Los actos más reprobables que nos ha dejado la crisis sanitaria provocada por el coronavirus son los ataques al personal médico de los diferentes hospitales que luchan por salvar la vida de los contagiados.
El personal médico arriesga su vida en la primera trinchera que tenemos en contra de la propagación del virus y como recompensa reciben el acoso, los insultos y hasta agresiones físicas de algunos ciudadanos.
Esta actitud, que se puede entender, pero no justificar, como reacción al temor que vive la población de contagiarse del virus, se ha repetido en varios estados y ha sido denunciada en numerosos videos que circulan por las redes.
La agresiones en Sinaloa llegaron a un nivel que Gobierno del Estado decidió implementar un operativo de transporte especial para el personal médico que utiliza el transporte público.
La estrategia tiene dos objetivos, por un lado evitar las agresiones al personal médico y por otra evitar cualquier contagio inesperado si alguno de los médicos o enfermeras se contagia.
Gasto y ahorro
Ayer les platicamos sobre el enorme gasto que implica para los estados enfrentar la contingencia sanitaria, mientras la economía se paraliza en algunos sectores.
Sin duda, en Sinaloa el sector más afectado es el turístico, con los hoteles, playas y balnearios cerrados, mientras los restaurantes sufren el cierre en algunas ciudades y las calles vacías en otras.
Los gobiernos, por su parte, sufren por vía doble, por una parte se ven obligados a dispensar enormes recursos en la lucha por mantener operando el sistema de salud, mientras dejan de recibir una buena parte de su recaudación.
Los municipios no enfrentan una carga tan grave, por lo menos económica, debido a que la mayor parte del sector salud la soportan económicamente el Gobierno federal y el Gobierno estatal.
En el caso del Gobierno estatal la estrategia ha sido cerrar dependencias completas, las consideradas “no esenciales”, lo que ha permitido un buen ahorro para tapar los huecos que provoca el gasto en Salud.
La obra pública, sin embargo, no se ha detenido, debido al riesgo que implicaría para la economía sinaloense, incluso en algunos municipios se iniciarán proyectos para los cuales ya existían recursos etiquetados.
La idea es impulsar la economía todo lo que sea posible, mientras se lucha en contra de la propagación del virus.
Culiacán, en el centro de la pandemia
La capital sinaloense ha sufrido durante décadas el estigma de la violencia, tan sólo en marzo hubo 44 asesinados en sus calles y ahora resulta que también es casi el centro de la pandemia por el Covid-19.
De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Salud federal del pasado lunes, en Culiacán hay 179 casos de pacientes que han sido diagnosticados con el Covid-19, cifra que lo coloca como el segundo municipio con mayor brote de coronavirus en todo el País.
En primer lugar de la lista aparece Tijuana, en Baja California, con 213 casos diagnosticados, y en tercero el municipio de Benito Juárez, en Quintana Roo, con 174.
Tijuana tiene la bendición y la maldición de ser frontera con Estados Unidos, de ahí la enorme propagación del virus, ya que las fronteras siguen abiertas, permitiendo el trasiego de miles de personas en medio de la emergencia sanitaria.
El municipio de Benito Juárez, en Quintana Roo, tiene a Cancún entre sus maravillas, y de ahí también le llegaron los contagios de coronavirus.
Culiacán, de fama trágica y narcocorridos, no es frontera ni tiene las playas de Cancún, pero ahora sufre la tragedia de la pandemia.
‘Compras de pánico’
El lunes se dio a conocer que el Gobierno del Estado lanzó una licitación pública el pasado 27 de marzo para la adquisición de insumos médicos, que tanto urgen.
Ya hay 10 empresas participando y posiblemente hoy se dé a conocer quién ganó el contrato.
Y es que si no son compras de pánico pero sí de extrema urgencia ante la falta de materiales en el sector salud.
Y urge de todo, por lo que está incluido en la lista, medicamentos, material de curación, gasas, guantes, se busca adquirir entre 75 mil y 150 mil cubrebocas quirúrgicos, entre 30 mil y 60 mil envases de medio litro de gel antiséptico.
Entre 30 mil y 57 mil piezas de mascarillas o respiradores desechables, 100 termómetros infrarrojo doble láser, productos químicos y material de limpieza, entre otros materiales.
A los que habría que ajustar también es a las farmacias de la iniciativa privada, mire que no encontrar ni una botellita de alcohol, ni un cubrebocas efectivo, de esos que no pasan los fluidos de un estornudo o una acceso de tos.
El otro gran riesgo
De acuerdo a la Canaco Culiacán, los negocios que tienen una vida activa menor a cinco años difícilmente podrán volver a levantar sus cortinas, ya que no cuentan con liquidez para hacerle frente a esta crisis.
Son nuevos y no están generando ganancias, ya que la mayoría de las empresas fueron llamadas a cerrar a causa del Covid-19.
Lo peor de todo es que también corren un grave riesgo las personas que se autoemplean, además de que ya se están viendo despidos masivos a causa del cierre de empresas.
Trump contra él mismo
El que le ha dado la vuelta a la tortilla y en lugar de ser atacado y criticado por su actuación frente al coronavirus es Donald Trump, el Presidente de Estados Unidos.
Después de que se burló del virus, de que se tardó semanas en responder a la emergencia sanitaria, ahora se revuelve y acusa a todos, menos a él de provocar el desastre sanitario que vive el País que gobierna a base de medias verdades.
A los medios de comunicación, sus enemigos preferidos, los acusa de no alertar con antelación del riesgo que implicaba el virus.
También la ha agarrado contra la Organización Mundial de la Salud, a la que acusa de ineficiente y los amenaza con cortarle los fondos.
El maestro de la polémica no intenta resolver los problemas, pero se los quiere endilgar a otros.