento biodegradable y reciclable, y requiere 22-45 por ciento menos energía para su manufactura en comparación con los plásticos convencionales (Modi et al., 2018. Journal of Biomaterials).
Por último, el cultivo del cáñamo es una gran alternativa para disminuir los niveles de dióxido de carbono en el aire. Las plantas de cáñamo absorben dióxido de carbono (4 veces más que los árboles), el cual se utiliza para producir bio-plástico. Estos plásticos terminan siendo reciclados o en un relleno sanitario donde se degradan naturalmente.
El Congreso del Estado de Sinaloa ha dado un gran acierto al aprobar el dictamen de reforma a la Ley de Residuos del Estado de Sinaloa que prohíbe de manera paulatina el uso de plásticos de un solo uso. Vamos por buen camino, pero se necesitan alternativas completamente ecológicas.
Con la inminente legalización del cannabis contaremos con una planta que tendrá aplicaciones medicinales, industriales, y ecológicas.