Así podría titularse el episodio que se vivió ayer por rumbos del Congreso del Estado.
Dos mujeres, Emma Guadalupe Félix Rivera, Auditora Superior del Estado, y Merary Villegas, coordinadora de Morena, desataron rayos y truenos en la “casa del pueblo”.
A Villegas “le echaron montón” casi todos los priistas, cuando la morenista aprovechó la tribuna para hablar del supuesto “contubernio entre Malova y Quirino”, por el tema de las cuentas públicas “en lo oscurito”.
La molestia fue porque Villegas “se salió del guión”, de los “acuerdos previos de la Junta de Coordinación Política”, pues el tema que se estaba abordando, minutos antes, era otro.
Y es que su antecesor, Roberto Cruz Castro, había subido a la tribuna para “jalarle las orejas” a otra mujer, Emma Guadalupe, por sus declaraciones sobre el tema de becas, uniformes y útiles escolares.
De ahí que entre los reclamos de la bancada tricolor, principalmente de Marco Antonio Osuna, a Merary se le bajó, literalmente, de la tribuna, por “violaciones a la Ley Orgánica”.
Hecho que ella calificó luego como “lamentable intento de censura por parte del PRI”.
Aunque el panista Cruz le ofreció derecho de voz, pero ya al cierre de la sesión.
El dedo en la llaga
Con Merary Villegas fuera de tribuna, los legisladores siguieron “tundiendo” a Emma Guadalupe Félix Rivera, quien el martes 11 se convirtió en la figura del día, al anunciar 13 denuncias penales en contra de ex servidores públicos.
Y es que la Auditora, claridosa, “le puso el cascabel al gato”.
Los programas de becas, útiles y uniformes, expuso, no están cumpliendo con el fin social para los que fueron creados.
Poco le faltó a la titular del órgano fiscalizador para decir lo que es un “secreto a voces”: que muchos de esos apoyos van en realidad a familias que tienen capacidad y solvencia económica.
La funcionaria sacó a flote la forma en cómo se operaron cientos de millones de pesos para repartir a diestra y siniestra útiles y uniformes.
Sin reglas, sin lineamientos, sin metas ni objetivos. Y sobre todo, sin transparencia ni rendición de cuentas.
Quizá desde el punto de vista legal tengan razón los diputados, en torno a las atribuciones legales de Félix Rivera.
Pero, sin duda, lo que más les molestó a los políticos legisladores es que un señalamiento de la ASE vaya al corazón de su “modus operandi”: quedar bien con todos y sacar raja política de la pobreza y el clientelismo.
Dolió el “marrazo”
Tan contundente fue el “marrazo” de Emma Guadalupe Félix Rivera a los programas populistas del malovismo, que hasta el priista José Menchaca, presidente de la Comisión de Fiscalización, de plano le pidió “respeto para ellos y para la soberanía”?
¿No que quieren fortalecer a la ASE?
Remató el episodio Merary Villegas, quien al subir a tribuna, ya al cierre de sesión, fue interrumpida tres veces, mientras se le iba a la yugular a los priistas. Esto, por falta de “quórum”, pues había sólo 20 diputados en el pleno. La morenista tuvo que bajarse, por segunda vez, de la tribuna, sin concluir su discurso.
Fue el Diputado 21, el panista Zenén Xóchihua, quien al aparecer salvó la asamblea, se reanudó la sesión y Villegas pudo terminar su incendiario discurso, coronado por gritos de “¡priistas rateros!”, que desde las gradas lanzaban maestros inconformes, en contra de sus dos “blancos” favoritos: Tomás Amador, hijo de Daniel Amador, y de José Silvino Zavala, ambos ex dirigentes del SNTE 53.
Secreto de Estado
Mañana se cumplirán dos meses del asesinato del periodista Javier Valdez y el caso sigue en la impunidad.
La Fiscalía General del Estado carece de líneas que lleven a la detención de los responsables intelectuales y materiales de este crimen que cimbró a la comunidad internacional.
El Presidente Enrique Peña Nieto, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y el Fiscal Juan José Ríos Estavillo están anestesiados frente a las manifestaciones de exigencia de justicia.
Hoy los comunicadores harán una “huelga de hambre” ante la falta de resultados, para exigir justicia y que se esclarezca el brutal asesinato del periodista y escritor.
Que ya no pregunten
Son 2 mil millones de pesos que la Secretaría de Transparencias y Rendición de Cuentas, junto a la ASE, calificó como malos manejos por parte de la Administración de Mario López Valdez, y hay muchas dudas de su destino.
Ante la insistencia de los periodistas, ayer el Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, dijo que a él ya no le pregunten nada del tema, que ya dijo lo que tenía que decir.
Le pidió a los reporteros preguntones que si tienen dudas de lo que va a proceder, pues que vayan con la Secretaría de Transparencia o a la ASE pa que les expliquen.
Dice que ya se cansó de responder a la pregunta de ¿dónde están esos 2 mil millones de pesos?
El problema es que saberlo es parte de su trabajo.
