Si la del 1 de julio será la elección más grande de la historia, por la cantidad de cargos que se someterán al sufragio, también podrá ser recordada como los comicios personales.
De arriba abajo, de un lado a otro y de todo color, vemos cómo políticos cambian de bando sólo porque en su partido no consiguieron su propósito.
Entonces, otro partido les regala una candidatura y se brincan al otro lado, claro, dejando sin la posibilidad a otras personas del mismo instituto político.
Ernesto Hernández Norzagaray, doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, advierte este fenómeno.
“Yo creo que los idearios han dejado de ser un elemento conductor de la política, hoy percibo que el proyecto personal multiplicado define la acción política, y determina, a final de cuentas, el quehacer de la política se negocia a través de esto, no por otra vía”, reflexiona el analista en entrevista publicada hoy en Noroeste.
Este pragmatismo deteriora aún más la política sin duda y al mismo tiempo también es consecuencia de un proceso de descomposición.
Desalienta el voto, no genera opciones de calidad para que el elector decida y vacía el derecho político a ser votado.
Si seguimos por ese camino el futuro se tornará más complicado.
Temporada ASF
Año con año, la Auditoría Superior del Estado difunde el informe de resultados de la revisión de la Cuenta Pública, es decir, como los gobiernos administraron los recursos públicos federales que le fueron asignados.
Y año con año se realizan los ejercicios periodísticos que difunden dicha información.
Lo que no sucede año con año es que las investigaciones se traduzcan en castigo real a los responsables ni que los malas manejos disminuyan.
Tan solo en los seis años recientes, la ASF ha promovido un sinnúmero de denuncias penales contra funcionarios o ex servidores públicos que juntas suman más de 500 millones de pesos.
Las denuncias están atoradas en la PGR, así como están las relacionadas con otros gobiernos.
Pero además de la procuración de justicia, sin duda es también muy importante la prevención.
En otras palabras, Sinaloa tiene que adaptar las mejores prácticas y establecer mecanismos de control para hacer verdaderamente complicado los actos de corrupción.
Las calandrias
La presión ciudadana se impuso. El proyecto de las calandrias, esos vehículos jalados por caballos, no será autorizado por el Gobierno municipal de Mazatlán.
Esta decisión de las autoridades convierte al movimiento en el primer acto de resistencia civil en derrumbar en el puerto un proyecto que, desde el inicio, trató de arrancar sin tomar en cuenta a los habitantes de la zona por donde se establecería la ruta de las calandrias.
Y aunque los promotores justificaron que no generarían problemas a los ciudadanos y a las vialidades, los argumentos ambientales y de protección a animales tuvieron más peso que los argumentos de un nuevo atractivo turístico.
Sin embargo, no hay que perder de vista que este 2018 es un año electoral y lo que menos quieren las autoridades actuales es que un problema ciudadano se les convierta en un problema en las urnas.
Durante la semana y media en que el tema fue agenda pública de los medios de comunicación, la única postura que no cambió fue la de los ciudadanos, mientras que las autoridades siempre demostraron tibieza y nunca fijaron un posicionamiento claro.
A la mitad del camino, los promotores aseguraron que todo estaba en regla y que no se maltrataría a los animales, que tendrían una calidad de vida impresionante, pero esto solo es posible comprobarlo hasta que funcione, no antes.
Haro se queda
en el Gobierno
El abogado Guillermo Haro Millán fue reemplazado en la Dirección de Vialidad y Transportes, pero sólo se trata de un cambio en la estructura del Gobierno estatal, ya va a una área no revelada, en la que se han invertido muchos recursos.
Los dirigentes transportistas en el estado temen que con su salida vuelvan los problemas entre las diversas organizaciones que ofrecen transporte público de alquiler, como los históricos conflictos entre Atamsa y los taxistas de Mazatlán, o los encontronazos en el transporte de carga en el norte del estado.
Narcos en la UNAM
“Fuera narcos de la UNAM”, el mensaje que apareció en la pantalla principal del estadio de los Pumas de la UNAM en Ciudad de México desató una polémica sin precedente, incluso, la Rectoría se vio obligada a salir a deslindarse del tema.
Pero más allá de la polémica, el anunció dejó en evidencia una problemática real: los paraísos en que se han convertido las universidades mexicanas para los narcotraficantes, donde se vende una gran cantidad de droga y la autonomía impide la entrada a militares y policías.
